
Noviembre da paso al último mes del año con el recorte de la rentabilidad de la mayoría de los bonos soberanos en el mercado secundario. La deuda estadounidense refleja la menor de las caídas, pero esta se explica por las elecciones presidenciales de este mes que se salda con la victoria republicana de Donald Trump y con la proyección de los inversores de que vienen unos meses con más inflación de la esperada antes de comenzar el último trimestre del año. Así, el bono estadounidense a diez años ofrece una rentabilidad del 4,26% al cierre de noviembre (sin apenas actividad por el festivo de Acción de Gracias al cierre semanal) con el que borra el efecto provocado tras conocer el nombre del nuevo presidente de Estados Unidos de América.
Los títulos de deuda soberana estadounidense alcanzaron en este mes retornos de casi el 4,5% al entender que las nuevas políticas republicanas traerán consigo un repunte de la inflación dentro y fuera de las fronteras estadounidenses. No obstante, el mercado ha digerido ya gran parte del nuevo contexto en el que llegarán más recortes de tipos de interés por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos, aunque en 2025 vayan a ser menos de las esperadas por los inversores durante la campaña electoral.
Como ejemplo, el reciente incremento del gasto del consumidor en EEUU, que traerá más presión a los precios, apenas tuvo impacto en el mercado de renta fija. "Los inversores están más pendientes de lo que ocurre en EEUU, en relación a la nueva presidencia de Donald Trump y sus efectos macroeconómicos sobre el crecimiento, que a los datos de precios, que se asumen como esencialmente embridados", comentó Pedro del Pozo, director de inversiones financieras de Mutualidad.
La fotografía al cierre mensual en el mercado europeo de renta fija es diferente. Los títulos de deuda europeos se vieron arrastrados por el adelanto electoral previsto en Alemania y por las propias elecciones en Estados Unidos. No obstante, la aversión al riesgo de los inversores es mayor en el merado estadounidense. Frente a los 12 puntos básicos que recorta el bono de EEUU en noviembre, el bono alemán cede 25 puntos básicos en el mismo periodo hasta el 2,15% de rentabilidad.
Por su parte, la deuda española con vencimiento a una década se aleja del 3% de rendimiento. Estos títulos retroceden casi 25 puntos básicos mientras que los italianos caen 20 puntos básicos hasta registrar una rentabilidad del 3,38%.
En este contexto de alta volatilidad, varias firmas de inversión señalan el atractivo del mercado de renta fija. Firmas como Diaphanum consideran que se dan buenas condiciones para hacer trading en el contexto actual por el cambio en el precio de los bonos que se están produciendo y que llegarán en 2025, con la bajada de tipos de interés que se espera a ambos lados del Atlántico y alzas en el caso de Japón. "Los rendimientos de la renta fija son relativamente altos en comparación con los últimos años, lo que ofrece un punto de entrada atractivo en esta clase de activos. Por tanto, esperamos rentabilidades totales positivas, impulsadas por el viento de cola de la bajada de tipos y los menores rendimientos, comentó el responsable de renta fija en abrdn, Jonathan Mondillo.
Le Pen dispara la prima de riesgo en Francia
Si los bonos europeos a diez años recortan su rentabilidad en más de 25 puntos en el mes de noviembre, los bonos franceses recortan el mismo a menor velocidad. La moción de censura con la que Le Pen podría tumbar el gobierno francés mantiene la tensión sobre la deuda soberana. Los títulos a diez años se sitúan en el 2,99% que supone estar 15 puntos básicos por debajo del valor mostrado en el mercado secundario en el comienzo del año.
La diferencia con el resto de Europa se aprecia en la prima de riesgo también. Los más de 85 puntos básicos de separación entre el bono alemán y el francés situaron esta prima en el nivel más alto desde 2012, con la crisis de la zona euro que hizo tambalear los pilares de la Unión Europea. A la incertidumbre política en Francia se une la deriva del déficit nacional que el mercado ve con preocupación. Y es que el bono francés incrementa su aversión al riesgo en más de 40 puntos desde que arrancó el año mientras que el alemán lo hace en más de 10 puntos básicos y el español incluso lo recorta en 10 puntos básicos. Por primera vez en la historia, la rentabilidad del bono soberano francés es superior a la del bono griego. Es decir, a Grecia le cuesta menos pedir dinero prestado al mercado que a Francia.