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El petróleo no para de entrar en China: Rusia e Irán se aprovechan de la extraña estrategia de Pekín

  • Las importaciones de petróleo tocan un nuevo récord en diciembre de 2023...
  • ...pese a que la economía se debilita y coche eléctrico sigue ganando terreno
  • La capacidad de almacenamiento de petróleo en china es un misterio

China sigue a lo suyo. Ni la desaceleración de su economía ni el desplome de sus mercados financieros están deteniendo el 'atracón' de petróleo que se están dando sus refinerías y empresas petroleras. Aunque la lógica económica dice que una economía que crece menos y que pierde población debería consumir menos crudo, las empresas estatales chinas han vuelto a importar una cantidad récord de petróleo en diciembre (con Rusia e Irán como grandes beneficiados), lo que podría estar ayudando a sostener el precio del barril por encima de los 80 dólares. Si China sigue los patrones de años pasados, en los primeros meses de 2024 (temporada alta de compras de crudo para Pekín) debería importar cantidades aún superiores. Las grandes preguntas son qué está haciendo con ese petróleo (almacenarlo, refinarlo...) y si Pekín va a mantener este vertiginoso ritmo de compras y cuánto cabe en sus reservas.

China parece ignorar por completo la perspectiva de un menor crecimiento económico y se lanza con todo a comprar petróleo. Los últimos datos de la Administración General de Aduanas muestran como las importaciones chinas de crudo alcanzaron los 11,43 millones de barriles diarios en diciembre, según publican desde Mintec, proveedor independiente de datos sobre materias primas. Más allá de la tensión en el Mar Rojo, China podría estar detrás de la reciente fortaleza del petróleo. El barril de Brent ha recuperado los 83 dólares, mientras que el West Texas ha alcanzado los 78 dólares.

Las importaciones de China suponen un incremento del 10,2% respecto al mes pasado y, para sorpresa de los mercados, ha vuelto a suponer un nuevo récord histórico, incluso superando los datos mensuales de finales de 2022, cuando el poderoso despertar poscovid de China llevó al país a adquirir cantidades récord para preparar su retorno a la normalidad económica. Sin embargo, ahora, con un contexto muy diferente en el que se espera una desaceleración, sorprende que redoble la apuesta, superando incluso esas cifras. Mientras que los datos de compra de petróleo reflejan una economía poderosa que parece despertar del letargo del covid con intensidad y profundidad, la realidad económica es totalmente diferentes. Hay algo que no encaja, un misterio que solo el tiempo resolverá.

En términos interanuales también hay crecimiento. Las refinerías chinas han incrementado un 0,5% sus compras respecto al año anterior. Todo ello sucede no solo mientras que la economía se desacelera, sino que también mientras que la producción local de crudo está en máximos históricos, lo que debería moderar las importaciones. China está protagonizando paralelamente un récord histórico de producción. Concretamente, la nación oriental ha logrado asegurar 4,16 millones de barriles diarios y ha quedado a las puertas de convertirse en el quinto mayor productor del mundo, superando en el camino a gigantes del mercado mundial como Irak.

En ese sentido, muchos analistas esperaban que buena parte de las importaciones se cubrieran con sus propios pozos, especialmente teniendo en cuenta que su economía se encuentra en un momento complicado, con una desaceleración en su PIB y muy cerca de la deflación. De hecho, aunque los viajes en avión internos han alcanzado niveles récord, superando las cifras precovid, los vuelos internacionales aún está un 40% por debajo de sus niveles de 2019.

Además, la demanda interna de combustible se muestra débil debido a que los principales sectores que hacían uso de esta están teniendo un desempeño pobre. Este es el caso de la construcción, que se encuentra en una profunda crisis y que representa un 9,7% del consumo energético del país. Otros sectores, como el industrial, también es un gran consumidor y se encuentra en un momento de debilidad debido a la ralentización económica a nivel mundial derivada de los altos tipos de interés. Si China crece mucho menos, pero no para de comprar petróleo, la gran pregunta es ¿dónde está ese petróleo?

Dónde está todo ese petróleo

Como se viene señalando desde hace tiempo en este diario, son varias las teorías e hipótesis que pueden estar detrás de este, cuando menos, curioso comportamiento de las refinerías chinas. Una opción es que China prevea que el petróleo va a subir de precio en los próximos meses y, por tanto, quiera aprovechar los niveles actuales para rellenar unas reservas estratégicas y comerciales que son una incógnita.

Como señalaba la agencia Bloomberg en una de sus investigaciones sobre las reservas de crudo chinas, a diferencia de EEUU, donde los datos sobre las reservas estratégicas de petróleo del país se actualizan pública y periódicamente, el tamaño de las reservas de crudo de China está envuelto en un velo de misterio. También hay menos distinción entre reservas gubernamentales y reservas comerciales, ya que muchas de las empresas energéticas más grandes del país son de propiedad estatal.

A principios de 2023, se publicó que el gigante estatal China National Offshore Oil Corporation (CNOOC) completó unas enormes instalaciones de almacenamiento de reservas de crudo en el este de China. La instalación de almacenamiento monofásico más grande en China hasta el momento, que tiene capacidad para más de 30 millones de barriles de petróleo. CNOOC anunció en un comunicado en febrero de 2023 que sus instalaciones de almacenamiento en Dongying, provincia de Shandong, comenzarían a llenarse tras un periodo de prueba. Esto podría explicar buena parte de dónde está yendo a parar el petróleo que China importan de forma masiva.

Otra opción es la que señalan desde Fitch Solutions: China podría estar preparándose para refinar más petróleo e incrementar sus exportaciones de derivados al resto del mundo (gasolina, diésel...). Esto podría ser parte de la explicación. "Se espera que el incremento capacidad de refino respalde las importaciones de petróleo crudo en el corto y medio plazo. Se espera que la capacidad total de refino de China aumente hasta los 18 millones de barriles diarios en 2024, ya que está previsto que ponga en marcha varios", aseguran estos expertos en un informe.

China se empacha de petróleo de Rusia e Irán

¿Por qué Pekín compra tanto petróleo en estos momentos? Podría ser por motivos de seguridad nacional, como señalaban los expertos de JP Morgan a finales de 2023. Pero también gana fuerza el motivo 'oportunidad': aprovechar los descuentos de países 'repudiados' por Occidente que venden su crudo con grandes descuentos en estos momentos.

China está haciendo un buen negocio comprando millones de barriles de petróleo ruso (con descuento) y de Irán (también más barato que las referencias internacionales). Los países vetados por EEUU y Occidente son la gran fuente de energía para China.

Las importaciones totales de crudo ruso por parte de China ascendieron a 2,47 millones de barriles por día (bpd), lo que convierte a Rusia en el primer proveedor de petróleo por segundo año consecutivo, de acuerdo a las cifras. Este significativo incremento deja atrás a Arabia Saudí, quien experimentó una disminución del 1,8% en sus exportaciones de crudo a China, con un total de 85,96 millones de toneladas métricas en 2023.

Este sorpasso se ha producido de la mano de unos fuertes recortes de la producción por parte de la monarquía de Oriente Medio. Por su parte los datos del departamento de Comercio del país reflejan que las firmas están adquiriendo crudo ruso a un precio medio de unos 77 dólares el barril. Un descuento significativo frente a los 82 dólares a los que cotiza el brent y a los 83 dólares a los que cotizó de media en todo 2023.

En la actualidad, China importa el 19% del crudo utilizado en el país desde Rusia y un 15% de Arabia. En los últimos años, empresas estatales chinas como Sinopec y Zhenhua Oil han aumentado las compras de petróleo ruso atraídas por fuertes descuentos, después de que las sanciones a Moscú por su invasión de Ucrania comprometieran sus exportaciones a Europa.

Por otro lado, las compras de petróleo iraní siguen siendo intensas, aunque el ritmo se ha reducido levemente en las últimas semanas. China e Irán se han enfrentado por el precio del petróleo. Irán exigiendo precios más altos para las entregas de crudo ligero iraní en enero, según informó Reuters.

La medida ha llevado a un punto muerto entre los dos países, puesto que podría reducir los beneficios de las 'teteras' chinas, unas refinerías de pequeño tamaño que son las que se encargan de comprar y refinar el crudo de Irán. Teherán está reduciendo su descuento de 10 dólares por barril de crudo Brent, a unos 5 o 6 dólares, según revelaron a Reuters operadores familiarizados con las transacciones. Este cambio de precio no ha gustado nada a China. Pese a todo, por ahora la 'sangre no ha llegado al río'.? Los analistas consultados por el Departamento de Energía de EEUU aseguran que gran parte del petróleo que se envió desde Irán a China fue reetiquetado como procedente de países como Malasia, Emiratos Árabes Unidos y Omán para evitar sanciones.

Aunque las compras se están incrementando en estas últimas semanas, el apetito chino por el crudo ya comenzó a principios de 2023, al calor (entonces sí) de la reapertura económica y de la necesidad de poner en marcha toda la maquinaria del país tras los confinamientos del covid. Durante los primeros seis meses de 2023 China importó cantidades superiores de crudo a las de años anteriores: ese petróleo adicional lo importó en el primer semestre de 2023 de Rusia, Irán o Brasil

China, el factor decisivo para el precio del petróleo

Este giro de China tiene en vilo a todo el mundo, pues el gigante asiático es el factor diferencial que puede marcar los precios del petróleo. Según los datos de la Agencia Internacional de la Energía, China representó el año pasado el 80% del incremento de la demanda de crudo el año pasado. De este modo, la voracidad del gigante asiático evitó que una auténtica ola de crudo producido por EEUU empujase a la baja los precios de forma drástica y frustrase los planes de una OPEP que está teniendo problemas para mantener los recortes actuales.

La demanda de crudo por parte de China está muy presente precisamente para el cártel que, en su último informe afirmó que se desacelerará su consumo al 3,9%, en los 16,41 millones de barriles diarios (importaciones más consumo de crudo local), durante el primer semestre de este año. Desde la AIE recortaron recientemente las perspectivas de la demanda de crudo hasta sumar solo 300.000 barriles más para este año. Las estimaciones de la última encuesta realizada por Bloomberg defiende que China tan solo verá crecer su demanda de crudo en 500.000 barriles diarios. Creen que en 2023 se produjo un "efecto rebote" tras años arrastrando confinamientos y medidas covid-cero que desataron un boom en los viajes y otras actividades vinculadas al consumo energético.

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