La inflación se ha mantenido estable en el 6,4% interanual en EEUU (frente al 6,5% anterior), un dato un tanto decepcionante, puesto que los expertos esperaban que la moderación siguiese su curso y el crecimiento de los precios se redujera al 6,2%. Además, la subyacente también ha caído solo una décima hasta el 5,6%. El IPC mensual acelera, por su parte, hasta el 0,5% desde el 0,1% previo. El subyacente se mantiene en el 0,4%.
En términos mensuales, que sirve para ver cuán viva está la inflación en tiempo real, el índice de vivienda o 'shelter' (en inglés) ha sido con mucho el que más ha contribuido al aumento mensual de todos los artículos, representando casi la mitad del crecimiento mensual de todos los componentes, con los índices de alimentos, gasolina y gas natural también sumando, según destaca el comunicado publicado por la Oficina de Estadísticas Laborales.
El índice de alimentos aumentó un 0,5% durante el mes y el índice de alimentos en el hogar un 0,4%. En términos interanuales, la comida sube un 10,1%. El índice de energía aumentó un 2%, ya que todos los principales índices de componentes de energía subieron. La gasolina repuntó un 2,4% en enero tras dos meses de caídas, siendo la de diciembre significativa con un -7%.
Los bienes duraderos subieron un modesto 0,1%, aunque venían de tres meses de deflación. Dentro de esta categoría destacan los coches usados, que cayeron un 1,9% ampliando la racha de más de seis meses de caídas (un -11,6% interanual). Los bienes médicos subieron un destacado 1,1% tras una serie de lecturas de apenas una décima.
"Dado que las encuestas siguen sugiriendo que la escasez en la cadena de suministro mundial de bienes está desapareciendo rápidamente, sospechamos que es solo cuestión de tiempo que los precios de los bienes básicos reanuden su descenso", analiza Andrew Hunter, de Capital Economics.
Los servicios, muy observados por la Fed últimamente, mostraron un aumento del 0,5%, en línea con los últimos informes de IPC (marcan un 7,2% interanual). Dentro de esta categoría, la vivienda se desaceleró de un 0,8% en diciembre a un 0,7% en enero (un 7,9% de subida en los últimos 12 meses). Los transportes, sin embargo, pasaron de un 0,6% a un 0,9%.
"Los precios de los servicios son más rígidos que los de los bienes y están impulsados por la fortaleza de la economía nacional, en particular el mercado laboral y el crecimiento de los salarios nominales. Por lo tanto, la inflación de los servicios no ha tocado techo", considera Ryan Sweet, de Oxford Economics.
"En conjunto, los riesgos apuntan a que la inflación será más elevada en el primer semestre de este año de lo previsto en el escenario de referencia de febrero. Con todo, la inflación debería moderarse más notablemente en el segundo semestre del año, a medida que se intensifique la desinflación de los bienes y alcance su máximo la inflación de los servicios", agrega Sweet.
Hay que recordar que este shock inflacionario dio comienzo a mediados de 2021 tras la coordinación de unas políticas monetarias y fiscales sin precedentes. El gasto agregado de la economía se disparó, generando cuellos de botella y disparando los precios. El IPC llegó a superar el 9% interanual en julio de 2022 en EEUU, la mayor cota vista en décadas.
Ahora, aunque aún queda mucho camino por recorrer, todo hace indicar que la inflación se moderará poco hasta caer a cotas menos dañinas para la economía. Las expectativas de inflación de la Fed de Nueva York hablan de un 5% para finales de año y 2,7% en un horizonte de tres años.
Pese a esta moderación esperada, la Fed aún subirá los tipos de interés algo más para llevarlos al entorno del 5% y mantenerlos en esa zona por algún tiempo. La Reserva Federal pretende dejar el precio del dinero en territorio restrictivo el tiempo suficiente para que la inflación vuelva al objetivo de forma sostenible. Ese objetivo está en el 2%, un nivel que aún se encuentra excesivamente lejos.
"Las cifras de hoy confirman la repetida advertencia del presidente de la Fed, Jerome Powell, de que el trabajo aún no ha terminado. Incluso desde una perspectiva a más corto plazo (es decir, por ejemplo, la tasa anualizada a tres meses, que sigue siendo del 4,6% para la inflación subyacente), la inflación sigue siendo demasiado alta. Por lo tanto, está sobre la mesa un nuevo endurecimiento moderado de la política monetaria. Continuamos pronosticando que la Fed subirá las tasas clave en un total de 50 puntos básicos", aseguran desde Commerzbank.
La intrahistoria del dato de enero
Esta primera lectura de IPC de 2023 traía mar de fondo. La BLS ha actualizado las ponderaciones del gasto utilizadas para calcular el IPC, que han entrado en vigor con el informe publicado este martes.
Las últimas ponderaciones han estado reflejando el gasto de los consumidores en 2019 y 2020. La vivienda (alquileres imputados y alquileres) representa ahora el 44,384% del IPC, frente al 43,008% previo, con lo que tiene más peso. El transporte representa ahora el 16,744% del IPC, frente al 17,737%. El peso de los alimentos baja del 13,867% al 13,531%. El de los coches usados también baja, pero sigue siendo relativamente alto.
Precisamente las ventas de automóviles y la vivienda, además de la gasolina, eran tres componentes que se esperaba que pudieran contribuir a una lectura más alta. En el caso de los coches, había llamado la atención el repunte del 2,5% en la última comprobación del observado índice Manheim de vehículos de segunda mano tras meses de caída y más allá de su menor ponderación ahora.
Por otro lado, la vivienda preocupaba "como factor de distorsión, dado el efecto retardado en los datos de la contracción de los precios de la vivienda y los nuevos contratos de alquiler", alertaban desde ING. No se quedaban ahí los 'problemas'. Lo cierto es que la vivienda ha sido el componente que ha dado 'alas' al índice de precios mensual, contribuyendo a la mitad de toda la subida.
Las recientes revisiones realizadas por los funcionarios de la BLS arrojan un aumento de la inflación en los últimos informes de 2022 no registrado inicialmente. De este modo, en lugar de caer, como se había estimado inicialmente, el IPC intermensual de diciembre subió. Los datos de los dos meses anteriores también se revisaron al alza, lo que según algunos economistas aumenta el riesgo de lecturas de inflación más altas en los próximos meses.
La desinflación percibida en los últimos datos no se produciría tan en línea recta como se esperaba. El IPC subió un 0,1% mensual en diciembre, en lugar de caer un 0,1% como se informó. Los datos de noviembre también se revisaron al alza para mostrar un aumento del IPC del 0,2%, en lugar del 0,1% estimado anteriormente. En octubre, el IPC subió un 0,5%, revisado al alza desde el aumento del 0,4% comunicado anteriormente.
Asimismo, el IPC subyacente subió un 0,4% en diciembre, en lugar del 0,3% comunicado anteriormente. Los datos de noviembre se revisaron al alza para mostrar un avance del llamado IPC subyacente del 0,3%, en lugar del 0,2% estimado inicialmente. Los datos del IPC subyacente de octubre no se revisaron.
Las revisiones se debieron al nuevo cálculo de los factores de ajuste estacional, el modelo utilizado por el Gobierno para eliminar las fluctuaciones estacionales de los datos. Si se excluyen los volátiles componentes alimentario y energético, el IPC subió un 0,4% en diciembre, en lugar del 0,3% comunicado anteriormente.
Los datos de noviembre se revisaron al alza para mostrar un avance del llamado IPC subyacente del 0,3%, en lugar del 0,2% estimado inicialmente. Los datos del IPC subyacente de octubre no se revisaron.