En 2023 los inversores tienen la obligación de vigilar muy de cerca las decisiones de política monetaria de los grandes bancos centrales. El proceso de endurecimiento de tipos de interés continúa, aunque la mayor parte de las subidas ya se han hecho en 2022. La clave ahora, y esto lo han querido dejar muy claro tanto Christine Lagarde como Jerome Powell en las últimas reuniones, es el nivel al que llegarán los tipos al final de este ciclo de subidas, y también, cuánto tiempo se mantendrán en el techo.
Los mercados compran los niveles que alcanzará el precio del dinero el año que viene, y dejan claro que todavía quedan subidas por delante. Para la zona euro, el techo de los tipos de interés se encuentra, según los inversores, en el 3,4%, y este nivel se tocará en el mes de junio, lo que supondría otras 3 subidas de casi 50 puntos básicos. En Estados Unidos, en cambio, el techo de tipos se descuenta en el 4,9%, y se espera que este nivel se alcance el próximo mes de mayo.
Al margen del nivel que llegarán a tocar los tipos de interés, una de las cuestiones más importantes es reconocer que estos se mantendrán altos más tiempo de lo previsto. Los mercados compraron esta idea, repetida hasta la saciedad por los banqueros centrales, al reaccionar con fuertes ventas de bonos y bolsa en el momento en el que se hizo pública esta estrategia de los bancos centrales.
El mensaje es claro: no esperen bajadas de tipos en 2023, una posibilidad que llevaba a algunos analistas a pronosticar un impulso de las bolsas y la renta fija el año que viene, una vez se confirmase el cambio de tendencia de los señores del dinero. Este escenario se ha diluido mucho desde la última reunión del BCE.
"Tras la última semana de 2022 con datos de IPC y de tipos de interés, un mensaje claro ha quedado entre los participantes de los mercados: si bien el tipo de referencia terminal queda ya muy cerca, entre el 4,9% y el 5%, no deberían esperarse descensos en todo 2023. La batalla se centra en la inflación y, pese a que se descuenta un "pívot" de la misma, los tipos estarán altos más tiempo para combatirla y no cometer errores del pasado. Tipos e inflación estarán más tiempo en zonas más altas", explica Javier Molina, analista senior de mercados para eToro.
Un BCE más agresivo desde diciembre
En la reunión de diciembre el Banco Central Europeo confirmó un acelerón en el proceso de endurecimiento de su política monetaria, y los mercados se han adaptado a la nueva realidad. Antes de diciembre los mercados pronosticaban que los tipos no llegarían a alcanzar el 3% en la zona euro, una previsión que se ha incrementado hasta el 3,4% con el paso de los días. "Los mercados monetarios habían estimado que el tipo de interés máximo del BCE se situaría entre el 2,75% y el 3% a principios del próximo año. Sin embargo, la señal del BCE parece sugerir que el tipo terminal podría ahora tener que ser más alto, dado el empeoramiento de las perspectivas de inflación", explica Azad Zangana, estratega y economista senior de Europa de Schroders.
Al final todo dependerá de lo que haga la inflación en los próximos meses. Aunque las tasas interanuales del IPC ya han empezado a moderar su crecimiento, tanto Lagarde como Powell querrán estar totalmente seguros de que no se producirá un nuevo repunte antes de cantar victoria. La credibilidad de los bancos centrales está en juego, después de su error del año pasado, cuando fueron incapaces de ver la espiral inflacionista que se estaba formando. Ahora el peligro es el contrario, el de emular a Trichet en 2011, y subir tipos anticipadamente.