
Después del comportamiento del mercado director -Wall Street- en las últimas semanas es indiscutible que se ha instalado una complacencia entre los inversores. Un estado que siempre debe invitar a una reflexión sobre la prudencia. En julio el S&P 500 ha sorpasado en rentabilidad a las bolsas europeas, que cerraban el semestre por encima del 15%.
La tendencia es tu amiga es una regla que no hay que despreciar en mercado, y los máximos históricos del índice de mayor referencia del mercado americano se encuentran a solo un 5%. Una buena temporada de resultados puede ser la espoleta que nos devuelva a Wall Street a los precios en los que cotizaba a finales de 2021. Hemos olvidado que en el anterior récord histórico del S&P sus multiplicadores de beneficios, el PER del año siguiente, superaba entonces las 20 veces.
Hoy en la bolsa estadounidense se paga el beneficio de 2024 a 18,9 veces, unas décimas por encima de la media de la última década. Queda entonces recorrido para confirmar el desmadre a la americana que tanto le gusta a Joan Cabrero. Ecotrader ha pautado, paso a paso, que esto podría ocurrir. Pero los que no tenemos chupa de cota de malla contra la desdicha y vivimos entre los tontos por cientos -frase siempre robada a Sabina- empezamos a hacer números de cuánto se paga de caro el kilo de bolsa en los precios actuales en caso de que surja eso que siempre acaba sucediendo aunque no pueda suceder (Covid, invasión de Ucrania...)
El PER de la bolsa americana tendría que caer un 22% para irse a los niveles mínimos en los que cayó cuando la bolsa se iba por un sumidero porque las grandes economías se encaminaban a una recesión, simplemente, en octubre del año pasado.
El rango alto en el que se mueve el mercado hoy parece lógico apurando una reconstrucción: queda algo por ganar y desprecio absoluto al riesgo de caída. Si los beneficios empresariales siguen sorprendiendo positivamente la tendencia es incuestionable: veremos máximos históricos, se pueden hollar y superar.
La pregunta que me hago como inversor es qué pagar respecto a lo que compro, siendo perfectamente consciente que si el mercado director abre una corrección, todos iremos de la mano. La diferencia es que no lo contemplo como un sufrimiento y sí como una oportunidad para invertir.
El PER 2024 que se paga hoy por Tressis Cartera Eco30 -el fondo asesorado por elEconomista.es con una rentabilidad anualizada del 7,6% desde 2018- es de 11,4 veces frente a las mencionadas 18,9 veces de S&P y las 12,4 del Stoxx 600. En el castigo bursátil del año pasado, cuando el S&P llegó a un PER inferior a 15 veces, el Eco30 se fue a las 8,25 veces con una rentabilidad por dividendo del 4,2%. Hoy la retribución media de la cartera del Eco30 sigue siendo del 3,8%.