
En el último año Grifols ha visto evaporarse algo más de 4.500 millones de euros de su capitalización en bolsa, 1.300 millones más de su valor actual, hostigada por su elevado endeudamiento y los vaivenes en la cúpula directiva de la compañía.
La cotización de la multinacional catalana no ha sido ajena a cada uno de los nuevos nombramientos (tres en los últimos ocho meses) y que han contribuido a hundir un poco más el precio su acción hasta los 9,52 actuales.
Sólo en lo que llevamos de ejercicio sus títulos retroceden un 11,5% y en los últimos doce meses la compañía se deja en el parqué el 45% de su valor.
La salida 22 años después de Víctor Grifols, el artífice del crecimiento exponencial de la firma en favor de Steven F. Mayer –consejero desde 2011 y la primera persona ajena a la familia que tomó las riendas de la empresa fundada en 1940–llevó a sus títulos a repuntar un 0,5% el 30 de septiembre para retroceder en octubre un 8% hasta mínimos de 2012.
Desde este suelo su acción inició una remontada del 77% que culminó con el plan de ahorro de costes que la compañía anunció a mediados de febrero y que vino acompañado de una mejora de la recomendación y del precio objetivo por parte de los analistas.
Cae un 40% tras Mayer
Pero este potencial buen comportamiento augurado por el mercado se vio truncado una semana después, el 21 de febrero, con la dimisión de Mayer alegando motivos de salud y personales y la llegada de Thomas Glanzmann que se saldó con una caída de más del 10% en la sesión.
Comenzó así una corrección del 40% hasta los 8,41 euros que se alcanzaron el 20 de marzo, mínimos del año y Grifols firmó el peor comportamiento del sectorial de cotizadas de la salud europeas del Stoxx 600 en este periodo.
Este lunes, tras la noticia que otorga plenos poderes a Glanzmann, su acción repuntó un 0,3% reflejando la buena acogida del mercado a los cambios en la administración y que según ha comunicado la propia compañía, tienen como objetivo acelerar la ejecución de su plan estratégico y son parte de la reciente campaña de reestructuración.
"Este cambio va en la dirección correcta", dijo Xavier Brun, director de renta variable europea de Trea Asset Management, en comentarios recogidos por Bloomberg. "Lo que le falta a Grifols son hechos tangibles de ejecución y esto solo se puede ver con el tiempo", agrega este experto.