Bolsa, mercados y cotizaciones

Mucha (Wellington): "El contexto geopolítico actual es el más complejo, impredecible y peligroso que he visto en décadas"

  • "Taiwán es el conflicto potencial más serio que puede haber en los próximos años"
  • "Un ciberataque masivo a infraestructuras críticas es lo que más me quita el sueño"
  • "Quien gane la carrera de la IA tendrá una ventaja significativa en seguridad"
Thomas Mucha, estratega geopolítico de Wellington Management. Foto: Wellington Management
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"Quien fue periodista, será siempre periodista", reconoce Thomas Mucha, estratega geopolítico de Wellington Management. La conversación con el experto en geografía política comienza recordando su pasado en la prensa, donde pasó más de 20 años, entre 1991 y 2015, trabajando como redactor y editor en medios como CNN, Chicago Business, la revista de negocios de Time o GlobalPost. Mucha cambió las columnas y el trabajo editorial hace ya una década, cuando la gestora Wellington llamó a sus puertas para ofrecerle encargarse del análisis geopolítico para la firma. Ahora pasa buena parte de su tiempo "hablando con personal de la CIA, Pentágono, Departamento de Estado, Consejo de Seguridad Nacional...", y tratando de "entrar en su cabeza para entender cómo cambia el contexto político", algo que considera clave para los inversores. "Los políticos crean el contexto en el que vamos a tener que invertir", explica.

Su análisis actual no deja mucho espacio al optimismo, al menos en cuanto a estabilidad política y paz se refiere, de cara los próximos años. En la charla de despedida, resume su análisis de la situación: "Los ciclos geopolíticos son largos, duran unos 100 años", y reconoce que todo apunta a que estamos llegando al final de una era de prosperidad y paz, que probablemente no se parecerá en nada a lo que el mundo va a vivir en las próximas décadas. "Todo el mundo se está armando hasta los dientes", explica preocupado.

En los últimos años, la geopolítica se ha convertido en un factor clave para los mercados, con muy malas noticias, pero ahora tenemos un momento en el que parece que se está viendo luz al final del túnel, en conflictos como la Guerra de Ucrania, o el de Oriente Medio. ¿Cómo ve la situación geopolítica mundial ahora? ¿Cree que va a ser un componente positivo, a mejor para los mercados, en los próximos años?

Llevo haciendo esto durante mucho tiempo, y no he visto, nunca jamás, a los profesionales de Seguridad Nacional tan preocupados por el contexto geopolítico que hay en este momento. Es el contexto más complejo, impredecible y peligroso que los políticos han visto en décadas. Ese es un dato muy importante para nuestra forma de invertir, porque este contexto geopolítico tan desestabilizador está haciendo que todos los políticos con los que yo hablo se enfoquen mucho más en seguridad nacional. Este contexto de fondo desestabilizador está cambiando los fundamentos de la orientación política, y creo que es un nuevo escenario desde el punto de vista desde la inversión, y es un contexto que tienen que entender los inversores. Todos hemos crecido en un mundo que era pro globalización, integración... y todo el mundo se movía más o menos en la misma dirección en cuestiones políticas, pero en este contexto tan disputado, en el que hay gran competición por el poder, y estrés general, creo que los líderes mundiales están prestando mucha más atención a la seguridad nacional. Y esto tiene implicaciones políticas y de mercado muy importantes.

¿Cuáles son las más importantes?

La primera es bastante evidente: vamos a seguir viendo un crecimiento sostenido y estable en gasto en defensa en todo el mundo. Los líderes ven el contexto tan desestabilizador que hay, ven lo que está haciendo Rusia, ven el rearme de China, y la inestabilidad y conflictos que estamos viendo en Oriente Medio, y están gastando más en defensa, porque la seguridad nacional es prioritaria. Pero no es sólo ese contexto desestabilizador: también es que ahora hay menos confianza en el paraguas de seguridad que supone Estados Unidos. Además, por los conflictos en Ucrania y Oriente Medio, los arsenales militares se han visto consumidos de forma significativa. Por lo que va a haber una tendencia en el mundo para revitalizar las bases industriales de defensa. Creo que vamos a ver una continuidad en el gasto en defensa en el mundo.

La segunda implicación viene por la parte política, y tiene que ver con el desacoplamiento estratégico. Se debe tener el punto de mira en industrias específicas que se han considerado estratégicas en este proceso de competición por el poder. Industrias que se usan para seguridad nacional, y son tecnologías con usos tanto militares como civiles, que serán críticas en el futuro. Semiconductores, comunicaciones de la siguiente generación, todo lo que tenga que ver con el espacio desde el punto de vista militar, la robótica, drones, defensa cibernética, y especialmente, la inteligencia artificial. Todos estos sectores están recibiendo más protección y promoción, y creo que eso va a continuar. Tanto EEUU y sus aliados, como China, están intentando distinguirse en estas áreas, todo en base a las preocupaciones por la seguridad nacional. Todos los países quieren mejorar su posición en estos sectores críticos.

¿La innovación militar está creando ahora avances tecnológicos de uso civil?

El foco de la innovación en defensa se ha acelerado por dos factores importantes. El primero es el conflicto en Ucrania, una tragedia humanitaria, pero desde un punto de vista estrictamente militar, las lecciones se aprenden en los campos de batalla, y creo que lo que hemos visto en esta guerra, como la importancia de los drones, de la guerra electrónica, ha incentivado a los planificadores militares hacia este camino de innovación en defensa. El segundo desarrollo en este sentido es la inteligencia artificial, y cómo es de importante en la competición por el poder. La mayor parte de los políticos de seguridad nacional con los que yo hablo creen que quien gane la carrera de la IA, tendrá una ventaja significativa en el contexto de seguridad nacional. El Pentágono, por ejemplo, está bastante avanzado en el uso de la IA: lo usa en cuestiones analíticas, en cuestiones de predicción, planificaciones, y también, desde luego, lo usan en sentido operativo, como ocurre en el sector privado, para gestionar las cadenas de suministro, cuestiones logística, pago de nóminas... etc.

En el frente militar, si distinguimos entre el bloque OTAN por un lado, y su rival, con China, Rusia y sus aliados, por otro ¿Hay todavía un dominio del primero?

China ya se considera, por parte del Pentágono, la CIA y el Departamento de Estado, como casi un competidor a la par de EEUU en poder militar. Están muy cerca en muchas áreas. China ha sido muy exitosa en la última década a la hora de modernizar sus capacidades militares, y sigue haciendo inversiones significativas en áreas que son muy importantes para esta dinámica de la seguridad nacional. China ha invertido más en su armada, en la guerra electrónica, en misiles de corto, medio y largo alcance, en armas nucleares y en el espacio, tanto en la parte comercial como militar. Los políticos en EEUU, en Bruselas... etc., están mirando esto, y ven a China como un competidor muy cercano, que ha cerrado el gap rápidamente en estas áreas. Además, un motivo más de preocupación para estos políticos es la colaboración estrecha que hemos visto en los últimos años entre China y Rusia, sobre todo por la parte económica y diplomática, y una mayor coordinación con Irán, que provee a Rusia con todo tipo de hardware militar para Ucrania, y más recientemente, con Corea del Norte, que ya ha provisto de tropas a Rusia para la guerra en Ucrania. No es solo la OTAN vs China, sino más bien OTAN vs China, Rusia, Irán, Corea del Norte... La verdad es que hay una fractura del orden global en este momento, y esto incluye el resto del mundo. Ahora hay un contexto geopolítico estructural muy complejo, fracturado, fluido y transaccional. Es mucho más que solo EEUU vs China. Está fracturado, y esa es una de las razones por las que los políticos nacionales están tan preocupados. Este contexto promueve conflictos y hace más difícil tener cooperación.

"China ya se considera en el Pentágono, la CIA y el Departamento de Estado casi un competidor a la par de EEUU en poder militar"

Y en esta fractura, ¿Qué piensan estos políticos de los que me habla sobre España? Trump la ha catalogado como país 'BRIC', y se han visto lazos estrechos del gobierno actual con países del bloque aliado de Rusia y China, como es Venezuela, a pesar de ser España miembro de la OTAN ¿Puede haber consecuencias?

Es difícil ver cómo va a lidiar la administración Trump con cada país concreto en los próximos cuatro años, pero diré que la mayor parte de la gente con la que hablo relacionada con la seguridad nacional están muy centrados en tener buenas relaciones con los países OTAN y con la UE, en general. España está posicionada en ambas. Y es probable que esto se mantenga bastante más allá de los próximos cuatro años. Una cosa que sí espero de la administración Trump, y esto aplica a todos los países, no sólo a España, es que buscarán usar un acercamiento más transaccional y bilateral en sus relaciones internacionales. Si bien la administración Biden tendió a trabajar con instituciones multilaterales, ahora hay amenazas de aranceles, y negociaciones bilaterales, país por país. Así, cada país tendrá que tomar sus propias decisiones.

En esta competición por del poder que hay entre EEUU y China, hay economistas y analistas que creen que China superará a Estados Unidos como el próximo líder mundial. Un ejemplo de ello es Ray Dalio, con su último libro "El nuevo orden mundial". Pero hay otros que lo descartan. ¿Qué opina?

Creo que hay una gran variedad de perspectivas, y creo que hay un nivel de incertidumbre considerable. Es obvio que China ha hecho avances increíbles en la parte económica durante las últimas décadas. Ha sido un milagro, desde el punto de vista económico, y China ha creado un motor económico tremendo, que ahora se está desplegando el frente comercial, pero también en el diplomático y geopolítico. Creo que la fusión de poder económico, diplomático... es una dinámica clave, y creo que, tanto EEUU como China, se inclinan por reducir sus dependencias externas en esos sectores estratégicos que son importantes en la competición de poder que hay.

También creo que EEUU y China quieren seguir manteniendo relaciones económicas entre ellos. La trayectoria económica de China es muy importante para el futuro de las relaciones entre China y EEUU, y el resto del mundo occidental. Ahora estamos enfocados en los retos económicos que tiene China por delante, como el crecimiento, el mercado inmobiliario, la demografía... hay retos estructurales en la economía china, y habrá que ver cómo lo solucionan en los próximos años, pero, a largo plazo, sí creo que la economía china seguirá siendo un motor poderoso, y una pieza clave de esta dinámica geopolítica global.

En los últimos años he escuchado mucho que EEUU está cambiando su enfoque estratégico, y que ya no está tan interesado en Europa, y tiene el punto de mira puesto en el sudeste asiático. ¿Es así?

Desde el punto de vista de seguridad nacional, hay un enfoque más fuerte en el sudeste del Pacífico, en Taiwán, más concretamente. En los últimos años se han visto muchos ejemplos concretos, con EEUU dando pasos militares para aumentar su posición en la zona. Hemos visto nuevos acuerdos para crear bases militares con Japón, con Corea del Sur... hemos visto una base nueva de Marines en Guam, se han creado nuevas bases en Filipinas... y también se ha creado el Aukus, (la alianza con de EEUU con Australia y Reino Unido), se ha creado el Quad, que es EEUU, Australia, Japón e India, que está aumentando en importancia... creo que no hay duda de que, desde el punto de vista de la seguridad nacional, EEUU está moviéndose en esa dirección.

Sin embargo, es importante matizar que es porque el marco de la OTAN se ha establecido tan bien durante tanto tiempo, y el hecho de que el marco de la OTAN ha aumentado en otros dos países en Europa, y la coordinación entre la OTAN ha sido muy buena desde que empezó la guerra en Ucrania, que los políticos se han podido permitir centrarse más en la zona del pacífico índico. Creo que a futuro EEUU va a pensar menos en Europa, porque los conflictos potenciales del futuro, la mayor parte de ellos, se concentra en el pacífico índico. Hay una tendencia de centrarse más en los problemas que tienes a mano.

"EEUU está moviendo su punto de interés hacia el Pacífico porque el marco de la OTAN se ha establecido muy bien durante mucho tiempo y ya puede permitirse centrarse más en otras zonas"

¿Qué probabilidad cree que hay de que veamos un conflicto militar entre EEUU y China por Taiwán en los próximos años?

No puedo dar una cifra, pero diré que la mayor parte de los políticos con los que yo hablo se toman esta cuestión con mucha preocupación, y están muy atentos a lo que hace China en la zona, y a lo que hace Taiwán, y como he dicho, ha habido pasos muy concretos que se han dado en nombre de la prevención, para intentar evitar que esto ocurra. Yo diría que es el conflicto geopolítico que más atención recibe en este momento en mis círculos. Ucrania es el más inminente, pero creo que Taiwán es, potencialmente, el conflicto más serio que puede haber, desde un punto de vista de un conflicto entre grandes poderes.

¿Cómo cree que va a evolucionar la guerra de Ucrania? Se habla de sentarse a la mesa de negociación...

Sí creo que las condiciones están mejorando para que haya conversaciones de alto el fuego, y creo que este es el caso porque, tanto Ucrania como Rusia, probablemente están lidiando con su capacidad de continuar este conflicto con la intensidad que ha habido en estos años. Hay una alta probabilidad de que haya conversaciones este mismo año y, potencialmente, algún tipo de alto el fuego. Pero, hasta ese momento, estoy preocupado por lo que pueda ocurrir, porque, desde mi punto de vista, lo que importa es lo que ocurra en el campo de batalla. Esto determinará cómo son estas negociaciones, qué terminaremos viendo, y creo que lo que hemos visto en las últimas semanas son movimientos, tanto por parte de Rusia, como por parte de Ucrania, para mejorar sus posiciones en el campo de batalla de cara a estas negociaciones. Ucrania ha entrado más profundamente en Rusia, con misiles, Rusia ha atacado la infraestructura de Ucrania... pero todo se basa en la intención de mejorar las condiciones que hay en el campo de batalla, antes de que se produzcan las negociaciones. Seguimos todavía en una fase de escalada, antes de que lleguemos a ese momento. Pero sí creo que hay una luz al final del túnel.

¿Qué me dice del conflicto en Oriente Medio?

Esta es otra tragedia humanitaria que va más allá de cualquier implicación en los mercados, y yo creo que hay todavía potencial para que haya más inestabilidad. Es un momento clave para Oriente Medio en muchos sentidos, y yo creo que lo más probable es que haya una continuidad de las fricciones entre Israel y Hamás, Israel y Hezbollah... Tengo grandes preguntas sobre el futuro de Siria, teniendo en cuenta la caída del régimen de Assad, y lo que puede venir después, y cómo esto afecta en una región tan crítica. Los hutíes siguen interfiriendo las rutas marítimas, por lo que hay muchos puntos de fricción en la zona. Y requieren nuestra atención. Para mí, el más grande es qué ocurre con las relaciones entre Israel e Irán a futuro, particularmente en torno al programa nuclear de Irán. Y si Israel toma acciones adicionales para borrar esta amenaza existencial. Para mí, esa es la gran pregunta que hay a futuro, porque, si se produce un conflicto regional que entra en una espiral, eso tendrá efectos tremendos en los mercados, a través del canal de las materias primas, de la inflación, del impacto en la política de la Reserva Federal y otros bancos centrales... Por todo esto, me inclino a centrarme en la situación entre Irán e Israel a futuro, y cómo juega esta situación la nueva administración Trump. Hay muchas preguntas en el aire sobre esta zona geográfica tan inestable.

Hace pocos días Trump criticó a la OPEP y le exigió que baje el precio del petróleo. ¿Vamos a ver un nuevo frente en este sentido? ¿Y cree que esto terminará ocurriendo? Que la OPEP se vea forzada a bajar los precios del petróleo.

No lo sé. En lo que tengo confianza es en que vamos a continuar viendo una diplomacia agresiva por parte del presidente, y creo que va a ser muy claro con lo que él quiere, y, de nuevo, hemos visto este patrón de comportamiento en las primas semanas de su administración, y creo, y sé, que hay un enfoque fuerte puesto por parte de esta administración en la producción de petróleo en EEUU. Esa es una parte de todo, y creo que vamos a seguir viendo esfuerzos por parte de la administración para incrementar la producción de petróleo en el país. Pero creo que vamos a ver un periodo en el que va a haber una diplomacia coercitiva, más agresiva, pero que todo tiene un objetivo: alcanzar nuevos acuerdos. Es el arte de cerrar acuerdos. Así es como creo que va a operar el presidente Trump. Yo pongo esos comentarios de la OPEP en un contexto más amplio, en el que EEUU querría usar su poder económico como una ficha de negociación para el futuro. Y eso se aplica a todo el planeta, va más allá que sólo la cuestión de la OPEP.

En los últimos años ha habido un deterioro en las relaciones entre EEUU y Arabia Saudí, durante la administración Biden, se dice que por el asesinato de Khashoggi, y ahora llega Trump con esa negociación agresiva. ¿Cree que Arabia Saudí está enfadada por estas actitudes de los presidentes y que la relación entre los dos aliados se va a deteriorar?

Es complicado... No estoy seguro, pero mi sospecha es que las relaciones entre EEUU y Arabia Saudí van a seguir siendo buenas, en particular durante el mandato de Trump, y porque el interés de los dos países se alinea en la región. Y creo que vamos a seguir viendo esfuerzos para conseguir alcanzar un acuerdo diplomático entre Arabia Saudí e Israel. Creo que ese es el camino hacia la paz, en una región en la que tiene que haber algún tipo de reconciliación entre esos dos poderes, pero creo que una gran parte de esto va a depender de los eventos que ocurran, particularmente lo que ocurra con Irán y otros países. El tema, de nuevo, es un incremento de la incertidumbre, y una lista de consecuencias potenciales muy larga. No solo para Oriente Medio: esto es así en Ucrania, en Taiwán... todo esto forma parte de la fotografía estructural que he dibujado antes, de un mundo más fragmentado, transaccional, y fluido en cuestiones geopolíticas.

En este contexto que presenta, ¿cree que se va a crear un entorno de más inflación de la que ha habido entre la Gran Crisis Financiera y la pandemia de Covid-19?

Creo que todo de lo que hemos hablado hasta ahora me sugiere que vamos a tener una inflación estructural más alta a futuro y, en consecuencia, tipos de interés estructuralmente más altos a futuro. Y también, en consecuencia, un crecimiento mundial más bajo. Si hay disrupciones en las cadenas de suministro, y creo que esto continuará, veremos el impacto que tienen los aranceles en este sentido, y las políticas de inmigración en EEUU. Pero creo que, en general, un mundo más fracturado y menos cooperador, presentará inflación estructuralmente más alta. Sí creo que ha llegado el momento de que los gestores de fondos se preparen para este mundo y posicionen sus carteras para un entorno de inflación más alta, tipos más altos y crecimiento más bajo. Será volátil, será muy diferenciado, y la otra parte de esto es que creo que los ciclos económicos futuros van a ser más cortos, y más diferenciados de lo que vimos en los años de la globalización. Esto genera todo tipo de oportunidades de inversión, para encontrar ganadores y perdedores en este cambio de contexto macroeconómico.

"Todo lo que hemos hablado hasta ahora me sugiere que vamos a tener una inflación estructural más alta a futuro, con crecimiento más bajo, y ciclos económicos más cortos que en los años de la globalización"

¿Será el sector de defensa uno de los ganadores?

Sí, me inclino mucho por varios temas de inversión en este contexto geopolítico: las históricas empresas de defensa, que son las firmas tradicionales del sector. Las que hemos conocido durante toda la vida, y que producen la mayor parte de las aplicaciones militares. Las Raytheons, las Lockheed, BAE... Esa industria va a tener vientos de cola estructurales, teniendo en cuenta el impulso en el gasto en defensa que estamos viendo en todos lados. Pero estoy más interesado en un tema secundario en innovación en defensa. Este es el área en el que el Pentágono, el PLA, y la mayor parte de países OTAN están invirtiendo con fuerza, y son los semiconductores, las comunicaciones de próxima generación, el espacio, los ciborgs, la IA... Yo creo que ese tema es clave para ver cómo los ejércitos se están organizando para el futuro. Yo creo que ese tema es particularmente interesante, no sólo en mercados públicos, sino particularmente en mercados privados, donde hemos visto una explosión de las empresas de innovación en defensa, y a Silicon Valley aumentando sus conexiones con el Pentágono. Y los otros dos temas a los que presto más atención están relacionados con el clima, desde el punto de vista de la seguridad nacional.

¿Cuestiones relacionadas con el cambio climático?

Si. La resistencia al cambio climático creo que es la forma más directa de invertir en esta tendencia a través de la lente de la seguridad nacional. Hay una preocupación grave sobre las regiones ecuatoriales, y el trópico, relacionadas con el cambio climático y con un punto de vista de la seguridad nacional. Es en estas zonas donde el cambio climático está golpeando más fuerte, y también es donde están muchos de los puntos calientes geopolíticos, desde Norte de África, hasta Oriente Medio, Irán, Afganistán, la frontera China con India, la de India con Pakistán, hasta Taiwán... Y la realidad es que el Pentágono está previendo más problemas geopolíticos a futuro en estas zonas calientes. Se esperan más dedicación de recursos por ello, más migraciones por el clima, más estados fallidos, más extremismo, ya que ven el clima como un multiplicador del estrés en este contexto. Por eso la idea de adaptación es conseguir hacer que estos países, en las zonas calientes, sean más resistentes al incremento de las temperaturas, a que haya más tormentas, más inundaciones, escasez de agua y comida, y creo que hay un viento de cola estructural muy poderoso tras la adaptación al clima, porque importa mucho desde el punto de vista de la seguridad nacional. También creo en este sentido que la descarbonización va a ser un tema de inversión muy importante en los próximos años, porque todo político con el que hablo mira la energía cada vez más con sus lentes estratégicas, y todos los países quieren asegurar sus fuentes de energía, y no solo eso: las tecnologías tras la energía verde se están considerando estratégicas. Así, hay muchas maneras distintas de posicionar las carteras para un mundo que está más enfocado en cuestiones de seguridad nacional.

Esto me recuerda a lo que está ocurriendo en el ártico. Hace ya más de 10 años escribí sobre el descongelamiento de los polos, y cómo esto lo convertía en una zona cada vez más estratégica, por las materias primas y las nuevas rutas de transporte. Rusia está reactivando antiguas bases militares en el ártico. ¿Cómo cree que esto va a evolucionar, en un momento en el que Trump está presionando a Dinamarca para que le dé Groenlandia? ¿Tiene algo que ver?

Tiene todo que ver. Groenlandia está estratégicamente situada por este motivo que has destacado: a medida que el hielo se derrite en el ártico, gana peso como una geografía muy disputada. No solo por recursos naturales, sino también por transporte, (es más barato ir a través del polo que pasar por debajo de Sudamérica o África) y por eso yo creo que el ártico es un punto caliente estratégico en esta gran competición por el poder. Rusia ha aumentado, sí, su actividad ahí, y EEUU se siente por detrás, se siente amenazado en ese frente. Y luego, China tiene muchos proyectos para el ártico. No tiene presencia física en el ártico, pero uno de los aspectos clave en su alianza estratégica con Rusia tiene que ver con el ártico. Groenlandia, y lo que hemos visto en las últimas semanas, tiene una importancia estratégica muy grande. Lo fue en la segunda guerra mundial, y también durante toda la guerra fría. Y hay otras razones de seguridad nacional para su importancia: hay una serie de satélites de espionaje que se pueden operar desde Groenlandia, entre otros lugares. Así, hay fundamentos de seguridad nacional en esta disputa.

Quiero volver a Oriente Medio, antes de pasar a Europa. ¿Cree que hay una relación en la guerra entre Israel y Hamás y el acercamiento de las relaciones que se estaba produciendo entre Arabia Saudí e Israel? ¿Presionó Irán a Hamás para boicotear acuerdos con los ataques del 7 de octubre?

Hay mucha especulación sobre esto. Hay muchos acuerdos pendientes entre Israel y los estados del Golfo, en general. Sí, es algo que tiene sentido para mí, y creo que la mejor forma de entender estas dinámicas lo mejor posible es entender que hay una división geopolítica muy fuerte entre Arabia Saudí e Irán. Arabia representa el lado suní del conflicto, mientras Irán representa el lado chií. Así, tienes una división centenaria, que discurre a través de todo el complejo Oriente Medio. Para mí, la forma en la que intento entender los problemas estructurales generales en la región es entender esta división que existe en el islam, y cómo se acercarán, o no, en el futuro. Desde luego, toda la red de Irán es chií, y la división con los sunís son un aspecto clave en esto. Sí, hay razones para creer que este fue un elemento que tuvo peso en el ataque del 7 de octubre.

En Europa la situación política es cada vez más compleja, y se ha visto en las últimas elecciones al Parlamento Europeo. Ahora hay elecciones en Alemania, y no parece que el mercado esté estresado. ¿Cree que en los próximos 10 años habrá nuevas presiones de ruptura de la UE?

Creo que uno de los aspectos a los que tenemos que prestar atención como inversores son las consideraciones políticas domésticas que estamos viendo, no sólo en Europa, sino en todo el mundo. Estamos viendo un nuevo auge del populismo, del nacionalismo, y creo que este es un factor clave para la dirección a la que se va a mover la geopolítica. Para mí es claro que hay cada vez más división en Europa, en el mismo sentido que hemos visto mayor división en EEUU, o en Canadá, Australia, e incluso Japón y otros países del indo pacífico. Creo que es una tendencia que es más general que de un país individual, y se debe tener en cuenta en el contexto histórico apropiado. Esto no es nuevo. Hay ciclos geopolíticos, hay ciclos políticos domésticos... y yo diría que estamos en un punto muy significativo para la disfunción interna. Hemos tenido 33 golpes de estado, o intentos de golpes de estado, en los últimos 3 años, y es un 100% de los que hubo en la década anterior, y no solo en países inestables, sino en lugares como Corea del Sur, por ejemplo. Creo que es algo a lo que hay que prestar atención desde el punto de vista del inversor, porque las cifras son altas y las implicaciones serán importantes. Cómo esto se desarrolle en Europa, en Alemania, habrá que esperar a verlo, y habrá muchos factores que le afectarán. Desde luego, hay muchos factores que lo llevan en una dirección, como ha ocurrido en EEUU.

"Hemos tenido 33 golpes de estado, o intentos de golpes, en los últimos 3 años en el mundo, un 100% más de los que hubo en la década anterior, y no sólo en países inestables, también en zonas como Corea del Sur"

Otro factor que yo incluiría en todo esto es que la gran competición por el poder genera estrés, particularmente en el bloque de la OTAN, y la disfunción a nivel doméstico les da a los adversarios nuevas oportunidades para interferir en estos procesos. Creo que veremos más actividad para intentar influenciar estos desarrollos, o a dividir más la situación política en Occidente. Está en el interés de un gobierno autoritario, el demostrar que la democracia no funciona, y la mejor forma de hacer eso es continuar generando dudas sobre los procesos electorales. Creo que no puedes divorciar lo que está pasando de forma interna en los países, de la competición internacional mundial por el poder. Porque los países están usando todas sus herramientas para avanzar en sus intereses geoestratégicos.

Si tuviera que nombrar los eventos geopolíticos que más le puedan preocupar que se pudieran considerar 'cisnes negros', ¿Cuáles serían?

Me estás preguntando qué cosas no me dejan dormir por la noche. Por mi trabajo, hay muchas, y he mencionado ya algunas, pero la más importante, de la que más oigo hablar desde el punto de vista de seguridad, es un ciberataque masivo contra infraestructuras críticas, y creo que los países de todo el mundo son cada vez más vulnerables a estos grandes ataques hacia comunicaciones e infraestructuras críticas de todo tipo. También, el riesgo de terrorismo es bastante alto a día de hoy, y estamos viendo el resurgimiento de grupos terroristas en el Sahel, en África, en Oriente Medio, y en otras partes de Europa. Al Qaeda, ISIS, ISIS-K... hemos visto como hay grupos terroristas que se han reorganizado, y eso preocupa mucho en mis círculos también. El potencial de que haya un ataque terrorista a gran escala en el mundo es bastante alto, según los últimos informes de inteligencia, y creo que es algo a lo que los mercados no están prestando atención, y que nosotros, como inversores, debemos tener un ojo puesto en las implicaciones que puede tener, como hemos visto en el pasado reciente. Particularmente lo que ocurrió tras el 11-S.

También mantendría un ojo puesto en lo que está ocurriendo en la península de Corea. Las señales que se están recibiendo son poco tranquilizadoras, en los últimos meses, sobre las relaciones entre Corea del Norte y Corea del Sur. Sobre el programa de armas nucleares de Corea del Norte, y, de nuevo, la participación de Rusia, y la relación estrecha entre ambos países, está levantando nuevas dudas en el frente de la seguridad nacional, sobre lo que puede llegar. Son cuestiones que los inversores no tienen en cuenta en este momento.

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