Tras un 2022 en el que la renta fija sufrió abruptas caídas por precio (igual que la variable), en 2023 estamos viendo cómo la deuda experimenta repuntes. Los inversores toman posiciones en este activo, que ya ofrece rentabilidades interesantes, en un contexto marcado por las subidas de tipos a uno y otro lado del Atlántico. Visite elEconomista Inversión sostenible y ESG, el portal especializado de elEconomista.es.
El índice Bloomberg MSCI Global Green Bond, que refleja el comportamiento por precio de una cesta de deuda verde global, se anota en lo que llevamos de año un 5,2%. Pese a que no ha vuelto a su máximo anual (llegó a repuntar un 6,5% a finales de enero, ver gráfico), ninguna de las principales categorías de renta fija que recoge Bloomberg sube tanto: la más alcista, el high yield estadounidense, remonta un 4,2%. Lo siguen la deuda gubernamental de Estados Unidos (3,8%) y los bonos globales ligados a la inflación (otro 3,8%). Lea también: "Si hace 5 años le pedías a un Gobierno cambios en su política ambiental, se moría de la risa".

Si, en lugar de en el precio, nos fijamos en la rentabilidad de este activo (en el que, cuando el precio cae, la rentabilidad sube, y viceversa) el Bloomberg MSCI Global Green Bond Index ofrece un 3,9%. Ahí si se queda bien por debajo de muchas de las principales categorías de deuda, encabezadas por el high yield global (cuyo rendimiento alcanza el 9,3%) y el high yield estadounidense (con un 8,6%).
Más rendimiento
Aún así, el 3,9% que permiten embolsarse los bonos verdes globales supera el 3,49% que ofrece una cesta similar de deuda no sostenible (recogida en el índice Bloomberg Global Aggregate). Según explican los expertos, estas diferencias en la rentabilidad tienen que ver con la composición del índice verde, que se caracteriza por tener una mayor duración y un mayor peso de la deuda corporativa. Le puede interesar: Hay una oportunidad en los bonos verdes.
Las emisiones de bonos verdes a nivel global se frenaron en un 16% en 2022, para situarse en los 487.100 millones de dólares, según las cifras de la Climate Bonds Initiative, organización de referencia en este tipo de datos. En los cuatro primeros meses de 2023, en todo el mundo se han colocado 171.093 millones de dólares, un 12% más que en el mismo periodo del año pasado, marcado por el estallido de la guerra en Ucrania a finales de febrero.