Desde que el Banco Central Europeo comenzó a subir los tipos de interés para hacer frente a la inflación, en julio del año pasado, la banca española se ha revalorizado ya un 60% gracias a que automáticamente su margen de interés se ha ido ensanchando. Los analistas han ido revisando al alza sus estimaciones de beneficios durante este periodo, en el que los propios bancos han ido elevando sus respectivos guidances al calor de unos tipos cada vez más altos y una perspectiva de que se quedarán altos por un mayor periodo de tiempo.
A su vez, los bancos han ido incrementando sus dividendos (y sus recompras de acciones, como ha sido el caso esta semana de Santander o BBVA). Tanto, que pese al fuerte rebote del precio de sus acciones en los últimos meses, la rentabilidad de sus pagos ha pasado del 4,5% de media del año pasado al 7% que promedian para 2023.
Las últimas en dar esas buenas noticias a sus inversores han sido Santander y BBVA, que han anunciado, a través de la CNMV esta semana, incrementos en sus primeros dividendos a cuenta de los resultados de este año.
BBVA pagará a sus accionistas un primer dividendo en efectivo a cuenta de los resultados de este año que será de 0,16 euros por acción, un 33% más que los 0,12 euros que repartió en 2022. El mercado esperaba que lo subiese, pero solo hasta los 0,15 euros. Este primer pago cristalizará el próximo 11 de octubre, pero para tener derecho a cobrarlo hay que tener las acciones en cartera a cierre del viernes de la semana que viene, ya que el lunes siguiente cotizarán sin el mismo. A precios actuales alcanza una rentabilidad del 2,1%.
Este pago, como es habitual, será complementado con otro durante el mes de abril, que suele ser el mayor de los dos. De cara a este año los expertos prevén que lo eleve de los 0,31 a los 0,35 euros por acción, que eleva la rentabilidad total por encima del 6,6% (aunque el consenso de FactSet es más optimista y la ve en el 7,8%. A esto se unirían los buybacks, como la última anunciada de 1.000 millones.

Santander, por su parte, también ha confirmado esta semana que su próximo dividendo será de 0,081 euros por acción, lo que implica un incremento del 39% frente al homólogo del curso pasado, que no llegó a los 6 céntimos, elevando así el payout del 40 al 50%. Este dividendo será repartido el próximo 2 de noviembre y para cobrarlo hay que tener las acciones al cierre del lunes 20 de octubre.
Quien compre ahora obtendrá una rentabilidad del 2,2%. Además, aderezó esta noticia con un nuevo programa de recompra de acciones de hasta 1.310 millones de euros con lo que suma otro 2,2% de rentabilidad para el inversor. De cara ya al mes de abril, el mercado espera un dividendo complementario de otros 8 céntimos por acción que duplique el rendimiento de sus pagos contra los beneficios de este curso.
Dentro del resto de los bancos, destaca el caso de CaixaBank, donde los analistas estiman que se alcance una rentabilidad por dividendo este año del 9,2%, convirtiéndose en uno de los más grandes no solo del Ibex si no de toda la bolsa española.
A diferencia de BBVA y Santander, Caixa acostumbra a realizar el pago de su dividendo de una sola sentada, normalmente en el mes de abril. El consenso estima que por cada acción, el banco remunerará al tenedor con 0,34 euros.
El segundo más alto, según las previsiones, será el de Sabadell, que supera el 8% mientras que Unicaja y Bankinter también se quedan por encima del 7% de rentabilidad anual. Y esto, sin tener en cuenta las recompras de acciones que están por anunciar.