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Zelenski, EEUU y la OPEP atrapan al petróleo por sorpresa: de un mercado inundado a subir un 17%

Algo ha cambiado con el petróleo. Desde la recta final del año pasado, todo el mundo daba por hecho que el mercado quedaría inundado, asegurando unos precios bajos. Citi hablaba de un barril a 74 dólares de media para todo el año y JP Morgan proclamaba que "creemos que el Brent se mantendrá estable en 2024 (por debajo de los 82 dólares)". Sin embargo, en lo que va de año el barril de referencia europeo (Brent) ha llegado a superar la barrera de los 87 dólares tras avanzar un 13% desde mínimos de 2024 y un 17% desde que tocó suelo en diciembre de 2023.

Esta situación ha sorprendido a propios y a extraños, que han visto como una cascada de buenas noticias para la materia prima ha cambiado por completo su realidad. De hecho, el propio EEUU a través de Administración de Información Energética (EIA, por sus siglas en inglés), ha cambiado sus previsiones asegurando que el barril se situará en los 87 dólares de media todo el año, es decir, que sus niveles actuales serán la 'nueva normalidad' del mercado petrolero.

Santiago Martínez Morando, jefe de análisis económico y financiero de Ibercaja, explica en declaraciones a elEconomista.es que este cambio de paradigma viene de una sucesión de acontecimientos. Uno detrás de otro habria provocado que se sitúe ya en máximos de noviembre. Entre los motivos destaca "una mayor resistencia de la demanda por una mejor actividad económica de lo esperado, una caída de los inventarios en EEUU (en consecuencia), los ataques en el Mar Rojo que no cesan, los problemas en las refinerías rusas en el marco de la guerra de Ucrania y la determinación de la OPEP".

Un cártel fuerte y una demanda inesperada

El último habría sido el factor clave que habría impulsado a la materia prima. A finales del año pasado el cártel parecía dividido y solo lograba un acuerdo basado en recortes voluntarios. Una perspectiva que dio alas a soñar con unas disensiones internas que les impidieran tener bajo control los precios con nuevos recortes de oferta, a medida que la producción de otros países como EEUU, seguía poniendo bajo asedio el barril. Sin embargo, las exportaciones de la OPEP han tocado su nivel más bajo desde agosto con unos 900.000 barriles.

En definitiva, las disensiones no se han traducido en incumplimientos de esos recortes voluntarios y, de hecho, la OPEP ha ampliado este mes la rebaja de unos 2,2 millones de barriles por día. De la mano de un cumplimiento mayor del esperado, la AIE ha reconocido no solo que no habrá un superávit petrolero como el que esperaban para 2024, sino que, precisamente por las restricciones del cártel y una mayor demanda por un crecimiento económico mundial inesperado, han cambiado las perspectivas. Según la agencia, la demanda de crudo tocará un récord de unos 103,2 millones de barriles diarios. "Los nuevos supuestos desplazan nuestro saldo implícito hacia un ligero déficit en lugar del fuerte aumento del informe del mes pasado".

Es este el argumento que han ofrecido desde la EIA para actualizar al alza los precios. "Como resultado de los recortes de producción de la OPEP hemos reducido nuestras previsiones de crecimiento de producción mundial de crudo". De hecho, la agencia señala que "el inventario mundial de crudo ha disminuido significativamente". Desde el lado de la demanda reconocen que un mayor crecimiento del PIB de EEUU de lo esperado está provocando unos inventarios más bajos de lo esperado.

"Estamos viendo una desaceleración en el esquisto estadounidense, hemos visto un comienzo tambaleante en Brasil y hemos visto dudas en Canadá"

El Fondo Monetario Internacional revisó ya a finales de enero sus perspectivas para la economía mundial a un crecimiento del 3,2%, dos décimas superiores. Por su parte el departamento de Economía de EEUU ha mejorado las previsiones del PIB para este año al 2,5%. Conference Board por su parte, señalaba que "la economía de EEUU arranca 2024 con una fortaleza mucho mator de lo esperado", apostando por un crecimiento del 3,1% del PIB el primer trimestre y un 2,7% el segundo. "Aunque todavía vemos una desaceleración, ha habido grandes sorpresas respecto a la actividad económica que nos llevan a mejorar nuestras perspectivas crecimiento en 2024 al 2,2%", defendían desde SwissRe.

Y no solo es EEUU, la producción industrial de China y sus ventas minoristas han superado las previsiones de los mercados tanto en enero como en febrero. Esto habría llevado, según JP Morgan a que el consumo petrolero chino repunte a 16,03 millones de barriles diarios, es decir, más que sus cifras pre pandémicas y sus máximos históricos. Esto contrasta también con las previsiones que había respecto al gigante asiático, para el que auguraban una desaceleración de su voracidad energética.

Esta mayor fortaleza económica del mundo y en particular de EEUU, sumado a los recortes de la OPEP son los principales responsables. Aunque desde Morgan Stanley van más allá y señalan que "Por el lado de la oferta, estamos viendo una desaceleración en el esquisto estadounidense, hemos visto un comienzo tambaleante en Brasil y hemos visto dudas en Canadá. Esperábamos que los inventarios aumentaran, pero en lo que va del año se han mantenido estables. Si en el primer trimestre los inventarios se mantienen estables, es posible que se reduzcan de manera bastante significativa durante el período de verano".

Los drones de Zelenski y el Mar Rojo

A esto hay que sumarle problemas geopolíticos que estarían teniendo un peso clave en la subida de precios. Virginia Pérez, analista de Tressis de hecho, cree que desde el punto de vista de la simple oferta y demanda no se justificaría tanto una subida a corto y medio plazo dado que, aunque la demanda aumente "este incremento será más lento que el año pasado" y, a diferencia de Morgan Stanley, opinan que la fortaleza de los productores fuera de la OPEP llevará debería llevar a una reducción desde los niveles actuales".

Sin embargo "la presión al alza la está ejerciendo el riesgo geopolítico". Pues, los persistentes interrupciones al transporte en el Canal de Suez, por los ataques hutíes en el Mar Rojo, ahora viven un renovado empuje tras el anuncio de ataques a mayor escala. Por su parte "este se suma a los ataques con drones a refinerías rusas que han paralizado parte de su capacidad y están contribuyendo a la actual subida en los precios". Este último factor ha sido un elemento totalmente nuevo más allá de los problemas logísticos y de suministro que el mercado ya tenía bajo su rádar. Aunque no hay datos oficiales todavía, se cree que la producción de refinados de Rusia podría haber caído entre un 6% y 14% solo por estos ataques. Eso quiere decir que la certidumbre respecto al tercer máximos exportador de crudo del mundo se reduce de forma muy clara con la posibilidad de que el conflicto lastre su producción de un modo que no se contemplaba hasta ahora.

Powell y el poder del dólar

Estos problemas, que habrían sido clave para la subida de la materia prima que se ha vivido hasta ahora, pueden verse potenciados por una Fed recortando tipos desde junio (tal y como espera el mercado) o, al menos, eso es lo que piensan los expertos. Además de una mayor actividad económica derivada de un 'precio del dinero' rebajado, existe una relación directa. Por su parte Goldman Sachs señala que tiene un impacto directo en los costes de almacenamiento y resta rentabilidad inversiones alternativas como los bonos, ambas cosas "llevan a los mercados a mejorar sus apuestas sobre el crudo".

Aunque el factor fundamental es que unos tipos más bajos auguran una caída del dólar. La divisa americana es en la que están denominadas casi todas las operaciones relacionadas con la materia prima por lo que una caída de esta divisa supone un abaratamiento de la compra para los inversores de otros países. Esta situación provoca normalmente un impulso del precio del barril ante una mayor demanda. Este puede ser otro factor que puede impulsar al brent en el futuro cercano, aunque el rumbo no está claro para los expertos que dudan entre si este nuevo ciclo de subidas ha venido para quedarse o si ya se está tocando techo.

¿Cuánto subirá el crudo?

Analistas como lo de Goldman Sachs, que hace no tanto se mostraban optimistas con un descenso continuado, han cambiado sus perspectivas hacia los 87 dólares el barril. "Las existencias comerciales de la OCDE se han agotado más rápido de lo esperado y las perturbaciones en el Mar Rojo también están apuntalando los precios". Standard Chartered es el que más lejos ha ido anunciando que ve una escalada del barril hasta los 94 dólares el segundo trimestre y que para finales de año ya estará superando los 106 dólares.

"Vemos una lenta tendencia ascendente con baja volatilidad, el mercado aún está desconectado de los fundamentos (que sugieren nuevos avances) como de los riesgos geopolíticos", comenta la firma norteamericana. Por su parte, los expertos de Morgan Stanley señalan que las subidas seguirán produciéndose y ven el barril volando por encima de los 90 dólares. : Andrés Allende, gestor del fondo DIP Value Catalyst de A&G, señala por su parte que "nuestra perspectiva es que el petróleo se mantenga a niveles de precio relativamente elevados", siempre por encima de los 80 dólares.

"El optimismo actual debería disolverse de forma clara y volver rápidamente a los 70 dólares el barril"

Desde Allianz coinciden en que las recientes subidas se han fundamentado en "una demanda más sólida de lo esperado en China durante el primer trimestre y las recientes huelgas y ataques ucranianos en las refinerías de petróleo rusas, que podrían afectar a la oferta". Es por ello que apuestan a que el crudo siga en sus rangos actuales pero descartan por ahora una subida puesto que "se verá limitada por la fortaleza de los países que no están en la OPEP".

Norbert Rücker, analista de Julius Baer, disiente y explica que "el optimismo actual debería disolverse de forma clara" y volver "rápidamente a los 70 dólares el barril". El motivo detrás de este punto de vista residen en una "demanda occidental estancada" mientras "China se convierte en una potencia petroquímica" que impulse la producción. En ese sentido señala un "ánimo alcista ha destado un cambio de humor en el mercado", pero que no responde a la realidad y que es este estado de euforia, por la sucesión de noticias a favor del 'oro negro' lo que ha despertado "las importantes oscilaciones" que estamos viendo hoy en día.

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