
El Banco Popular de China (PBOC, por sus siglas en inglés)dio la sorpresa este jueves al recortar el tipo de interés clave del 2,5% al 2,3% e inyectar el equivalente a poco más de 23.000 millones de euros en el sistema bancario del país.
Esta medida no es baladí, sino que responde a un intento a la desesperada del Gobierno de Xi Jinping de apuntalar una economía asolada por una demanda interna débil y una profunda crisis del sector inmobiliario. Estos dos factores, junto a otros estructurales, suponen importantes pesos sobre el crecimiento del PIB del gigante asiático.
Esta decisión tomó por sorpresa a los inversores, ya que se produce fuera de los ciclos de revisión de tipos que hace el PBOC, y salta pocos días después del Tercer Pleno del Partido Comunista de China. Una asamblea en la que se decide la deriva económica que va a tomar el país en los próximos cinco años. Según las conclusiones anunciadas tras el pleno, Xi Jinpig busca dar una vuelta a la economía china en el largo plazo para convertir al país en una potencia tecnológica que pueda competir con los Estados Unidos.
La última vez que el PBOC hizo un recorte de esta magnitud fue a comienzos del año 2020, durante la primera fase de la pandemia de la Covid-19.
Los economistas de Bloomberg Economics, Chang Shu y David Qu, aseguraron este jueves en una nota que el objetivo del PBOCcon este recorte del tipo de interés para facilitar los préstamos a medio plazo "muestra que las autoridades finalmente están actuando colectivamente para impulsar la recuperación".
El PIB de China está a medio gas. En el segundo trimestre del año, la desaceleración fue hasta el 4,7%, una tasa de crecimiento muy por debajo de las expectativas del mercado que proyectaba una expansión del 5,1%. Además, venían de un crecimiento del 5,3% en los primeros tres meses del año.
La clave de esta ralentización económica es que los consumidores siguen siendo profundamente cautos y desconfiados. Por otro lado, las manufacturas tecnológicas, a pesar del fuerte impulso que están teniendo gracias a los subsidios estatales, no consiguen sustituir el enorme agujero que está dejando el sector inmobiliario, cuyos precios van en caída libre.
"Sin embargo, las crecientes señales de apoyo coordinado podrían dar un mayor impulso a la confianza, haciendo que la transmisión de las políticas sea más eficaz, especialmente si el gobierno empieza a adoptar las medidas concretas que prometió para apoyar al sector privado", señalan los expertos de Bloomberg Economis en su nota a clientes.
A pesar de todo, no parece que estos recortes en las tasas vayan a resultas suficientes para apuntalar el crecimiento. El economista jefe para China en Pantheon Macroeconomics, Duncan Wirgley, aseguró que estos recortes de tasas "ayudan marginalmente, pero no son suficientes".
Otros expertos apuntan a que esta cautela por parte de los funcionarios económicos de Pekín es una forma de guardarse alguna bala para las elecciones de Estados Unidos. Hay que recordar que Donald Trump anunció importantes aranceles a los productos chinos -del 60%-, lo que avivará todavía más la tensión entre ambos países si llega a la Casa Blanca.
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