
La primera quincena de julio estuvo dominada por el euro en cuanto a que el mercado esperaba una remontada de la divisa común europea frente al dólar en un contexto en el que el Banco Central Europeo iba a continuar con las subidas de tipos de interés, frente a una Reserva Federal de Estados unidos que iba a detener sus alzas.
Pero la realidad, como se pudo ver la semana pasada, es que el ajuste en EEUU continúa más de lo esperado por el mercado y eso debilitó al euro en la última parte del mes.
Esto ha forzado al euro a perder incluso los 1,10 dólares que supo recuperar al cierre de julio en un mes en el que finalmente sube un 1,1%. En parte, que el euro haya conseguido mantener esta barrera psicológica a 31 de julio se debe al dato de crecimiento de la eurozona en el segundo trimestre del 0,3%, superior a las previsiones del mercado recogidas por Bloomberg y que podría motivar al BCE a más ajustes restrictivos. Podría haber sido superior si hubiera logrado mantener los 1,12 dólares que llegó a superar a mitad de la treintena pero la pasada semana marcada por el ajuste de las políticas monetarias en Estados Unidos y Europa provocaron un desplome del euro de casi el 2%.
"La semana pasada fue de apreciación del dólar. Ambos bancos centrales subieron tipos en 25 puntos básicos y recalcaron que los máximos movimientos dependerán de los datos macro, aunque el tono de Lagarde fue algo más dovish", apuntaron desde Bankinter. Esto justificaría el repunte del dólar de las últimas sesiones que darían a pensar que el reinado del billete verde aún podría continuar.
No obstante, y a pesar de que el mercado se debate entre una subida más por parte del BCE o la esperada pausa, a la larga las previsiones que recoge Bloomberg entre las principales firmas de análisis estiman que el euro tenderá a recuperar lo perdido y alcanzar los 1,12 dólares de nuevo antes de que cierre del año. Y aunque la última quincena se haya podido ver un por parte de esta divisa, el euro aún aventaja en casi un 4% al dólar en el conjunto del 2023.