
La debilidad de la economía china finalmente empieza a pesar en las cuentas del sector del lujo. Aunque en tiempos de inestabilidad económica las compañías de esta industria actúan de refugio para los inversores (por su capacidad de trasladar el aumento de los precios a sus productos), la situación cambia cuando los que sufren estas condiciones más duras son los clientes asiáticos, los principales consumidores del lujo europeo. Esta situación no solo está dañando los resultados de las firmas del lujo en lo que va de ejercicio, sino también las previsiones de los expertos. Las estimaciones de beneficio neto para 2024 caen de media un 16% para el sector desde enero.
Tal es la debilidad de la economía china, sumergida en una profunda crisis inmobiliaria y una demanda interna débil, que la semana pasada el Banco Popular de China (PBOC, por sus siglas en inglés) sorprendió al mercado al anunciar un recorte de los tipos de interés del 2,5% al 2,3% y una inyección de alrededor de 23.000 millones de euros en el sistema bancario del país. La decisión fue totalmente inesperada por los inversores, ya que se produjo fuera de los ciclos de revisión de tipos del PBOC. Esta rebaja supone un intento a la desesperada del Gobierno de Xi Jinping de reflotar la economía que cada vez crece menos de lo esperado (en el último trimestre el crecimiento del PIB fue del 4,7%, frente al 5,1% proyectado por el mercado y el 5,3% de incremento que vivió en los primeros tres meses del año).
La situación que sufre a la economía china ha llevado a una caída del consumo, no por falta de dinero de los consumidores, sino porque estos prefieren ahorrar el dinero en este escenario de crisis y todo ello se está dejando notar en el lujo europeo. La semana pasada, las principales empresas del sector del Viejo Continente dieron a conocer sus cuentas semestrales al mercado y los datos no gustaron a los inversores. La primera en rendir cuentas ante el mercado y que inició la sangría bursátil fue LVMH. La empresa (propietaria de marcas como Louis Vuitton o Christian Dior, entre otras), aunque mantuvo a nivel interanual prácticamente sin cambios la cifra de ingresos semestrales, su beneficio neto fue un 14% inferior al del mismo periodo del año anterior. Los ingresos procedentes de Asia, su principal mercado, (excluyendo Japón) retrocedieron al 30%, frente al 34% del primer semestre del 2023.
Un día más tarde, Kering informaba de sus resultados de los primeros seis meses del 2024 y ofrecía a los inversores una nueva caída del beneficio, que en su caso se extendía hasta el 49% a nivel interanual, también con un retroceso en los ingresos del mercado asiático (también su principal región de negocio) que pasó de representar el 37% de las ventas en el primer semestre de 2023 al 32% en el de 2024. Solo las cuentas de Hermès lograron desafiar la crisis del lujo y la compañía propietaria del bolso más caro del mundo reportó un crecimiento de los ingresos en el primer semestre del 15% y del 6% en el caso del beneficio neto. En su caso, los ingresos en la región asiática (también excluyendo Japón) incluso crecieron, un 10%
En este contexto, los analistas no tardaron en revisar sus estimaciones de beneficios para estas compañías en 2024. Solo desde el lunes 22 de julio, antes de que comenzasen a conocerse los resultados de estas firmas, las proyecciones de beneficio neto para el ejercicio caen de media para las tres un 5%, un recorte que se extiende hasta el 16% de media si se toman de referencia las previsiones que había a comienzos de año.

Kering es, de estas tres, la que sufre la mayor rebaja desde inicio del 2024. A principios del ejercicio, el consenso de analistas que recoge FactSet esperaba que la compañía (propietaria de marcas como Gucci, Balenciaga o Yves Saint Laurent, entre otras) registrase un beneficio neto de algo más de 3.300 millones de euros. Ahora esa cifra de ganancias es un 43% inferior y apenas alcanza los 1.800 millones de euros. Si el anterior dato suponía mejorar los beneficios de 2023 (de 3.061 millones de euros) un 8%, el actual implica que el beneficio sea a nivel interanual casi un 40% inferior. Desde principios de año, las estimaciones de beneficio también decrecen para el ejercicio de 2025, concretamente otro 40%, pasando de casi 3.750 millones de euros a 2.260 millones.
La caída de estimaciones de beneficio para LVMH es del 9% para este 2024. Los analistas valoran ahora sus ganancias netas en los 15.170 millones de euros, frente a los 16.700 que estimaban a comienzos de 2024. La actual cifra prevista supone mantener prácticamente sin cambios las ganancias registradas en 2023. Estos recortes rondan también el 9% para 2025, donde los expertos han pasado de estimar el beneficio neto de LVMH de los 18.400 millones de euros a los 16.766 millones.
Solo Hermès vuelve a ser la excepción para los expertos. Los analistas incrementan desde comienzos de año las estimaciones de beneficio neto un 4% para la casa de moda francesa. Frente a los 4.430 millones de euros que esperaban que ganase la firma en 2024 a inicios del ejercicio, ahora esta cifra se sitúa por encima de los 4.600 millones de euros. Este dato conllevaría mejorar un 7% las ganancias ya históricas de 2023. Para 2025, los expertos esperan que el beneficio neto de Hermès supere por primera vez en su historia los 5.000 millones de euros.
En bolsa, solo las acciones de Hermès aguantan en positivo en el ejercicio, aunque con una subida anual reducida al 5%, frente al casi 26% que llegó a ganar en los mejores momentos del 2024. Los expertos creen que, de cara a los próximos meses, pueden recuperar el terreno desandado y avanzar un 15% adicional. Las caídas sufridas durante la semana pasada han dejado las cotizaciones de Kering y LVMH con pérdidas en 2024 del 29% y 11% respectivamente. Para ellas, los potenciales alcistas ascienden al 18% y 28% respectivamente. Los analistas solo le otorgan la etiqueta de comprar en bolsa a las acciones de LVMH, frente al mantener que ostentan las otras dos compañías.