
El bono español a 10 años gana atractivo frente a unas letras que han acaparado muchos titulares en los últimos tiempos por sus abultadas rentabilidades. El papel a una década ofrece en el mercado secundario un 3,479%, según recoge Bloomberg, su mayor rendimiento en siete meses, por encima del 3,41% de las letras a 12 meses. Esto (que el bono pague más que la letra) no sucedía desde noviembre de 2023. Precisamente este martes el Tesoro Público ha captado 4.998 millones de euros en letras a 6 y a 12 meses. El coste de las primeras ha subido frente a la subasta anterior, pero el de las segundas ha bajado, como ya había hecho el mes pasado. Con las letras a 12 meses, el organismo ha captado 3.650 millones de euros a un interés del 3,392%, inferior incluso al del mercado secundario, y por debajo del 3,423% anterior. Le puede interesar: ¿Cuándo es la próxima subasta de letras del Tesoro?
Durante buena parte de 2023 y todo 2024 (hasta ahora) hemos visto cómo los inversores obtenían más retorno por prestar su dinero al Reino de España durante un solo año que por hacerlo durante toda una década. Pero, ahora, la expectativa de normalización del escenario de tipos en Europa está desinvirtiendo esa curva. Y, como consecuencia de ello, los plazos cortos (las letras) pierden atractivo frente a los largos (el bono a 10 años).
Los inversores empiezan a considerar que ha llegado el momento de alargar las duraciones en renta fija. Lo explicaba Alicia García, responsable de M&G España, en una entrevista a elEconomista.es hace unos días: "A medida que veamos más bajadas de tipos de los bancos centrales, disminuirá el interés por los fondos de deuda a vencimiento y se verán más entradas en otros con duraciones mayores. En las últimas tres semanas ya hemos visto un claro apetito, aunque gran parte del mercado se plantea invertir con duraciones mayores de las carteras tras el verano", subrayaba García.
"Seguimos pensando que la inflación va a volver al 2%, que va a haber bajada de tipos y sí, es momento de ir aumentando las duraciones, no solo ahora, sino todo este año", explica Antonio Aspas, socio y consejero de Buy & Hold, quien añade que esa duración habría que llevarla al entorno de los 4 años.
A comienzos de 2023, los inversores llegaron a hacer cola a la puerta del Banco de España para comprar letras del Tesoro a 1 año, algo inédito, en busca de rentabilidades que les permitiesen protegerse de la inflación. En aquel momento, este activo de renta fija ofrecía cerca de un 2,8%. Ese rendimiento siguió subiendo en los meses posteriores, hasta alcanzar el 3,9% en septiembre de 2023, un máximo no visto desde 2012. Desde entonces, y ante la expectativa de unos tipos más bajos en Europa, ha ido reduciéndose poco a poco. Para aquellos inversores que en su día hicieron cola frente al Banco de España, podría ser el momento de volver a mirar hacia el bono a 10 años.
En las últimas semanas, tras el resultado de las elecciones europeas y a medida que se acercaban las francesas, las rentabilidades de la deuda periférica europea han tendido a subir, como consecuencia de la aversión al riesgo de los inversores. El bono francés a 10 años, que arrancó junio en el 3,1%, está ahora en el 3,31%, con la mirada fija en lo que suceda en la segunda vuelta de las elecciones, que se celebra el domingo 7 de julio. También ha repuntado el rendimiento del papel italiano a una década, que se sitúa en el entorno del 4,1%, y del portugués, que ronda el 3,8% (aunque lo cierto es que el resultado de la primera vuelta relajó las rentabilidades).
El mercado pronostica ahora dos bajadas de tipos en Europa de aquí a final de año, una en septiembre y otra en diciembre, por 25 puntos básicos cada una, que se sumarían a la que el Banco Central Europeo (BCE) ya llevó a cabo el mes pasado. Fue en su reunión del jueves 6 de junio cuando la institución recortó el precio del dinero por primera vez en ocho años. El mensaje de Christine Lagarde fue frío: la presidenta del organismo insistió en que esa bajada no suponía ningún compromiso de más recortes a futuro, lo que volvía a dejar en el aire la senda de los recortes, que tan largamente lleva esperando el mercado.
Resultado de la última subasta
La subasta de este martes ha sido la primera después de que el Banco Central Europeo (BCE) acometiese la primera bajada de los tipos de interés desde septiembre de 2019. El Tesoro se había propuesto conseguir entre 4.500 y 5.500 millones, según informa Servimedia, pero la demanda de los inversores casi duplicó la cifra captada, al situarse en 9.117,3 millones. En las Letras a 6 meses, el Tesoro consiguió 1.347,8 millones a un interés del 3,456%, que es superior al 3,370% conseguido en la subasta anterior (frente al ya señalado 3,392% para las letras a 12 meses). En la anterior subasta, el organismo logró rebajar los intereses para ambos tipos de letras. En dicha operación celebrada el mes pasado, recortó los intereses de estos dos tipos de letras.
El Tesoro regresará a los mercados este jueves, cuando ofrecerá bonos del Estado a 3 años, obligaciones a 7 años de nueva referencia, obligaciones indexadas con vida residual de 9 años y 5 meses, y obligaciones con vida residual de 11 años y 1 mes. En los bonos a 3 años, con cupón al 2,50% y vencimiento el 31 de mayo de 2027, la referencia es el interés marginal del 3,051% del pasado 6 de junio. El organismo aún tiene por delante en este mes una subasta de letras a 3 y 9 meses el día 9, y una subasta de bonos y obligaciones el 18.