
La estacionalidad es uno de los factores que más se está empezando a mirar en los últimos años a la hora de elaborar un plan de trading. Este sector del ámbito bursátil, cuenta cada vez más con un mayor número de adeptos. Sobre todo, a tenor de unos resultados que, en muchos casos, avalan su postura. Y es que, si se mira la media de los últimos 30 años, hay varios meses en los que las ganancias y las pérdidas suelen ser mayoritarias en índices como el Ibex 35 (ver gráfico).
Estadísticamente, el último trimestre del año es una de las partes más plácidas para los alcistas, junto con los primeros meses del año (enero y febrero). De hecho, este año la bolsa Europea se revalirza un 16% en ese periodo de cinco meses y la española un 7%. Sin embargo, en marzo, empieza a cambiar la película. Con el final de febrero, acaba el periodo de cinco meses consecutivos de ganancias que registra el Ibex 35 de media en los últimos 29 años. Es decir, que se acaban los meses más plácidos para los toros en materia de inversión y se entra en los meses en los que pueden venir curvas.
En marzo, de hecho, se ha registrado el peor balance mensual de la bolsa española de los últimos años. Concretamente, fue en 2020 con el comienzo de la propagación del Covid-19 en Occidente y las consiguientes medidas restrictivas adoptadas por los Gobiernos para que los ciudadanos redujeran al máximo la transmisión del virus. El resultado, unas pérdidas superiores al 22% en los 31 días que tiene el mes, que favorecen que de media, marzo arroje un balance negativo en los últimos treinta años.
Pero no solo el balance mensual medio de dicho mes (que podría verse alterado por el mal dato de 2020) refuerza la tendencia. También el hecho de que en los últimos treinta años, han sido más las veces que han ganado la partida los bajistas que los alcistas (ver gráfico más abajo). Esto es algo que solo pasa en otros dos meses del año, mayo y agosto.
"Una pauta estacional tiene sentido a largo plazo. Por tanto, una buena pauta alcista o bajista la debemos tener en cuenta cada año y es bueno comprobar periódicamente si las principales pautas se siguen cumpliendo. En caso contrario deberíamos replantearnos nuestra gestión", explica Albert Pares, gestor de Annualcycles Strategies. "Observamos una consistencia en el cumplimiento de las pautas. Por tanto, vamos a seguir utilizándolas y esperamos que se cumplan este 2024", sentencia el experto respecto a este método de inversión.
"También tenemos en cuenta las estacionalidades favorables (repunte de fin de año) y las señales constructivas de nuestros algoritmos propios de aprendizaje automático", reconocía en ese sentido Thomas Hempell, director de investigaciones macroeconómicas en Generali Investments hace unos meses.
Y no es el único. Otros expertos, como Franco Macchiavelli, responsable de análisis en Admirals España, también han reconocido en algún momento recurrir a la estadística aplicada para buscar pistas sobre la evolución de los mercados en momentos puntuales.

El 'sell in may', en el horizonte
El comienzo de los meses en los que pueden venir curvas en los mercados se anticipa al patrón estacional más conocido en la renta variable. Se trata del sell in may and go away (vende en mayo y sal corriendo) y hace referencia al aforismo por el cual en el semestre que va de mayo a finales de octubre, tradicionalmente se han obtenido rentabilidades peores que en el semestre que va de noviembre a abril.
Este conocido dicho nació en Inglaterra y originalmente rezaba sell in May and go away until St Leger's Day y surgió a raíz de una popular carrera de caballos -St Leger Stakes- que tiene lugar en septiembre y que por aquel entonces marcaba el final del verano y la vuelta de los grandes inversores y, por ende, de un mayor volumen de negociación.
La fiabilidad de este aforismo, no obstante, ha sido vincuada en muchos casos al pago de dividendos. La mayor cosecha de retribuciones viene con la primavera, y aunque la mayor parte de los inversores están al tanto de que el dividendo se descuenta casi simétricamente en el precio del título coincidiendo con la fecha de corte, la especulación por delante y por detrás de la fecha de pago abre oportunidades de inversión que muchas veces derivan (en mayor medida en el caso de la bolsa europea) en turbulencias en los mercados.