En la última conferencia anual de Cobas AM algunos inversores pudieron sorprenderse con la presencia de Mingkun Chan, el analista de la gestora de Paramés de compañías asiáticas. Pero no es ninguna novedad. Lleva trabajando con el equipo más de diez años desde Shanghai y la importancia de su trabajo se comprueba en que en la cartera internacional aparecen hasta once compañías de Corea del Sur y Japón, algunas conocidas como Samsung o Hyundai y otras menos, como es el caso de Ichiko, Okamoto, Johnson Electric o Amorepacific, que acaparan hasta un 12% del portfolio.
Pero no es el único caso. En la Liga Global de elEconomista.es, que reúne a los 260 fondos de renta variable internacional más activos, aparecen hasta 16 vehículos que se aproximan o superan el 7% de exposición a firmas del Lejano Oriente, entre los que se encuentran Hamco Global Value, que tiene hasta un 15%, DIP Value Catalyst Equity (10,35%) o Horos Value International, con algo más del 8%, según datos de Morningstar.
¿Por qué se fijan los gestores value en estas firmas tan alejadas del radar habitual de compañías norteamericanas y europeas? "El hecho de incluir a Asia en una cartera de inversiones ayuda a alcanzar una verdadera diversificación global, ya que los índices tienen una gran representación de EEUU en su composición y su exposición a Asia es reducida", explican en Hamco. El auge de las firmas tecnológicas en la última década fue una de las puertas entradas al continente, y el crecimiento de China también facilitó el filtrado de numerosas firmas. Pero existen una serie de dinámicas globales que también ayudan a entender su importancia a la hora de seleccionar valores.
"Durante la crisis del Covid, los gobiernos asiáticos no realizaron excesos fiscales y a nivel monetario tampoco se alcanzaron tipos de interés reales tan negativos y ahora los bancos centrales de estos países no tienen la necesidad de realizar subidas de tipos tan agresivas como las de EEUU y Europa". apuntan en Hamco, donde subrayan el ligero descuento con que cotizan muchos mercados asiáticos frente a los desarrollados. "Incluso en Japón y Corea del Sur se pueden encontrar buenas empresas a precios ridículos", enfatizan.
En los últimos años se han producido cambios de calado en el gobierno corporativo de las compañías de las economías asiáticas más desarrolladas para facilitar la inversión de los minoristas y que sean también más amigables para el inversor extranjero. "Recientemente la Bolsa de Valores de Tokio comenzó a enviar anualmente un memorando a las aproximadamente 3.300 empresas cotizadas con el objetivo de que aquellas que cotizan por debajo de su valor contable presenten un documento exponiendo las acciones que pretenden llevar a cabo para mejorar la asignación de capital y, por tanto, favorecer que el mercado ajuste los amplios diferenciales entre precio y valor con los que actualmente cotizan muchas de las empresas de dicho mercado. En Corea del Sur, el número de inversores minoristas se ha duplicado en los últimos 3 años, hasta una cifra de entorno a los 14 millones de inversores. Esto significa que un tercio de la población coreana con derecho a voto es inversora del mercado de valores de Corea del Sur. Por poner esta cifra en contexto, en 2019 ésta se situaba en el 10% de la población", explican en Cobas.

Y no hay que olvidar las tendencias globales que favorecen al continente, como la demografía, la innovación tecnológica y la expansión de las clases medias. "Es importante a la hora de considerar Asia como destino de inversión, diferenciar entre compañías que dan exposición a sus economías propiamente dichas, y aquellas que por el contrario son parte de la cadena de valor de productos cuya demanda reside en países de otras regiones, e incluso globales", expone Andrés Allende, gestor del DIP Value Catalyst Equity. "La mayoría de las empresas tecnológicas en Asia responden a ese perfil. En este grupo , es una región de gran atractivo por sus ventajas competitivas –a nivel de costes, pero también a nivel tecnológico, ya que suelen dominar en sus nichos de negocio, casi monopolísticos. Pero las compañías asiáticas cuyos negocios son más domésticos pueden ayudar a diversificar más la exposición global de un fondo", añade.
En Horos cuentan actualmente con diez inversiones cotizadas en Hong Kong y otra en Singapur, que representan el 12,5% de la cartera del Horos Value Internacional. "Son compañías pequeñas, familiares, con negocios con un largo historial y que reparten un dividendo medio del 7%. Algunas operan en sectores como el inmobiliario con compañías como Keck Seng y Kaisa Prosperity o la restauración, donde tenemos posición en Ajisen y Tang Palace", apunta Alejandro Martín, gestor de la firma, para quien el mercado de Hong Kon le recuerda a España. "Un lugar donde una gran parte de inversores globales no quiere invertir e incluso muchos de los inversores locales no quieren saber de España. Costaría ver empresas como Catalana Occidente, Meliá Hoteles, Elecnor o Talgo a estas valoraciones en otros mercados".