
En los últimos meses, Brasil se ha convertido en el principal proveedor de petróleo de España, que ahora importa casi todo el crudo que necesita de América. Ahora, Brasil es el mercado favorito donde las refinerías nacionales compran buena parte del crudo, que tras un proceso de refino se convierte en la gasolina y el diésel que tanta demanda tiene. Todo hace indicar que España va a tener petróleo para rato, porque los últimos datos publicados por la Agencia Nacional del Petróleo de Brasil revelan que las reservas de crudo han aumentado con mucha intensidad en el país sudamericano durante el último año. Los nuevos descubrimientos, las condiciones del mercado y la mejora de la tecnología han permitido que las reservas probadas de crudo en Brasil hayan aumentado en más de 2.000 millones de barriles. Todo ello encaja perfectamente con el plan diseñado por Petrobras y el Gobierno de Brasil, que pasar por seguir aumentando la producción de crudo y obtener el mayor rendimiento a las inversiones realizadas durante años.
Brasil ha sido el principal suministrador de crudo a España en los primeros meses de 2025, casi triplicando los datos de un año antes al registrar un crecimiento interanual del 198,5%, lo que ha supuesto una aportación del 18,8% del total de importaciones a España de crudo. Según los datos de Cores, España importó cada día unos 270.000 barriles de petróleo brasileño, frente a los 150.000 barriles de crudo de EEUU o de México. El crudo que 'mana' de Brasil se ha convertido en el más importante para España con diferencia. En el pasado, EEUU y México ocuparon un papel más importante, pero en los últimos meses ha sido el crudo brasileño el que se ha impuesto... y hay crudo brasileño para rato.
El aumento de las reservas en Brasil ha sido de alrededor de 2.171 millones de barriles de crudo. Solo el aumento de estas reservas se podría cubrir la demanda entera de España durante cuatro años. Así, Brasil contaba en 2024 con reservas probadas de petróleo de 16.841 millones de barriles, un volumen en un 5,92% superior al de 2023, según un informe divulgado este miércoles por la Agencia Nacional del Petróleo (ANP, regulador). El crecimiento de las reservas probadas, es decir de las consideradas como recuperables comercialmente, se produjo pese a que las empresas que operan en el país extrajeron el año pasado 1.242 millones de barriles del crudo, de acuerdo con el informe.
Brasil es el rey del petróleo en Sudamérica
Este aumento de las reservas probadas permitirá a Brasil seguir con sus ambiciosos planes para aumentar la producción y seguir liderando el bombeo de crudo en Latinoamérica durante muchos años. Pese a la impresionante irrupción del crudo de Argentina y Guyana, estos dos países no tienen potencial para superar los dos millones de barriles diarios, mientras que Brasil podría superar los 4 millones diarios de producción para 2030. Esta cifra destaca frente a los 750.000 barriles que produce Argentina, los 640.000 de Guyana o los 900.000 de Venezuela. Brasil es el rey del petróleo en Sudamérica.
Según destaca la AIE en su último informe mensual, Brasil va a incorporar cinco nuevos buques flotantes de producción, almacenamiento y descarga (FPSO por sus siglas en inglés) entre 2025 y 2026. Esto se suma a las ocho nuevas instalaciones puestas en funcionamiento en los últimos dos años. Los cinco FPSO de este año y el próximo añadirán una nueva capacidad que alcanza el millón de barril diarios, con una previsión de suministro de petróleo de un promedio de 3,9 millones de barriles cada día en 2026, frente a los 3,4 millones de barriles que está produciendo en la actualidad. Buena parte de ese crudo va a directo a España.
Por qué crecen las reservas
Volviendo a las reservas, descontando el petróleo extraído, las reservas crecieron un 14,80% el año pasado, según la ANP, cuyo balance tiene en cuenta las informaciones reportadas por todas las petroleras que actúan en Brasil y que explotan 4.373 zonas productoras en 427 campos petroleros.
Según el ente regulador, el aumento de las reservas obedeció al descubrimiento de nuevos yacimientos, al desarrollo de nuevos proyectos y a la declaración de viabilidad comercial de áreas que venían siendo exploradas. Los datos indican que el índice de reposición de las reservas petroleras en Brasil fue del 173,63% el año pasado y que el país tiene proyectos comerciales capaces de producir un volumen en un 114,47% superior al explotado hasta diciembre pasado.
En cuanto al gas natural, las reservas probadas crecieron un 5,17%, hasta los 546.020 millones de metros cúbicos. Tan solo en 2024, las empresas que operan en Brasil extrajeron 56.070 millones de metros cúbicos de gas natural.
De acuerdo con el Instituto Brasileño de Petróleo y Gas, Brasil es el octavo mayor productor de petróleo del mundo y el primero de Latinoamérica. En cuanto a los exportadores, Brasil aparece en el séptimo lugar en la lista, pero el Gobierno brasileño prevé que, con el aumento de la producción en las reservas descubiertas en aguas muy profundas del Atlántico, el país puede convertirse en uno de los cinco mayores exportadores antes de 2030.