Algo se está moviendo en el sector de las telecomunicaciones europeo. En las últimas semanas los principales valores de este sectorial están cosechando mayores subidas que las del propio mercado y ya se anotan más de un 12% en lo que va de año. Entre las firmas que mejor lo hacen destacan algunas de las grandes como BT, Orange o Telefónica.
Ahora, las grandes preguntas buscan las respuestas sobre qué está pasando y, sobre todo, cómo lo puede aprovechar el inversor. Hay varios factores, pero uno de ellos es sin duda el ruido de consolidación que está en marcha e incluso puede acelerarse próximamente. "En las últimas semanas desde la Comisión se ha abierto la puerta a más operaciones de consolidación entre firmas de distintos países, algo que hasta ahora la regulación había frenado pero que podría abrirse a partir de ahora sin exigir grandes remedies [desinversiones necesarias para mantener la competencia]", explican desde Berenberg. "Uno de los potenciales beneficiados de un hipotético cambio sería Vodafone; nosotros no esperamos que ahora se den muchas operaciones entre los grandes operadores pero sí que sirva para exigir a los pequeños nombres y a los digitales que contribuyan más a la inversión en infraestructura", agregan.
Además de esto, hay un factor de ciclo. Las compañías de telecomunicaciones históricamente lo hacen bien en momento donde la actividad económica se contrae ya que es un servicio con una demanda bastante inelástica. "Las telecos están mejor posicionadas que nunca para afrontar una recesión gracias a la recurrencia de sus ingresos, su consideración como elemento de primera necesidad para el consumidor y su capacidad para trasladar el impacto de la inflación a sus clientes", señalan desde Andbank. "Durante la Gran Crisis Financiera, las telecos tuvieron un comportamiento mejor que la media del mercado en un 20%, con crecimiento en el número de líneas móviles, algo que también ocurrió durante la crisis de deuda en Europa, en el Brexit y con la crisis provocada por la pandemia", agregan. "A pesar de los riesgos a corto plazo, el sector tiene vientos de cola debido a que las redes en sus balances tienen mucho valor, se espera una consolidación en el sector, el 5G debería cambiar las dinámicas de precios ya que empiezan a ser capaces de repercutir el impacto de la inflación en sus clientes", concluyen.
En este contexto, dentro de las grandes compañías del sector solo destaca una recomendación de compra, que es la que recibe Deutsche Telekom, el líder indiscutible de la industria al triplicar el valor en bolsa de la segunda. La alemana tiene un pie en Europa pero el otro en Estados Unidos, con su filial T-Mobile, donde sí consigue un crecimiento que se ve más reducido aquí. "Con los crecimientos esperados tras la integración con Sprint, vemos a la compañía como un claro refugio de valor al cotizar por debajo de las 10 veces por PER y por encima del 10% de rentabilidad del flujo de caja libre en 2025", señalan en Beremberg.
El resto de las grandes telecos europeas reciben un consejo de mantener por parte del consenso de analistas que recoge FactSet. No obstante, no por ello dejan de ofrecer algunos atractivos como es el caso del dividendo. Tanto Telefónica como Vodafone remunerarán a sus accionistas con un pago en torno al 7,5%, el doble que Deutsche Telekom. La inglesa, además, tiene el mayor potencial de estas compañías, con más de un 20% de margen hasta su precio objetivo a 12 meses. Orange, por su parte, es la menos apalancada, con solo 2 veces ebitda. Asimismo, se encuentra en proceso de comprar MásMóvil en España y, quizás, sacarla a cotizar junto a su filial nacional para aflorar su valor.
Otra forma de invertir en el sector es hacerlo a través de su deuda. Estas compañías son especialmente activas en cuanto a la emisión de bonos que, aunque de forma directa sea difícil para el inversor minoritario comprarlos, sí que hay gran variedad de vehículos que beben de estos activos. En un momento como este de incremento de tipos, comprar bonos de firmas tan robustas como estas también puede ser rentable. De hecho, los rendimientos medios de sus bonos con vencimiento a 2027 se acercan ya al 4%, casi un punto por encima del Bund alemán.
Opción en las 'torreras'
En este sector hasta hace no muchos años, el grueso de las infraestructuras pertenecían a las grandes operadoras, que fueron primero levantando las torres de telecomunicaciones y, posteriormente, tirando la fibra necesaria para asegurar la conectividad del territorio. El avance tecnológico cada vez exige más puntos de soporte y conexión y de un tiempo a esta parte han irrumpido las compañías que se dedican exclusivamente a ello. El mayor ejemplo es Cellnex, pero hay otras compañías nacidas unas a la sombra de las operadoras y otras directamente como escisiones de las mismas, como es el caso de Vantage, perteneciente a Vodafone.
Estos valores reciben en su mayoría recomendaciones de compra y ofrecen mayores potenciales, como es el caso de la española, con más de un 40% de recorrido. Sin embargo, son empresas que se encuentran mucho más apalancadas después del periodo de fuertes inversiones que han tenido que llevar a cabo. Pese a que presentan un fuerte crecimiento en los flujos de caja, todavía deben digerir las operaciones expansivas y por eso son compañías por las que se pagan múltiplos más altos. Sus bonos, por otra parte, son high yield y se acercan al 5% de rentabilidad.
