
Aunque el foco mediático de las últimas semanas (y meses) ha estado más dirigido a otros sectores, conflictos bélicos y banqueros centrales, las últimas semanas dentro del sector europeo de telecomunicaciones han sido un carrusel de noticias que podrían cambiar el futuro de esta industria.
De entre las cuatro grandes del Viejo Continente, solo Deutsche Telekom ha tenido unas semanas relativamente tranquilas, ya que en el resto las operaciones corporativas se han acelerado estos días. Sin ir más lejos, en Telefónica, donde Saudí Telecom iba a tomar una participación del 9,9%, se quedará finalmente en el 4,9% en lo que parece un pacto de no agresión con el Gobierno español, que estudia tomar ese 5% a través de la SEPI (Sociedad Española de Participaciones Industriales). Asimismo, esta misma semana, en la que también ha presentado su Plan Estratégico hasta 2026, anunció una opa amistosa por el resto del capital de su filial alemana que todavía no posee. Se trata de un 28% del total, con una prima del 37% que suponen 1.970 millones de euros, con el objetivo de simplificar su estructura de cara a este nuevo ecosistema.
En Orange, la casa francesa, siguen a la expectativa de que el regulador permita definitivamente la fusión de su filial española con MásMóvil, que dejaría el pastel del mercado español a dividir entre tres (o cuatro, contando a Digi). Sin embargo, todo apunta a que los remedies (los activos que tendrán que desinvertir por motivos de competencia) serán altos y podrían ser objetivo del resto de jugadores. Por último, en Vodafone también ha habido movimientos estos días, pues se anunció que vendía al fondo de inversión Zegona su filial española por 5.000 millones de euros.
Tras ese golpe sobre la mesa que sostiene el tablero del sector, ¿cómo quedan los jugadores situados? y, sobre todo, ¿qué ofrecen cada uno de ellos al inversor?
Deutsche Telekom es el líder indiscutible de este juego, con un tamaño en bolsa que supera a las otras tres juntas, capitalizando más de 100.000 millones de euros. Lo que diferencia a la alemana del resto es su negocio estadounidense, que le proporciona altos márgenes y más crecimiento pues es un mercado igual de grande que Europa entera pero con solo cuatro participantes. En este sentido, el consenso de analistas que recoge FactSet estima que su ebitda crecerá un 7% hasta 2025, siendo este el mayor aumento dentro del sector. Asimismo, recibe la mejor recomendación de todos.
En el caso de Orange, que también recibe una recomendación de compra por parte de los expertos, es la que más sube en bolsa este curso de entre las grandes, conc erca de un 20%, en un sectorial europeo que se ha vuelto a quedar rezagado con respecto al resto de la bolsa. Y pese a este mejor comportamiento, la francesa es la que cotiza a un PER (veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción) más bajo, por debajo de las 10 veces estimando los beneficios del año que viene. La más cara en este sentido es Telefónica, con un multiplicador de más de 12 veces. Por último, Orange también cuenta con un menor apalancamiento, de 2,4 veces, ligeramente por debajo del resto.
Para el que opte por comprar títulos de Vodafone, que reciben un consejo de mantener, contará en su cartera con un valor al que actualmente le dan un recorrido alcista de más del 40% después del retroceso del 10% que acumulan sus acciones en 2023. Además, es la única gran teleco que ofrece una rentabilidad por dividendo de doble dígito. Por contra, deberá saber que su ebitda se reducirá en torno a un 10% hasta 2025, según las estimaciones de los analistas.
Telefónica
Al igual que el resto del sector, Telefónica lleva años siendo penalizada especialmente por la falta de crecimiento, que precisamente ha sido un poco el late motiv del Día del Inversor que ha celebrado esta semana, en la que ha fijado una hoja de ruta para incrementar en 5.000 millones el flujo de caja hasta 2026, manteniendo un dividendo de 0,3 euros que, con los precios actuales, ofrece una rentabilidad superior al 8%, también una de las mayores de todo el sector.
Este año se anota en torno a un 9% en el parqué de Madrid, donde los expertos le dan un recorrido adicional de más del 12%. Los analistas, en su mayoría, recomiendan mantener sus títulos en cartera. "En nuestra opinión, Telefónica está en disposición de volver a la senda del crecimiento en un mercado de naturaleza deflacionista, que vendrá por la parte de los ingresos y de la reducción de costes", explican en Renta 4. "Creemos que los objetivos son alcanzables si bien también dependen de que el comportamiento de los competidores en los distintos mercados sea racional", agregan. "Telefónica será la primera en apagar la red de cobre y eso le permitirá retener más caja al requerir menos capex", concluyen. El consenso de analistas que recoge FactSet, de momento, tan solo prevé un incremento del 1% en su beneficio bruto entre 2022 y 2025, por debajo de las guías proporcionadas por la compañía.
Desde CMC Markets creen que "la falta de crecimiento del sector es una de las razones que explican la mala evolución en bolsa de los últimos años, además de la coyuntura actual de tipos altos de interés que penalizan a las compañías más endeudadas". "Tampoco ayudan los altos dividendos que reparten las operadoras, que dificultan el crecimiento futuro por menor inversión e impiden reducir con rapidez los altos niveles de apalancamiento", añaden.