
Hace tres años apenas se comenzaba a divisar el inicio de las subidas de tipos ya que fue justo entonces cuando la inflación empezaba a despertar después de un largo periodo de tiempo a causa de los cuellos de botella en las cadenas de suministro, que no pudieron equilibrar una explosión de demanda después de más de un año contraída por la pandemia.
Los banqueros centrales dejaron pasar varios meses hasta asegurarse de que, por un lado, la economía se recuperaba del shock provocado por el Covid y, por otro, de que el fortísimo incremento de los precios se iba a alargar en el tiempo y no era algo temporal. Así, hasta el verano siguiente no comenzaron a aumentar los tipos de interés. Sin embargo, el euríbor, indicador siempre adelantado a estos movimientos, empezó a repuntar durante el primer trimestre de 2022.
Desde entonces comenzó un ciclo de alzas de tipos que elevaron la rentabilidad del negocio bancario automáticamente, disparando los beneficios y los márgenes de estas entidades y creando un momento dulce que se ha reflejado en su evolución en bolsa. En los últimos 36 meses el índice Ibex Banks se ha revalorizado un 68% mientras que el propio Ibex se ha anotado un 27%. Es decir, ha habido una diferencia de más de 40 puntos en este periodo.
Y, pese a eso, en contra de la lógica más simple, el descuento de la banca frente al índice español se mantiene en línea con la media de estos años, que ha sido del 40%. Y es que los analistas han ido a la vez incrementando sus expectativas de beneficios a medida que el BCE iba elevando los tipos y el escenario de recesión se iba alejando.
El sector hizo beneficio récord en 2023 y, aunque este curso el Banco Central Europeo ya ha comenzado a desandar el camino y normalizar los tipos (se espera que reduzca entre 75 y 100 puntos básicos más el precio del dinero antes de acabar el ejercicio), los analistas todavía creen que la banca española puede estirar el chicle algo más antes de que las ganancias comiencen a contraerse.
Así, en el caso del Ibex, en los últimos tres años el multiplicador de beneficios medio que se ha pagado es de 11,6 veces, encontrándose ahora incluso por debajo, en las 10,8 veces. De este abaratamiento tiene mucha culpa precisamente la banca, que ahora cotiza a un PER (veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción) de 6,4 veces, 0,2 veces por debajo de su media de los últimos tres cursos pese al fuerte rebote que acumula en el parqué.
Buenos resultados
Una vez concluida la temporada de resultados del primer semestre del año, las entidades bancarias han sacado con nota estos exámenes frente al mercado, con unos números que han batido las expectativas. Sus mejoras en eficiencia y en otros aspectos del negocio han servido de abrigo ante el comienzo de la época de frío que viene ahora en la que lógicamente bajarán los márgenes de interés por el inicio de los recortes del BCE.
Por contra, la prueba de que los resultados no han sido el catalizador de estas caídas en bolsa es que a la vez que se iban sucediendo los resultados corporativos, los analistas han ido mejorando sus valoraciones sobre los títulos de estas compañías. De media, los han incrementado en un 3% durante el mes de julio, lo que deja al sectorial español con su mayor valoración desde que se calcula este indicador, en 2016, lo que le deja un potencial de más del 22%.
"Con unas guías de crecimiento del margen de intereses para 2024 de un dígito bajo y digito medio de forma generalizada, consideramos que la evolución del crédito será clave para ver si su evolución puede llevar a pensar en una mejora de dichas guías, o aportar mayor visibilidad para 2025. Un elemento que consideramos podría actuar de catalizador para las acciones", explican en Renta 4.

"En los últimos tres años los bancos europeos han batido al conjunto del mercado de renta variable", destacan desde Wellington Management. "Tras 15 años de desapalancamiento, reducción de riesgos y varias crisis a mi parecer ahora está más robusta que nunca, logrando una rentabilidad que dobla la de 2019, los balances saneados y las reservas de capital y liquidez abundantes", agregan. "En los últimos años se han visto impulsados por los altos tipos de interés y las generosas políticas de remuneración del capital", siguen.
"Las revisiones de los beneficios por acción han figurado entre las mejores de cualquier sector y la reciente recuperación de los mercados de renta variable ha respaldado aún más la dinámica de los resultados empresariales de los bancos gracias a su actividad bursátil", añaden. Desde la gestora concluyen que "a pesar del buen tono general, en comparación con los índices europeos, los descuentos en las valoraciones de las acciones bancarias apenas se han reducido, situándose actualmente en un 40% frente al Stoxx 600".
Por compañías, es paradójico que las tres entidades que reciben una recomendación de compra por parte del consenso son aquellas que precisamente cotizan con prima frente a su PER medio de los últimos tres años. Estas son Santander, que se compra un 7% más cara, CaixaBank, cuyo multiplicador de beneficios actual es un 2% más elevado que el promedio desde 2021 y, por último, Sabadell, afectada en este caso por el proceso de opa abierto desde hace meses, y que ha hecho que ahora se compre un 16% más caro que estos últimos tres cursos. Por contra, la que ofrece un mayor descuento es Unicaja, con un 5%.