
Ayer fue una sesión en la que las ganancias imperaban en los principales índices mundiales y, sin embargo, se terminó cerrando prácticamente plano después de conocer un dato de inflación que enfriaba de nuevo las esperanzas de ver terminar las subidas de tipos en EEUU.
Hoy los futuros anticipan una jornada con leves caídas a falta de un catalizador claro más allá de los resultados corporativos que, por otro lado, están siendo algo mejor de lo esperado.
Desde el punto de vista técnico, "el EuroStoxx 50 en su versión Total Return consolida tranquilamente posiciones tras alcanzar los altos del año pasado en los 9.740 puntos, que son los niveles análogos a los 4.400 del EuroStoxx o los 16.300 del Dax, que son los objetivos que sigo valorando y que se encuentran a un 5,5% de distancia", explica Joan Cabrero, asesor de Ecotrader.
"El problema a corto plazo es ver si antes de superar esta resistencia, las bolsas europeas optan por consolidar o corregir parte de la última subida que ha llevado al índice hasta los 4.280 puntos", agrega Cabrero. "Encuentra el soporte de esa corrección en los 4.080 o 4.020 puntos, pero pistas que apuntarían hacia esa consolidación las encontraremos si la principal referencia europea pierde los mínimos de la semana pasada en los 4.173 puntos", concluye el experto.
Banqueros de la Fed piden más subidas de tipos
Ayer, el dato de inflación decepcionó a propios y extraños al quedar dos décimas por encima de la previsión del 6,2% de los expertos. Esto, además de borrar las ganancias de la sesión, levantó a varios banqueros de la Reserva Federal para reclamar más subidas de tipos de las que están en el guion.
"Si la inflación persiste en niveles superiores al objetivo, tal vez tengamos que hacer más", apuntaba el presidente de la Fed de Richmont, mientras que la presidenta en Dallas señalaba que "debemos estar preparados para continuar con los aumentos de tasas por un periodo más largo de lo previsto anteriormente".
El petróleo cae por tercera jornada consecutiva
Por tercera jornada consecutiva los precios del petróleo están cayendo. Ni el recorte de la proyección auspiciado por Rusia ni el informe de la OPEP en el que estiman una demanda superior a la prevista han conseguido impedir que el barril de Brent pierda los 85 dólares.