Bolsa, mercados y cotizaciones

La bolsa continúa con tendencia al alza

  • El escenario más probable para EEUU sigue siendo el del aterrizaje suave
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Nos acercamos al final del primer semestre del año y los principales índices bursátiles acumulan revalorizaciones más que aceptables, tanto en EEUU como en Europa. Con la vista puesta en el segundo semestre del año, vamos a repasar la situación y las perspectivas para la economía y los mercados de renta variable.

En términos económicos, el escenario más probable sigue siendo el "aterrizaje suave" de la economía: el crecimiento económico se mantiene estable, el desempleo está repuntando (Gráfico 1) y la inflación se está reduciendo (Gráfico 2). Si el entorno no cambia, el próximo movimiento de la Reserva Federal (FED, por sus siglas en inglés) será bajar los tipos de interés. En este escenario, las cotizaciones de la renta variable y de la renta fija suelen mejorar.

Sin embargo, hay un segundo escenario, menos probable, pero que va ganando peso, en el que se reducirían tanto el crecimiento como la inflación. Este segundo escenario sería positivo para la renta fija, pero la renta variable tendería a tener un peor comportamiento.

Actualmente, la FED se enfrenta a un entorno más complejo que el que tenía hace un año. El crecimiento nominal de la economía, que ha sido del 5,4% al cierre del primer trimestre, se encuentra a un nivel cercano al del tipo efectivo de la FED, que es el 5,33%. Si la inflación se modera y nada más cambia, el crecimiento nominal también se moderaría y la FED estaría restringiendo las condiciones monetarias simplemente por el mero hecho de no bajar los tipos de interés. Esto contrasta con una FED que manifiesta que tomará medidas en función de los datos que se vayan produciendo, pero que ahora mismo se muestra reticente a bajar los tipos de interés y mantiene un tono restrictivo de liquidez (hawkish) en su discurso.

En cuanto a los mercados de renta variable, consideramos que los factores positivos son, por ahora, más relevantes que los negativos. En primer lugar,la tendencia de la bolsa continúa al alza. Esto se cumple tanto a nivel agregado como a nivel de industrias, ya que el porcentaje de industrias que cotizan al alza supera al de aquellas que lo hacen a la baja.

En segundo lugar, a nivel sectorial, continúa el sesgo pro-ciclo, lo cual refleja la confianza de los inversores en que la economía seguirá en buen estado. Un ejemplo de esto es el sector financiero, que ha mostrado un comportamiento muy positivo en los últimos meses. Es difícil imaginar que la economía vaya a deteriorarse sin que las financieras lo reflejen negativamente en sus cotizaciones.

En tercer lugar, las condiciones crediticias continúan siendo favorables para la subida de los índices de la renta variable; los spreads de crédito corporativo se encuentran en niveles mínimos y siguen apoyando la financiación de las empresas. Si las perspectivas económicas futuras empeorasen, se podría observar un deterioro en el crédito. Por ahora, no está sucediendo.

En cuarto lugar, la estacionalidad en los años electorales como es el caso del presente año tiende a ser positiva hasta entrado el mes de agosto, lo cual apoya la idea de que todavía podemos ver niveles superiores en bolsa.

Por último, a pesar de los todos los factores positivos comentados anteriormente, encontramos dos factores que pueden dificultar la subida bursátil. Por un lado, la valoración de la bolsa permanece alta, tanto en términos absolutos como relativos. En términos absolutos, el índice S&P500 cotiza a 22 veces beneficios estimados para los próximos 12 meses, lo cual es superior a su media histórica de 15 veces. Y en términos relativos, dado el nivel de tipos de interés, la renta variable ha perdido mucho atractivo frente a la renta fija.

Por otro lado, el sentimiento de los inversores es más optimista del que cabría esperar, considerando las rentabilidades que ha proporcionado la bolsa en las últimas semanas. Este exceso de optimismo también se percibe en los comentarios de los estrategas de las principales casas de análisis, quienes, rendidos ante el buen comportamiento de la renta variable, se muestran positivos en sus previsiones de retornos del S&P500.

Teniendo en cuenta todo lo comentado anteriormente y mientras no haya cambios relevantes en la economía y/o en los mercados, podemos seguir invertidos en renta variable durante las próximas semanas.

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