Bolsa, mercados y cotizaciones

El Ibex 35 se enfrenta a la presión vendedora y a la barrera psicológica de los 11.000 puntos

La bolsa europea arranca con tímidos ascensos salvo en el caso del Ibex 35 que cotiza plano. El EuroStoxx 50 sube un 0,3% mientras que el selectivo español cede un 0,1%. Sin embargo, estos avances de la bolsa continental son insuficientes para cambiar el tono de la semana que se caracteriza por dar las caídas. Y en Estados Unidos el clima es el mismo con el mercado de futuros apuntando a una sesión plana. La jornada del pasado martes hundió a las principales referencias del mercado que en el caso del Ibex 35 supuso anotar su peor sesión en casi catorce meses.

Además, la Reserva Federal de Estados Unidos no mandó un mensaje optimista en la reunión de política monetaria de esta semana. Si bien descartó que se pudiera producir un nuevo aumento de tipos de interés este año, un miedo que tenía el mercado, también insistió en que faltaban señales más claras de que la inflación está remitiendo sin riesgos de repuntes.

El Ibex 35 se enfrenta en el cierre semanal a su barrera psicológica de los 11.000 puntos. Sin embargo, la auténtica referencia a vigilar está un poco más arriba. Después de alcanzar la zona de máximos del año 2017, en torno a los 11.200 puntos, la presión vendedora ha vuelto a aparecer. "No me sorprende para nada, ya que vengo advirtiendo de que hay que mostrarse muy prudentes a la hora de confiar en ver una continuidad alcista sin más vaivenes", explicó el asesor de Ecotrader, Joan Cabrero.

Según el experto, esto dependerá de lo que suceda en Wall Street. El Nasdaq 100 tiene por primer soporte los 17.000/17.100 puntos. Una zona que mientras no se pierda dará seguridad a índices como el Ibex 35. No obstante, de perderse se podrían ver recortes que llevarían al selectivo español hasta los 10.500 puntos en primera instancia. "De perderse este soporte podría verse una presión vendedora que llevase al índice hasta los 9.800. En principio no soy partidario de reducir exposición en bolsa española hasta que el Ibex no ceda los 10.500 puntos", argumentó Cabrero.

La semana, que contó con la cita de la Reserva Federal de Estados Unidos, se salda con un paso atrás del dólar frente al resto de grandes divisas. Si bien es cierto que la moneda estadounidense repuntó en los instantes antes de que el presidente de la Fed, Jerome Powell, realizase su discurso al cierre semanal pierde un 0,5% frente a la cesta de grandes divisas que incluye el euro, el yen o la libra esterlina entre otras.

"Si bien la Fed parece haber descartado prácticamente una subida de tipos, también dejó claro que está dispuesta a mantener los tipos altos por más tiempo", explicó Chris Larkin de Morgan Stanley. Así, el cruce del euro con el dólar se sitúa de nuevo por encima de los 1,07 dólares al cambio mientras que el yen japonés se recupera hasta los 152 yenes por dólar, lo que aleja la posibilidad de una intervención por parte de las autoridades japonesas para evitar la sangría de su divisa.

Bonos de EEUU, ¿oportunidad o trampa?

Desde el pasado 15 de abril el bono estadounidense a diez años lleva encajado entre el 4,6 y el 4,7% de rentabilidad. El mercado de renta fija refleja una política monetaria más restrictiva de le Reserva Federal que tensa los bonos soberanos hasta los niveles actuales. Sin embargo, si las palabras del presidente de la Fed, Jerome Powell, son ciertas no hay motivos para incrementar los tipos de interés. Es decir, los bonos estadounidenses no encontrarían aquí un motivo para incrementar sus rendimientos.

En este punto, se abriría una nueva oportunidad para comprar deuda dado que por precio (se mueve de manera inversa a la rentabilidad) se espera un recorte de tipos de interés en Estados Unidos, aunque se retrase más de lo esperado por el mercado. Esto ya ocurrió hace menos de seis meses cuando el bono de Estados Unidos a diez años rozó el 5% y 60 días después llegó al 3,8% (supondrían un 8% de ganancias para el inversor). La trampa estaría en un nuevo repunte en el mercado de renta fija. Y es que no solo la política monetaria afecta al mercado de deuda. Aunque el consenso de mercado que recoge Bloomberg no prevé un repunte de la deuda de nuevo hasta el 5% un mal dato de crecimiento de la economía estadounidense o un repunte de la inflación pueden provocar un sentimiento de aversión al riesgo que tense de nuevo a bonos como el T-Note.

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