Bolsa, mercados y cotizaciones

El bono de Estados Unidos alcanza el 4,5% y toca máximos de mayo

Un fajo de billetes de dólar. Dreamstime

La semana concluyó con un nuevo giro en el mercado de deuda. Los bonos soberanos cerraron el viernes (sesión europea) con un ajuste al alza de las rentabilidades que situaron al bono de Estados Unidos a diez años por encima del 4,5% durante este viernes. De esta forma, la principal referencia para el mercado de deuda incrementó su retorno en 17 puntos básicos en cinco días y tensa al resto de la renta fija en el mercado secundario. Si bien la semana fue menos dura para los títulos europeos, el bono alemán a diez años también se dejó llevar por las ventas. Estos bonos registraron una rentabilidad superior al 2,35% mientras que la deuda española con el mismo vencimiento se mantuvo sobre el 3%.

Las últimas declaraciones del presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, el pasado jueves, no contaron nada nuevo que no descontara ya el mercado. Sin embargo, fue la confirmación de que la política monetaria de EEUU tendrá en cuenta la victoria de Donald Trump y sus planes arancelarios que añadirán presión a la inflación nacional. "Es muy probable que la Fed baje tipos menos y/o más despacio de lo esperado hasta ahora debido a las políticas inflacionistas de Trump", comentaron desde Bankinter.

Por el momento, se sigue descontando un nuevo recorte de 25 puntos básicos en diciembre (se llegó a borrar esta posibilidad durante el recorte de Jerome Powell), aunque esta opción cada vez estaría menos justificada en base a la evolución de los contratos financieros OIS (overnight indexed swaps), según Bloomberg. Esto mismo se observa también en la evolución de la renta fija, ya que desde la victoria electoral de Donald Trump las ventas se han impuesto hasta llevar al rendimiento del bono de EEUU a diez años a su máximo desde finales de mayo de este año.

Otro que marcó su propio hito esta semana fue el bono japonés con vencimiento a una década, que alcanzó niveles sobre el 1,06% (máximos de julio de este año). De hecho, se sitúa sobre el límite del 1% que condicionó la última intervención del Banco de Japón.

Este incremento de las rentabilidades implica una caída en los precios de los bonos. Las ventas generalizadas ya provocan que un inversor conservador, con una cartera diversificada de bonos con grado de inversión, estaría perdiendo un 3% en el año con deuda soberana, según el índice de Bloomberg que cubre estos activos.

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