
Tras el positivo inicio de esta semana, con la bolsa china disparada, a partir del martes el temor tomó los mercados de renta variable ante el ataque de Irán con misiles balísticos a Israel, que volvió a despertar la tensión tras casi un año de la reactivación de este conflicto en Oriente Próximo. La escalada bélica ha llevado a que Benjamín Netanyahu responda con nuevos ataques en el Líbano, y el alto mandatario da señales de que esta no será su única respuesta. No obstante, las caídas han sido contenidas. Al cierre europeo, finalmente Wall Street se ve menos perjudicado que las bolsas del Viejo Continente, debido al último dato de empleo en la región, correspondiente al mes de septiembre, con descensos de en torno al 0,5% semanal.
Este dato de empleo mostró la fortaleza de la economía americana, por lo que la Reserva Federal de EEUU no tendría que llevar a cabo un recorte jumbo de tipos, sino uno simple. Además, esto ha llevado al dólar a fortalecerse frente al euro, cayendo el tipo de cambio por debajo de los 1,10 dólares, niveles no vistos desde agosto. Al otro lado del Atlántico, las bolsas europeas retroceden en torno al 2% en el cómputo semanal, que se ha suavizado gracias al avance conseguido por todas los índices del continente en la última jornada. También el Ibex 35 cae un 2,6% en este periodo, aunque sigue siendo el selectivo más alcista en el año de Europa y logra mantenerse por encima de la barrera de los 11.600 puntos, en los 11.659 puntos.
Europa cierra coloreada de rojo por completo en el saldo semanal, y destacan dos índices por anotar los mayores retrocesos, el Ftse Mib italiano y el Cac 40 francés. Estos indicadores acumulan una caída del 3,2%, lo que los convierten en los más bajistas del continente. Mientras, la referencia continental y la alemana tampoco se salvaron de esta sangría. El EuroStoxx 50 retrocede un 2,2%, mientras el Dax cae hasta un 1,8%. El menos afectado en esta ocasión es el Ftse 100, que se contrae a nivel semanal un 0,5%.
El impulso que trajo a las bolsas el nuevo paquete de estímulos para la economía de China, anunciado por su banco central la semana pasada, no fue suficiente para soportar el golpe que supuso a las bolsas el aumento de la tensión en Oriente Próximo. No obstante, las bolsas chinas no han visto la consecuencia de estos últimos eventos en su cotización, ya que se mantienen cerradas por la Semana Dorada, esta es la celebración de la fundación de la República Popular China que toma lugar en la primera semana del mes de octubre. La semana pasada, El CSI 300 consiguió colocarse en terreno positivo a nivel anual, y se anota una subida del 17% en el año, mientras el selectivo de Hong Kong tiene un ascenso del 33% a nivel anual en el parqué ya que sí ha permanecido abierto.
En cambio, Occidente que también se benefició del incentivo que supuso las medidas en el país asiático hasta el lunes, ha vivido en carne propia las consecuencias de la escalada bélica en el Medio Oriente. Los inversores especularon sobre la posibilidad de que Estados Unidos colabore en una ofensiva israelí a las bases petrolíferas iraníes, que conllevaría un aumento del precio del oro negro y con ello una subida radical de la inflación estadounidense. Un aumento del IPC de este calibre imposibilitaría a la Reserva Federal americana seguir en la senda de los recortes de tipos de interés que empezó en septiembre (aunque el dato de empleo ha llevado a esta preocupación a salir de la mente de los inversores).
Mientras los principales índices bursátiles se contraían, el petróleo ha encontrado un empujón positivo para subir su precio. Especialmente este jueves, en que las últimas declaraciones del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, confirmaron la posibilidad de colaborar en este ataque a las reservas de crudo Irán, y llevaron al barril de Brent a escalar rápidamente que finalmente marcó nuevos niveles máximos del año, los 77,7 dólares. Al cierre de la sesión en Europa lograba situarse en los 78,3 dólares por barril, niveles de finales de agosto.

Las más alcistas y bajistas del Ibex
Solo cinco empresas del Ibex 35 consiguen salvarse de la sangría ocasionada por la tensión geopolítica esta semana. Repsol se ve favorecida como la más alcista a nivel semanal, se anota un 5% de alza, gracias a la subida de los precios del petróleo. Le siguen colgándose plata y bronce, Solaria e Indra, que ascienden un 4% y un 2,3%, respectivamente. Por su parte, Rovi consigue anotar un 2%, mientras que Grifols cierra casi plana, con un ascenso del 0,7%.
Dentro de las que peor se comportan destaca la aerolínea IAG, a la que el aumento del precio de la gasolina no le favorece y los inversores evitaron a este firma. La matriz de Iberia cae un 10% en tan solo una semana. Las otras dos peores son Unicaja que retrocede un 6,5%, y Ferrovial que desciende un 6,2%.