
Personalmente, sigo fiel a la hoja de ruta que vengo defendiendo desde hace meses, cuando advertí que el Stoxx 600 Banks (SX7R) apuntaba hacia los máximos previos a la crisis de Lehman. En mi opinión, alcanzar esa zona era y sigue siendo una clara oportunidad para empezar a cosechar parcialmente beneficios. Recuerdo bien cómo muchos veían ese objetivo como algo lejano, cuando aún quedaba un 50% de subida. Ahora, con el selectivo rondando de nuevo esos altos, repaso la evolución de algunos de sus principales componentes y sus niveles clave para facilitar la toma de decisiones a aquellos inversores que quieran operar con ellos.
Banco Sabadell
La cotización del Banco Sabadell lleva ya 20 sesiones atrapada en un rango tan estrecho como relevante, con soporte en los 2,75 euros y resistencia en los 2,85. Esta consolidación lateral ha servido para aliviar la sobrecompra acumulada sin necesidad de corregir en profundidad, lo cual es un signo claro de fortaleza.
Cuando el precio se comporta así, lo que hay es un empate técnico entre compradores que esperan más alzas y vendedores que temen una corrección. Si necesitan una referencia para reducir exposición, la tienen clara: el nivel de los 2,75 euros al cierre.
En este sentido, hoy, con Sabadell en zona de techos, estoy convencido de que más de uno firmaría con los ojos cerrados reducir exposición tras haber llegado hasta aquí. Y también de que hubiera pagado por comprar con la convicción de entonces.

Banco Santander
Las acciones de Banco Santander llevan ya un mes consolidando dentro de un rango muy definido, con soporte en los 6,75-6,80 euros y resistencia en los 7,20. Este tipo de movimientos laterales suelen ser fases de pausa antes de una continuidad en la dirección previa, que en este caso es claramente alcista. Por tanto, lo más probable es que veamos una ruptura al alza de los 7,20 euros.
Ahora bien, que eso ocurra no me haría lanzar las campanas al vuelo. Mi experiencia tras más de 25 años leyendo gráficos me dice que muchas veces, tras romper al alza un rango como este, la subida se agota pronto y da paso a una corrección más amplia. En este caso, sería la digestión lógica de todo el tramo alcista desplegado desde los mínimos de abril. Por eso, aunque a corto plazo se supere el techo del lateral, no descartaría que después venga ese ajuste necesario antes de pensar en mayores aventuras.
Por eso, mantengo intacta la estrategia que propuse cuando señalé que el Stoxx 600 Banks tenía recorrido hasta los máximos previos a la crisis de Lehman. Aquel era el objetivo que me había marcado como referencia para empezar a reducir parcialmente exposición en bancos, y no he cambiado de opinión. En su momento, parecía lejano, casi inalcanzable, pero hoy ese escenario ya es una realidad. Por eso, entiendo que quien haya seguido esa hoja de ruta pueda plantearse recoger parte del beneficio acumulado. Estoy convencido de que muchos hubieran aceptado sin dudarlo esta posibilidad cuando el índice bancario europeo todavía tenía un 50 por ciento por delante.

CaixaBank
La estructura técnica de CaixaBank guarda muchas similitudes con la del resto del sector, aunque en este caso la consolidación toma forma de triángulo, una figura que suele actuar como pauta de continuidad de la tendencia previa, que en este caso es claramente alcista. Lo más probable es que termine rompiendo al alza esa figura, pero tampoco me entusiasmaría ver una superación de resistencias en la zona de 7,60-7,70 euros.
Y es que, tras más de 25 años analizando este tipo de estructuras, tengo claro que muchas veces el impulso que sigue a un triángulo suele ser el último antes de una corrección más seria. Por eso, aunque se supere el techo, prefiero mantener una actitud vigilante. Si en lugar de eso pierde la base del triángulo en los 7,22 euros, el riesgo de ajuste ganaría enteros.
Por todo ello, en CaixaBank también mantengo la hoja de ruta que vengo señalando desde hace tiempo, cuando puse el foco en los máximos precrisis del Stoxx 600 Banks como objetivo clave. Esa zona ya se ha alcanzado y, como en otros bancos, me parece razonable empezar a recoger parte del beneficio acumulado. Recuerdo bien cuando muchos veían esa referencia lejana y ahora, con CaixaBank presionando resistencias y el triángulo en fase de resolución, hay que ir con más cabeza que corazón. Si rompe al alza podríamos ver un último tirón, pero no dudaría en reducir si eso ocurre. Y si pierde los 7,22 euros, ese sería el aviso claro de que toca proteger lo ganado.
