
En un primer momento, los inversores compraron la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca como un elemento positivo para los mercados. Sin embargo, el nuevo presidente de Estados Unidos parece buscar enemistarse con algunas de las principales potencias del mundo y los inversores están optando por huir de Wall Street y relocalizar sus inversiones en otras zonas, como puede ser Europa. Mientras las bolsas del Viejo Continente consiguen aguantar el envite bajista y aún registran revalorizaciones a doble dígito, incluso tras los recientes retrocesos, al otro lado del charco, Wall Street sufre las garras del rojo en el año. Aunque toda parte negativa conlleva también cierta parte positiva. En el caso del mercado estadounidense, estas últimas caídas han provocado que tanto el S&P 500 como el Nasdaq 100 consigan abandonar la zona crítica: la prima a la que se adquieren ya no permitiría hablar de territorio de burbuja. Pese a que hoy los índices estadounidenses respiran ante la posibilidad de una retirada de la amenaza de aranceles a Canadá.
Las últimas correcciones han provocado que Wall Street salga del territorio de burbuja (considerada como cotizar con una prima del 20% sobre la reversión a la media), que ocupaba una de las principales preocupaciones tanto de inversores como expertos a finales del 2024. No obstante, Wall Street sigue adquiriéndose a precios elevados. Actualmente, el S&P 500 se compra en 2025 con una prima del 15% con respecto al multiplicador de beneficios medio histórico, de 18 veces y cotiza a un PER (veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción) de 20,7 veces.
En el caso del selectivo de la tecnología, el Nasdaq 100 ha reducido la prima con la que se compraba con respecto a su media histórica (de 23 veces) al 7,3%, y sitúa actualmente su multiplicador de beneficios para 2025 en las 24,6 veces.
A este lado del charco, e incluso tras el fuerte avance que acumula en 2025, el Stoxx 600 se sigue comprando con descuento sobre su media histórica, del 6%, al cotizar a un PER de 14,54 veces sobre los beneficios esperados para 2025.

"Mientras Europa se encamina hacia un mayor gasto público, en Estados Unidos la narrativa parece ir en dirección opuesta, con señales de restricción fiscal. Esto ha llevado a un ajuste en las asignaciones de capital, donde las acciones estadounidenses comienzan a actuar como una fuente de liquidez para inversiones en mercados históricamente infravalorados como Europa y China. Aunque aún estamos lejos de un cambio estructural en las ponderaciones de las carteras globales, la tendencia es clara: el dominio absoluto del mercado estadounidense ya no es incuestionable", subraya Javier Molina, analista senior de mercados para eToro.
También en este sentido apuntan desde Citi y HSBC, que han comenzado a valorar como neutral la posición en el mercado norteamericano. Desde Citi advierten que "la hegemonía de las acciones estadounidenses está en pausa" y desde HSBC ven "mejores oportunidades en otros lugares por ahora".
El pasado 19 de febrero, ambos índices marcaban máximos históricos en los 22.175 puntos en el caso del índice tecnológico y de 6.144 puntos en el del S&P 500 y, desde aquel techo, iniciaron una senda descendente que les ha llevado a perder algo más de un 12% y casi un 9% de su valor respectivamente. Tan solo en las escasas siete jornadas que acumula marzo, los descensos suponen hasta siete y casi seis puntos de esas correcciones. De cerrarse ahora mismo el mes, ese sería para ambos índices su peor saldo mensual desde diciembre del 2022.
Estos últimos desplomes han llevado a ambos índices de Wall Street a registrar números rojos en el ejercicio: el S&P 500 cede un 4,5% desde que comenzó el año y el Nasdaq 100 extiende su descenso hasta el 7,5% desde principios de enero.
"Los anuncios de aranceles avanzan a velocidad de vértigo. El presidente Trump los aplicó a China (¡dos veces!) e impuso varios a Canadá y México que luego ajustó. También anunció aranceles recíprocos al resto del mundo, a partir de abril. Las cantidades parecen desalentadoras, y los mercados han respondido con miedo, incertidumbre y pavor. En conjunto, vemos la volatilidad como un signo de reacción exagerada. El nivel de los aranceles suena aterrador, pero son pequeños en comparación con el tamaño de la economía estadounidense. Creemos que la volatilidad del mercado bursátil acabará dando paso a un movimiento positivo en los mercados", opina Damian McIntyre, gestor de carteras y analista cuantitativo senior en Federated Hermes.
Tanto el PER del S&P 500 como el del Nasdaq 100 sigue siendo un múltiplo elevado, pero, aun con todo los vaivenes del mercado, los expertos siguen pronosticando una nueva cosecha histórica de beneficios para los dos índices. En el caso del principal índice de Wall Street, los analistas esperan un BPA (beneficio por acción) de 270,78 dólares por acción, lo que supondría un incremento de hasta el 14% con respecto a la cifra de 2024, de 236,95 dólares.
Por su parte, la tecnología, el sector que ha concentrado en sus cuentas de resultados todas las miradas, presentaría ganancias por acción de 788,51 dólares, lo que supondría una mejora de hasta el 22% con el dato de 2024, de 645,66 dólares por acción.
Lo cierto es que esta temporada de resultados ya ha dado cuenta de que, a nivel operativo, sigue la senda creciente y (a falta de que presenten cinco compañías para dar por cerrada esta época de balances), de media, las empresas del S&P 500 han batido hasta en un 7% las estimaciones del mercado para el conjunto del 2024. En el caso del Nasdaq 100, ese porcentaje de sorpresa se ha situado en el 6%.
El futuro cercano
Cuál será la evolución de las bolsas americanas es la gran incógnita que sobrevuela el mercado. "Es probable que el mercado siga manteniéndose muy errático a corto plazo, marcado por la preocupación sobre la situación geoestratégica (y el efecto de la política arancelaria en las cifras futuras de crecimiento, inflación y, eventualmente, en los beneficios empresariales)", expone el equipo de análisis de Bankinter.
A nivel técnico, el Nasdaq 100 está cada vez más próximo a la zona de compra marcada desde Ecotrader por el asesor técnico, Joan Cabrero. El experto sitúa el nivel que permitiría volver a adquirir tecnología estadouniense en lso 18.700-19.000 puntos, hasta los que el selectivo aún tiene una caída adicional del 3%.
Más cercano aún se encuentra el S&P 500, cuya zona de compra se localiza en los 5.520 puntos, según los expertos, de los que tan solo se separa a un retroceso de menos del 1%. "Es válido abrir posiciones en los niveles mencionados, pero teniendo claro que el mercado debería de respetar los soportes clave. Si las caídas van más allá y ambos índices perforan sus respectivos niveles, el panorama técnico se tornaría más complejo y potencialmente bajista", advierte Cabrero.