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Cómo tributan las Letras del Tesoro: no hay retención previa como sí tienen depósitos o fondos

Cómo tributan las Letras del Tesoro en la Declaración de la Renta. Foto: iStock

Al igual que sucede con los salarios, donde hay una parte que se detrae para el IRPF, Hacienda se queda con un porcentaje de las ganancias o ingresos que se logran con algunos productos de ahorro e inversión. Esos anticipos que se queda la Agencia Tributaria antes de tener que hacer la Declaración de la Renta son lo que se conoce como retenciones, que se aplican en muchas ocasiones; por ejemplo, al recibir el interés de un depósito o plazo fijo, al retirar el dinero de un fondo de inversión o al cobrar dividendos de una empresa cotizada. Sin embargo, con las Letras del Tesoro, que en el último año atrajeron a un gran número de particulares, no se adelantan impuestos y eso es importante a la hora de rendir cuentas con Hacienda.

El próximo miércoles, 3 de abril, comienza la campaña para la presentación de la Declaración de la Renta de 2023 y son muchos los contribuyentes que esta vez ya tendrán que incorporar lo ganado con las Letras. Las compras de particulares del último año han sido históricas. Un 34% de las Letras estaba en manos de inversores minoristas en diciembre de 2023, un récord según los registros del Tesoro desde 2002, mientras que un año antes apenas tenían un 2,4%. Es cierto que en muchos casos estos títulos comprados todavía no habrán vencido y no se tendrá que tributar hasta el año que viene, pero también hay Letras de más corto plazo (ahora se subastan a 3, 6, 9 y 12 meses) que sí han podido proporcionar ya un rendimiento y otras que se han podido vender en mercado recibiendo ganancias por ello.

Muchos ahorradores han cambiado depósitos por Letras y entre ambos hay una diferencia clave. En los depósitos se recibe un interés específico al llegar una fecha determinada. A esto se le conoce como un rendimiento/interés explícito, y se le aplica una retención del 19%.

En las Letras, ese interés viene marcado realmente por una diferencia de precios; está implícito. El Tesoro Público se compromete a devolver 1.000 euros por cada Letra (el valor nominal) y el inversor gana porque ahora las está comprando a precios que en el caso de los títulos a 12 meses son inferiores a los 970 euros. Esa diferencia entre el precio de compra y el de venta (al que las compra el Estado) es la ganancia y por lo que tendrá que tributar (habría que descontar las comisiones en caso de comprar con un bróker). Pero aquí no hay una retención previa. Lo mismo sucedería si se decide vender la Letra en el mercado antes de que venza: la ganancia por la que habrá que tributar será la diferencia de precios.

"Hay productos financieros como las Letras del Tesoro, ETF, derivados y divisas que no están sujetas a retención", recuerdan desde el equipo de Asesoramiento patrimonial de Abante. Existen más casos, como la venta de acciones o la venta de bonos. En esos activos solo hay retención en los dividendos (de las acciones) y en los cupones o intereses (de los bonos).

Cómo incluirlas en el IRPF

Lo que sí comparten las Letras con la mayoría de activos de inversión es que tributan con la parte de las Rentas del Ahorro, por lo que se les aplica un tipo progresivo, que va del 19% para los primeros 6.000 euros ganados, del 21% entre 6.000 euros y 50.000 euros, del 23% entre 50.000 y 200.000 euros y del 27% entre 200.000 y 300.000 euros y del 28% para todas las rentas superiores.

Se consideran un rendimiento del capital mobiliario, un trato que también tienen los depósitos, los dividendos o los reembolsos de los fondos de inversión. ¿Dónde incluirlos exactamente? "En los Datos Fiscales que entrega la Agencia Tributaria se incluye el rendimiento obtenido por las Letras del Tesoro, y la casilla donde debe incluirse en la declaración (la casilla 30)", señala María José García-Serrano, socia del área Fiscal de Montero Aramburu, recordando que en el caso de no residentes, "siempre que no operen a través de un establecimiento permanente en España, los rendimientos obtenidos de la Letras del Tesoro, al igual que el resto de rendimientos derivados de la deuda pública española, no están sometidos a tributación en España".

Otra de las formas de beneficiarse de las mayores rentabilidades que ofrece la deuda en los últimos meses es a través de fondos de inversión. Las entidades han aprovechado para vender muchos fondos que invierten sobre todo en deuda pública a corto plazo, los conocidos como fondtesoros, y otros productos de renta fija. Aquí habría que tener en cuenta que no se tributará por ellos hasta que se retire el dinero. En ese momento sí se aplica una retención del 19%. Si se cambiase el capital de un fondo a otro, las posibles ganancias no tributarían aún, ya que los traspasos están exentos, difiriendo el pago del impuesto. Las ganancias o pérdidas patrimoniales por la venta de fondos de inversión se incluyen en las casillas 310 a 316.

Año para mirar las pérdidas del pasado

En general, 2023 fue un buen año para lograr ganancias con activos y productos financieros. Las bolsas subieron, muchas empresas retomaron dividendos más altos y los depósitos y la renta fija (sobre todo las Letras) ofrecieron rendimientos no vistos en años. Una vez compensadas las pérdidas y ganancias patrimoniales y los rendimientos del capital mobiliario de ese año, conviene acordarse del pasado si quedan plusvalías.

No hay que olvidar que en esta Declaración de la Renta de 2023 todavía es posible aprovechar las posibles pérdidas sufridas en el año de la pandemia o las que multitud de activos dejaron en 2022. La Agencia Tributaria permite aprovechar esas minusvalías durante los cuatro ejercicios siguientes.

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