
Pese a la volatilidad registrada en los estertores del mes de marzo, el trimestre que acabó esta semana ha sido uno de los más positivos que se recuerdan para la banca europea. Primero, por ser uno de los más alcistas (pese a todo) de los últimos tiempos. De hecho, el Stoxx Europe 600 Banks, que reúne a las empresas continentales cuya principal fuente de ingresos procede del ámbito financiero, registra su trimestre más alcista desde el inicio de la recuperación del Covid, cuando aparecieron las primeras vacunas para protegerse del virus y los mercados celebraron la cercanía de una vuelta a la normalidad.
No obstante, los tres primeros meses del 2025 no sólo vendrán marcados por su positiva evolución, sino por dar continuidad a la racha que acumula el selectivo. Y es que, el selectivo bancario europeo ha registrado su décimo trimestre consecutivo de ganancias, algo que no se veía desde antes de la crisis financiera de 2008. Concretamente desde el periodo que abarca de 2003 a 2006, en el que se revalorizaron más de un 100% y llegaron a cotizar cerca de sus máximos históricos.
El sector bancario también está lidiando con la incertidumbre geopolítica. Sin embargo, "el anuncio de un aumento significativo del estímulo fiscal en Alemania y una fuerte subida de los rendimientos de los bonos en todo el continente podrían permitir a los bancos mantener niveles de rentabilidad más altos durante más tiempo", afirma Marco Troiano, responsable de calificación de instituciones financieras de Scope Ratings.
"Con unos tipos más altos y unas curvas de rendimiento potencialmente más pronunciadas, los bancos europeos podrían seguir beneficiándose de unos diferenciales más elevados durante más tiempo del previsto anteriormente, prolongando la racha de resultados positivos de 2022-2024", destaca el experto que aventura que si el actual entorno de tipos se consolida, también lo hará la alta rentabilidad del sector, lo que sería positivo para el perfil crediticio de algunos bancos.
Los mayores ganadores en este escenario son los bancos con grandes bases de depósitos cautivos.
Todo ello permitiría al Stoxx Europe 600 Banks recuperar parte del terreno perdido desde la crisis. Y es que, pese a registrar una racha como la previa a la crisis financiera, aún cotiza casi un 45% por debajo de los niveles previos al boom del sector financiero (cuando acabó la última gran racha del sector en 2006), antes incluso de sus niveles más altos de la historia, que registró en 2007 y que quedan aún a un 52% de distancia.
El consenso de mercado ve un recorrido aún al selectivo de un 8% de cara a los siguientes doce meses, hasta alcanzar los 279 puntos, lo que supondría quedarse aún alejado de los altos históricos del selectivo.
España, entre los países que más pondera
El índice sectorial bancario, que utiliza el estándar de mercado ICB (Índice de Clasificación Industrial), es el que mejor comportamiento registra de los 20 supersectores que componen los índices Stoxx. Se revaloriza en lo que va de año un 21%, mejorando el comportamiento del resto de subsectores y superando con creces el 5% de rentabilidad que ofrece el Stoxx 600 en 2025.
En su comportamiento ha influido en buena medida el buen hacer de los bancos españoles desde enero. No en vano, cinco de los 10 bancos que más suben en bolsa en el Stoxx Europe 600 Banks tienen pasaporte español. Algo que ha disparado al índice, porque los bancos españoles pesan un 16% sobre su evolución, los segundos que más lo hacen después de los de Reino Unido, que ponderan un 29%.
"Uno de los casos de éxito dentro de los sistemas bancarios de la Unión Europea ha sido el de España. El sector bancario español se ha visto reforzado por un entorno macroeconómico sólido, con el PIB creciendo más en 2024 que en cualquier otra de las grandes economías del mundo", destaca Luca Evangelisti (Jupiter AM), quien asegura que los bancos están bien posicionados para beneficiarse de una curva de tipos más pronunciada que refuerce su rentabilidad y les permita seguir manteniendo altos niveles de capital: "Estas dinámicas deberían seguir respaldando los actuales bajos costes de financiación y la elevada rentabilidad, que han sido los principales impulsores del reciente comportamiento superior del sector".
Desde el banco suizo apuntan a que esta dinámica ha estado impulsada por el nivel elevado de los tipos de interés, que han ido aumentando de forma progresiva desde 2022 y que solo comenzaron a bajar hace 12 meses, después de una década en niveles del 0%. Y es que, los bancos europeos también se han beneficiado de un aumento en el crecimiento del crédito, que repuntó a finales del año pasado, especialmente en España, mostrando tasas de crecimiento superiores a la media.