La renta fija vive un momento histórico. Después de años en los que este activo arrojaba rentabilidades iguales a cero o negativas, los bonos vuelven a ser atractivos. La rentabilidad de la referencia española a 10 años ha escalado en los últimos días hasta el 3,86%, su nivel más alto desde enero de 2014. Está ocurriendo algo totalmente impensable hace muy poco tiempo: los bonos vuelven a hacer la competencia a la renta variable. Según recoge FactSet, la rentabilidad por dividendo estimada para el conjunto del Ibex 35 en 2023 asciende al 4,7%, sólo 80 puntos básicos por encima del rendimiento del bono del Tesoro a una década.
En el caso de Estados Unidos, el diferencial a favor del bono, cuya rentabilidad está en máximos de septiembre de 2007 (en la antesala de la gran crisis financiera), es sangrante. La referencia a 10 años ha llegado a superar el 4,5%, y se sitúa ya 291 puntos básicos por encima del dividendo estimado para el S&P 500, que es del 1,6% en 2023 (sin tener en cuenta, eso sí, las recompras). El rendimiento del T-Note, considerado el activo libre de riesgo de referencia en el mundo, no ha cesado su escalada en los últimos meses. En agosto lo impulsó la rebaja que realizó Fitch sobre el rating de EEUU –arrebató al país su triple A– y, más recientemente, reflejó el efecto del mensaje de la Reserva Federal de la semana pasada acerca de que los tipos no subirán mucho más, pero sí permanecerán altos más tiempo. Le puede interesar: El bono americano tiene camino para probar el 5%.
El momento de la renta fija
"Este es el momento de los bonos", afirma Ignacio Cantos, director de Inversiones en atl Capital. "Veníamos de un mundo sin alternativas y ahora sí las hay"; y esto, añade, "ya se nota en nuestras carteras, en las que, tras haber estado muy fuera de este activo y con duraciones muy cortas, empezamos a subir duraciones", explica. "¿Es esto negativo para la bolsa? No lo creo, aunque ha tenido momentos mejores". "Hemos pasado de un mundo casi distópico de rendimientos negativos, algo que ni siquiera se estudiaba en la Universidad, a un proceso de normalización, y esa normalización es buena", reflexiona el director de Inversiones de atl.
Actualmente, un inversor puede acariciar el 4% con un activo tan seguro como es el bono español a 10 años, frente a la mucho más arriesgada inversión en dividendos.

Respecto a esa idea de que el bono quiera competir con la retribución al accionista, Antonio Aspas, consejero y socio de Buy & Hold, recuerda que se trata "de dos activos para dos perfiles muy distintos. Aunque el dividendo sea alto, el inversor puede sufrir pérdidas del 20% (o ganancias), en el valor de las acciones, mientras que con un bono del Estado al 4% va a ganar ese 4% si lo mantiene a vencimiento. Para un conservador, un tipo de inversión no tiene nada que ver con la otra".
En lo que llevamos de año, los perfiles defensivos, aquellos que invierten únicamente en renta fija, han visto revalorizarse sus carteras un 2,8%, y los moderados un 5,7%, frente al 7,9% que se embolsan los más arriesgados.
El creciente atractivo del bono del Tesoro frente al dividendo se aprecia también en el caso de Francia, un país en el que el papel a 10 años ofrece un 3,3%, superando ya la rentabilidad prevista para los pagos del índice de referencia, el Cac 40, de este año, que, según las previsiones que maneja el consenso de mercado que recoge FactSet, está en el 3,1%.
El 'Bund' toca altos de 2011
En Alemania, por el contrario, la retribución al accionista sigue teniendo más atractivo que el bono de referencia. Esto, a pesar de la llamativa subida que ha experimentado el rendimiento del Bund, que inició el mes de septiembre en el 2,46% y que este lunes rebasó el 2,8%, un máximo no visto desde 2011. Ayer martes cotizaba ligeramente por debajo de esa cota.
La posibilidad de que el Banco Central Europeo (BCE) no inicie la bajada de tipos de interés hasta mediados del año que viene está llevando a los inversores a vender renta fija europea en los vencimientos más largos, lo que a su vez eleva los rendimientos.
El caso de EEUU
El mercado estadounidense tiene la peculiaridad de que ese 1,60% de rentabilidad por dividendo no contempla el efecto de las recompras de acciones, que, si se tuvieran en cuenta, previsiblemente doblarían ese retorno para el accionista (está por ver en qué medida se reducen los buybacks en un escenario en el que financiarse para comprar acciones propias es más caro para las empresas).
"Creemos que todavía quedan muchas liquidaciones de posiciones largas", afirma Markus Allenspach (Julius Baer)
"Los rendimientos de la deuda pública están subiendo a ambos lados del Atlántico. El bono de EEUU a 10 años ha cruzado la importante cota psicológica del 4,5%. Resulta interesante que los observadores del mercado estadounidense hayan culpado al movimiento en Europa, mientras que desde Europa se ve como principal culpable al rechazo del presidente de la Fed, Jerome Powell, a descartar nuevas subidas de tipos", señala Markus Allenspach, responsable de investigación de Renta Fija en Julius Baer.
"Creemos que todavía quedan muchas liquidaciones de posiciones largas, dado que los fundamentales en Europa no garantizan rendimientos más altos ni subidas de tipos, y la perspectivas de un shutdown [cierre] del gobierno federal es un argumento para tipos más bajos, no más altos", añade Allenspach.