
Las cotizadas del sector inmobiliario y las vinculadas a las materias primas protagonizan un rebote en julio que se separa del resto de la bolsa europea. Mientras el Stoxx 600 se deprime desde que comenzó el mes, el real estate sube un 6,4% y el conjunto de las empresas metaleras, madereras o demás minerales avanza un 6%. Aunque los motivos de este impulso son diferentes en ambas categorías.
Las inmobiliarias europeas han estado penalizadas en el parqué por la exposición de su deuda en un entorno de rápidas subidas de interés. Una situación que preocupa al mercado y que provocó la fuga de los inversores de aquellas compañías con dificultades para afrontar sus pagos.
Fue el caso de la sueca Samhällsbyggnadbolaget (SBB). Y es SBB quien rebota en lo que va de julio un 47% en vísperas de la presentación de resultados del segundo trimestre que se publicará hoy. El rebote de la sueca junto al de la alemana Aroundtown, que salta un 26% este mes, son los principales contribuidores a que todo el sector europeo saque provecho de julio.
En el otro lado está la industria metalúrgica europea que sube ante el previsible aumento de la demanda de metales en China (como lo hacen también los precios de las materias primas). Según Bloomberg, se han acelerado los créditos en el país para reforzar la construcción de edificios e infraestructuras y esto se traslada a compañías del sector como KGHM, Boliden o Aurubis, que suben alrededor de un 9% en este periodo. Aunque las papeleras escandinavas (Stora y UPM-Kymmene) también se apuntan ascensos superiores al 7%.
Sin embargo, la evolución favorable de estos dos sectores en el mes no borra las pérdidas de las inmobiliarias y las compañías vinculadas a las materias primas en el año. Ambos sectores siguen siendo los peores del Stoxx 600 desde que comenzó el 2023 con una caída del 5,3% para el primero y del 8,6% para el grupo de las materias primas