
El mayor inversor del planeta en renta fija, la gestora estadounidense Pimco, ha presentado su informe de perspectivas de largo plazo, que recoge las expectativas de la firma de cara a los próximos cinco años. Richard Clarida, quien ha sido vicepresidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed) entre los años 2018 y 2022, ha regresado a la gestora como asesor económico mundial de la firma y, cuatro años después, ha vuelto a presentar el informe de perspectivas de largo plazo tras su etapa en el banco central estadounidense.
Andrew Balls, director de inversiones de renta fija de la gestora, acompañó a Clarida y explicó las propuestas de inversión que maneja la gestora para navegar en este entorno económico.
Clarida ha expuesto los vaivenes que se han vivido en los mercados y en la economía en los últimos años, tras la llegada de la pandemia de Covid-19. "Se ha producido un shock por la reapertura que ha generado que se dispare la inflación", expone Clarida, quien espera, sin embargo, que los próximos cinco años estén marcados por la ausencia de estímulos fiscales y monetarios, algo que va a tener un impacto importante en los mercados.
Efecto 'fatiga del QE'
"Se va a vivir un incremento de la volatilidad en el aspecto macro, con ciclos más cortos que en el pasado", señala el asesor de Pimco. "Estamos yendo a un mundo en el que los shocks de oferta van a marcar los ciclos de mercado", espera Clarida. "El apoyo de los bancos centrales va a reducirse muchísimo, es un periodo que nosotros hemos definido como 'fatiga del QE', algo que también se va a apreciar en la parte de los estímulos fiscales", añade.
En este contexto, Clarida se plantea "cuál va a poder ser el ancla para las rentabilidades de la renta fija y los tipos de interés de los bancos centrales", y en qué niveles se puede esperar que las rentabilidades de los bonos se estabilicen. Esta es una de las grandes preguntas que se lanza el asesor de Pimco de cara a los próximos años, y lo que sí parece tener claro es que las presiones desinflacionistas van a regresar, y que probablemente llevarán a "los tipos de interés neutrales [en nivel de tipos de equilibrio, el que no afecta, ni estimulando, ni ahogando, a la actividad económica del país] de los bancos centrales a los mínimos históricos", señala Clarida.
La gestora no espera que los bancos centrales revisen sus objetivos de inflación en el próximo lustro
Eso sí, por el camino, considera que los señores del dinero no van a revisar de nuevo sus objetivos de inflación, y cree que las implicaciones del proceso de transición energética y de la recomposición de las cadenas de suministro, dos factores que muchos analistas consideran que serán inflacionistas en los próximos años, va a tener impacto "en industrias concretas que en la macroeconomía en su conjunto", destaca.
Las amenazas para el escenario base
Para Clarida hay algunos elementos que pueden alterar el escenario base que manejan. Considera que son poco probables de materializarse, pero no descarta que puedan ocurrir y por ello considera importante tenerlos en cuenta, de cara a no llevarse sorpresas en el futuro.
El primero es "que la inflación continúe siendo muy alta y los bancos centrales no sean capaces de reducirla con las medidas que están llevando a cabo", señala. Es probable que esto forzase a los bancos centrales a continuar el proceso de endurecimiento de su política monetaria, con el impacto negativo que tendría, especialmente relevante en la renta fija.
La segunda amenaza potencial para sus perspectivas es "el impacto que pueda tener el auge de la inteligencia artificial en los próximos años", un elemento que añade una incertidumbre importante por la dificultad que tiene hacer previsiones sobre un desarrollo tan novedoso. "Puede tener unas implicaciones enormes para la inflación y el crecimiento económico", reconoce Clarida. El tercer factor con potencial de cambiar las perspectivas de Pimco es "que la segunda guerra fría en la que estamos entrando se termine convirtiendo en una guerra caliente", explica.
Cómo invertir en este contexto
Andrew Balls se encargó de explicar cómo se está posicionando Pimco para estos próximos cinco años, con un mensaje que se ha repetido mucho en los últimos meses en el mercado, y que para la gestora estadounidense sigue siendo el más adecuado: la inversión en renta fija de alta calidad crediticia.
"Que la inflación vaya cayendo hacia los objetivos de los bancos centrales es algo muy positivo para la renta fija", señala, "y las rentabilidades a vencimiento son ahora muy atractivas", reconoce Balls. "Después de un periodo largo de tipos de interés reales negativos, ya han vuelto al terreno positivo", añade.
Además, el director de inversiones tiene claro que se va a producir "un incremento de la dispersión en las rentabilidades de distintos activos de inversión", especialmente en la correlación directa que han tenido la renta fija y la variable en los últimos años, coincidiendo con los estímulos de los bancos centrales.
"Va a haber más dispersión en las rentabilidades de los distintos activos"
Tener "paciencia con el crédito privado" va a ser necesario en este contexto, según destaca la gestora, ya que "las oportunidades irán presentándose por sí solas", destaca Balls. Por último, el director de inversiones de las firma considera que "el dólar estadounidense va a sufrir un debilitamiento en los próximos años", aunque considera que seguirá manteniéndose como la moneda de reserva más importante.