El catastrófico 2022 a nivel económico tiene visos de seguir extendiéndose en los primeros compases de este nuevo ejercicio. Así lo pronostica el propio Banco Central Europeo que, en su última reunión celebrada el pasado 15 de diciembre, elevó las perspectivas de inflación para este 2023 hasta ocho décimas, pasando del 5,5% inicial al 6,3% y apuntó a que tampoco en 2024 se conseguirá el objetivo de un 2% de inflación.
Tras un año de aparente tregua, 2022 llegó con las pilas cargadas y pisando fuerte. Las circunstancias geopolíticas y sus correspondientes consecuencias macroeconómicas lastraron durante el año el comportamiento de las principales plazas bursátiles del mundo. Las caídas que se produjeron en el ejercicio pasado han dejado, sin embargo, a los índices ofreciendo atractivas rentabilidades por dividendo en el comienzo de este 2023. El Ibex 35 es, incluso, el selectivo de entre los más grandes a nivel de capitalización del mundo que ofrece la retribución más elevada, del 4,8% con cargo a los beneficios de 2022. Una cifra, no obstante, insuficiente, pues ni siquiera este elevado rendimiento sirve para batir una inflación por encima del 6%.
A nivel europeo, el Ibex 35 se ensalza como el índice más rentable de entre los principales del Viejo Continente. Cabe destacar que el selectivo de las 35 ha sido, asimismo, entre estos índices, el que mejor se ha comportado durante 2022, pese a registrar pérdidas del 5% en el cómputo anual, por lo que su comportamiento como la mejor rentabilidad del continente es aún mayor. De hecho, el índice español es el único de Europa que supera el 4% de rendimiento.
El Dax alemán comienza el 2023 con el siguiente rendimiento más elevado tanto a nivel continental como de entre los principales índices de Wall Street, escalando la rentabilidad de su dividendo hasta el 3,6%, aunque en los peores momentos para su cotización en los meses de septiembre y octubre de 2022, su rentabilidad llegó a ascender al 4,2%, la más elevada desde mediados de marzo del 2020, en plena caída por la pandemia.
Por su parte, el EuroStoxx 50 iguala a la bolsa de Frankfurt en rendimiento. Así, el índice que reúne a las 50 empresas más grandes de Europa por capitalización arranca 2023 con una rentabilidad por dividendo del 3,6%.
Entre los grandes índices continentales, el Cac 40 se sitúa a la cola en el rendimiento de su dividendo. El selectivo parisino ofrece un 3,5% de rendimiento al inversor, aunque en los peores momentos del 2022, esta bolsa llegó a ofrecer un 3,9% de rentabilidad, la más elevada desde la pandemia cuando su dividendo se disparó por encima del 5%.
Al otro lado del charco, los principales índices de Wall Street no se han caracterizado tradicionalmente por ofrecer elevadas retribuciones. De hecho, durante los peores momentos de la pandemia, los rendimientos tan siquiera llegaron a acercarse al 3%. Así, en este comienzo de 2023, el S&P 500 coloca su rentabilidad por dividendo con cargo a los beneficios de 2022 en el 1,72% y el Nasdaq 100, el índice tecnológico, la sitúa en el 1%.
Cómo se ha comportado el Ibex en otras crisis
Durante este ejercicio, en el que el índice español se ha dirigido de nuevo a los niveles en los que cotizaba en los peores momentos de la pandemia, el rendimiento más elevado del Ibex ha llegado a sobrepasar el 5%. Una cifra, sin embargo, es de las más reducidas entre el resto de rentabilidades que el selectivo de las 35 ha ofrecido durante el resto de las últimas grandes crisis que han azotado el último siglo (ver gráfico) y que han otorgado una mayor retribución al inversor. Un ejemplo de ello es el 7% de rendimiento por dividendo que obtenía la bolsa nacional en el peor momento de la pandemia.

Aunque sin duda una de las mayores rentabilidades por dividendo que el Ibex ha logrado durante la última década tuvo lugar en los mínimos de su cotización tras el estallido de Lehman Brothers. En ese momento, del que ya hace prácticamente 14 años, la rentabilidad por dividendo del selectivo de las 35 escalaba hasta el 9%.