
La decisión de Christine Lagarde y su equipo de elevar los tipos de interés en 0,25 puntos básicos y llevarlos casi hasta máximos históricos fue recibida en la jornada de ayer con tibieza en las bolsas.
Los selectivos de referencia en Europa han decidido consolidar posiciones a las puertas de las primeras resistencias a las que se enfrentan. El EuroStoxx 50, de hecho, frenó en el nivel que ya sosegó a los alcistas en 2021, y en 2022, que se encuentra en los 4.415 puntos.
Su superación daría alas al selectivo a buscar lo que desde hace mucho tiempo tiene entre ceja y ceja, que es volver a niveles donde cotizaba antes del techo de Lehman Brothers, en el año 2007, que se encuentran en la zona de los 4.572-4.600 puntos, "que además coincide con la resistencia creciente que surge de unir los máximos de 2015 y 2021", matiza Joan Cabrero, analista técnico y estratega de Ecotrader.
En el caso del Ibex 35, la resistencia a corto plazo que se encuentra el selectivo español corresponde con sus actuales máximos anuales, en la zona de los 9.500 puntos. "Su superación allanaría el camino hacia el objetivo que tiene marcado desde hace meses en los 10.100 puntos, lo cual supondría recuperar niveles donde cotizaba antes del Covid crash", afirma Cabrero.

En este sentido, el indicador no mostrará un deterioro en sus posibilidades alcistas mientras no pierda soportes de 9.260 y sobre todo de 9.167 puntos, donde fechas atrás abrió un hueco al alza. "Ahí se encuentra el stop más agresivo para eventuales compras que quieran realizar a corto plazo buscando que supere esos 9.500 puntos", explica el experto.
El Nikkei suma casi un 4% en la semana
En el mercado asiático, las principales bolsas de la región registraron su tercera sesión consecutiva de ganancias, impulsadas por las expectativas de más estímulo monetario en China.
Selectivos como el Nikkei se revalorizan casi un 4% en los últimos 5 días, mientras que el avance del Hang Seng de Hong Kong de hoy, cercano al 1%, coloca al indicador en camino de su segunda semana consecutiva de ganancias superiores al 2%, dejando claro que a medida que se incrementan las preocupaciones sobre el crecimiento chino, crecen también las esperanzas de un mayor estímulo por parte de las autoridades, algo que siempre es bien recibido por inversores y analistas.