
Toda la curva de la deuda del Reino Unido disparó su rentabilidad tras el último dato de inflación en el país pero ninguna lo hizo tanto como los bonos con vencimientos más cortos. El bono a dos años saltó más de veinte puntos básicos en la sesión de este martes hasta alcanzar una rentabilidad en el mercado secundario del 4,3%: el más alto desde octubre del año pasado.
De esta forma, la pendiente vuelve a crecer a favor de los bonos a más corto plazo mientras los títulos a una década marcan un rendimiento del 4,2%. Incluso los bonos a seis meses y a doce meses rozaron el 5% de retorno tras crecer casi 30 puntos básicos y reflejar un valor no visto desde finales de 2008.
El IPC de abril en el Reino Unido cayó al 8,7% en el que es el primer dato en ocho meses que se sitúa por debajo del 10%. Sin embargo, esta caída de la inflación se quedó corta para el mercado que esperaba un dato en el 8,3%. Pero lo que rompió las previsiones del mercado ha sido el indicador de inflación subyacente, que superó en 60 puntos básicos el pronóstico elaborado por el consenso del mercado recogido por Bloomberg y que se situó en abril en el 6,8%, el más alto en treinta años. Así, con el incremento del riesgo de una recesión en el Reino Unido -como refleja la escalada de los rendimientos de los títulos de deuda del país- los inversores vuelven a valorar la posibilidad de que el Banco de Inglaterra endurezca aún más las condiciones monetarias cuando ya se estaban realizando las primeras proyecciones de cuándo se vería un recorte de tipos en el Reino Unido.
Si al arranque de la semana el mercado esperaba 50 puntos básicos más de subida de tipos este año antes de detenerse, ahora se proyecta que el Banco de Inglaterra subirá los tipos un punto porcentual más de los niveles actuales. Esto supondría, según Bloomberg, llegar hasta el 5,5% antes de pasar al 2024 bien en cuatro movimientos de 25 puntos básicos (uno por reunión) o en saltos más abruptos. "El cambio de 50 puntos básicos en las expectativas de tasas máximas durante la última semana es dramático y refleja una reacción a las sorpresas de datos a corto plazo. En nuestra opinión, tiene sentido aumentar las expectativas de tasas máximas basadas en los datos de abril; sin embargo, creemos que el movimiento que espera el mercado está sobredimensionado", estimaron desde Berenberg.