
Uno de los mayores gestores del mundo de renta fija, la gestora estadounidense Pimco, ha llevado a cabo su revisión anual de perspectivas seculares, y confirma a sus clientes el atractivo que ha alcanzado la deuda en el contexto macroeconómico y de mercado actual. La oportunidad ahora es muy atractiva, tanto, que Richard Clarida, asesor económico global de la firma y exvicepresidente de la Fed, y Marc Seidner, director de inversiones de estrategias no tradicionales, no veían una situación similar en décadas. La capacidad de la Fed de bajar tipos, junto a unas rentabilidades de los bonos que son muy atractivas, y el poder de diversificación que tienen en un momento de recalentamiento de los mercados financieros, son los principales argumentos a favor de los bonos.
El mundo ha cambiado, y los mercados ya deben asumir que las relaciones multipolares han muerto, y nos embarcamos en una travesía que estará marcada por las relaciones bipolares. Por el camino, la volatilidad va a ser la norma en los mercados a juicio de Clarida y de Seidner, pero, esto, eso sí, no debe asustar a los inversores: según los dos expertos, esto ha creado un contexto mucho más atractivo para la gestión activa que ahora se va a aprovechar.
Sin embargo, el principal motivo que ahora lleva a los gestores a considerar que ha llegado el momento de hacer cartera en renta fija es mucho más evidente: las rentabilidades ya son suficientemente atractivas para volver a entrar, y más teniendo en cuenta que la Reserva Federal ahora tiene espacio para poder bajar los tipos de interés, algo que apoyaría subidas de precios de la deuda en caso de producirse.
"Por primera vez en 20 años, el catálogo de oportunidades en renta fija es muy grande. La volatilidad puede ser enemiga de los inversores en el corto plazo, pero con el proceso adecuado genera oportunidades, y por eso estamos contentos con el momento actual de la renta fija", ha explicado Seidner.
Para Clarida, ahora "uno de los principales hitos es que los bancos centrales tienen más espacio para recortar tipos que antes de la pandemia", algo que, de producirse, arrastraría la rentabilidad a vencimiento de los bonos hacia abajo, e impulsaría, en consecuencia, los precios, generando ganancias para los inversores que ya tuviesen el bono.
Clarida tiene claro que "incertidumbre va a haber", y que "lo más probable es que los aranceles sean altos en los próximos cinco años, comparados con el pasado", con un mundo que ha girado y se basará "en relaciones bilaterales, y no multilaterales". Eso sí, los aranceles, a su juicio, tendrán "un impacto desinflacionista para el resto del mundo, salvo que se decida responder a ellos con más aranceles", lo cual apoya las posibles bajadas de la Fed en los próximos años.
Momento de hacer cartera
La principal conclusión del foro con clientes de Pimco es que hay que volver a hacer cartera de deuda. "Las rentabilidades a vencimiento están en el primer cuartil, o en casos, en el primer decil, de lo que ha sido la última década. Es un punto muy bueno para empezar", confirma Seidner. "La rentabilidad a vencimiento inicial es lo que va a marcar tu retorno a futuro", indica, y señala cómo, a diferencia del momento actual, "cuando compras en malos momentos de valoración las caídas pueden ser rápidas y severas". En este sentido, destaca la importancia de la renta fija en este momento, con "una rentabilidad del S&P 500 muy parecida a la del bono a 30 años protegido contra la inflación".
Los dos expertos también señalan como una buena oportunidad el hecho de que la curva de intereses de la deuda estadounidense haya vuelvo a empinarse, después de años en los que ha estado invertida, y esto hace que ahora "el punto dulce del bono sea en los vencimientos de entre 3 y 7 años, que da rentabilidades atractivas sin demasiado riesgo de tipos", señala Seidner.
Por último, Seidner descarta que sea más atractivo invertir ahora en mercados privados de deuda, ya que "se corre el riesgo de iliquidez", y confirma, igual que lo hace Clarida, que el principal riesgo en este momento es el geopolítico. "Vivimos en un mundo fragmentado y hay guerras en Europa y Oriente Medio. Uno de los grandes riesgos es que estos conflictos escalen a una confrontación mundial. No es un riesgo cero, y aunque sea pequeño, es el más peligroso", confirma.