Bolsa, mercados y cotizaciones

Los grandes fondos de renta fija baten al mercado y esquivan las pérdidas en el año

  • Ganan un 0,74% de media a pesar de que la renta fija global sufre una caída del 3,45% 
  • Los productos con mejor comportamiento invierten sobre todo en bonos a corto plazo
  • Los fondos de renta fija atraen más de 10.000 millones de euros hasta mayo
Imagen: iStock.

No es fácil conseguir rentabilidades positivas en renta fija este año si no existe una gestión activa detrás. Y no lo es porque replicar cualquiera de los principales índices de deuda significaría perder dinero, puesto que el precio de estos índices cae debido al retraso que se ha ido produciendo en el inicio de los recortes de los tipos de interés. Pero en un año en el que una cartera de deuda global sufre una caída del 3,45%, según los índices de Bloomberg y Barclays, también se pueden conseguir rentabilidades positivas invirtiendo en renta fija a través de fondos, que además se han convertido en los auténticos superventas de este año. Los veinte mayores que invierten en deuda están batiendo al mercado con rentabilidades medias del 0,74% este año, según datos de Morningstar.

Es más, el 80% de estos productos está en positivo desde que empezó el año (ver gráfico). Los más rentables tienen en común que invierten en renta fija a corto plazo. Este tipo de deuda es la que mejor está soportando la volatilidad presente en el mercado de renta fija en este ejercicio porque es la menos sensible a los movimientos de los tipos de interés, y además ofrece rentabilidades atractivas debido a que la curva sigue invertida (esto significa que los bonos con vencimientos más cortos ofrecen rentabilidades superiores a las de los vencimientos más largos, en contra de toda lógica financiera).

El dato no es baladí, teniendo en cuenta que los fondos de renta fija se han convertido en los más vendidos de este año, con entradas de dinero por parte de los partícipes que superan los 10.000 millones de euros, según los datos adelantados de mayo publicados por Inverco. Y hasta abril, la mayoría de ese dinero se canalizaba hacia los fondos de renta fija a corto plazo.

Lo cierto es que fuera de estos fondos hace mucho frío, porque una cartera de deuda pública, que es el tipo de renta fija más segura que existe, pierde casi un 5%. Ha sido la más penalizada por el retraso en el inicio de la bajada de tipos. El primer movimiento por parte del Banco Central Europeo (BCE) llegó el pasado jueves, pero su efecto positivo en los bonos se diluyó rápidamente porque Christine Lagarde enfrió también las expectativas de más recortes en el precio oficial del dinero. Durante su comparecencia, la presidenta de la institución insistió en que la bajada de tipos anunciada, de 25 puntos básicos, tal y como se esperaba, no supone un compromiso de más recortes a futuro.

La deuda pública europea también se ha resentido tras el resultado de las elecciones europeas, sobre todo la francesa, tras el ascenso de los partidos de extrema derecha a escala europea y la aplastante victoria del partido ultraconservador en Francia, que han llevado al presidente francés, Emmanuel Macron, a disolver la Asamblea Nacional y convocar nuevas elecciones parlamentarias a finales de junio. Sin embargo, desde Julius Baer esperan que "el resultado de las elecciones europeas tenga un impacto limitado en los mercados de renta fija en este momento". No obstante, la incertidumbre política "podría hacer que los diferenciales soberanos de los países europeos altamente endeudados no se estrecharan aún más. De hecho, ya observamos una cierta ampliación tras los acontecimientos de este fin de semana, pero no es suficiente para justificar el cambio de nuestra preferencia por la deuda soberana de la periferia europea, que sigue respaldada por las herramientas antifragmentación del BCE y la facilidad de financiación de la UE", explican.

Al otro lado del Atlántico, todas las miradas recaerán hoy en el dato de IPC de Estados Unidos y en la reunión de la Reserva Federal. La previsión es que la inflación subyacente de mayo, que excluye algunos componentes volátiles como los alimentos o la energía, aumente un 0,3% respecto al mes anterior. Respecto a la cita de la Fed, no se espera que mueva los tipos pero sí podría endurecer su enfoque, lo cual debería reflejarse en el denominado "dot plot" o diagrama de puntos, que muestra dónde espera anónimamente cada consejero que se sitúe el tipo director en 2024/26 y en el largo plazo. "Creemos que se mostrarán algo más hawkish/duros que en su reunión de marzo, cuando estimaron 3 bajadas de tipos cada año. Estimamos que ahora se posicionarán con sólo 2 bajadas en 2024 (aunque no descartamos que, al final, sólo apliquen 1 si la economía sigue sin debilitarse) y, tal vez, algún otro guiño suave en el mismo sentido", indica el equipo de análisis de Bankinter.

Aunque el BCE ya haya bajado los tipos y la Fed no, conseguir que ambos mercados (europeo y americano) se desacoplen también será complicado. "Esto no va a frenar que el Bund alemán se vea arrastrado, seguramente, por el comportamiento del bono americano más que por lo que pueda hacer el BCE", señalaba ya a principios de mayo Nerea Heras, responsable de Fondos Core de GMAS de Santander Asset Management, en una entrevista a este periódico.

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