A falta de la sesión del viernes, la foto finish que deja 2022 es la de 29 bolsas en positivo de un total de 40. Sin embargo, hay que coger estos datos con pinzas, ya que la capitalización bursátil del 86% de estos países no alcanza los 20.000 millones de dólares.
Con el permiso de Venezuela, que pese a revalorizarse más de un 200% en el año es un índice poco representativo (capitaliza 294 millones de dólares, una décima parte de lo que vale Colonial en bolsa), Turquía cierra el año como la bolsa más alcista del planeta. El índice de referencia de Estambul, el Bist 100, lidera con un 195% el ranking de países que han logrado salvar el ejercicio con ganancias. En el lado contrario, China y EEUU son los que peor cierran el ejercicio, con pérdidas del 22% y del 19%, respectivamente.
La nación otomana ha sufrido en los últimos doce meses el mayor aumento de los precios y del coste de la vida desde 1998 –con un IPC en el 85% en noviembre– y los inversores turcos han optado por recurrir a la renta variable para evitar la pérdida de poder adquisitivo. En este entorno, el 89% de los miembros del índice avanzan en 2022 más que el dato de inflación.
Al otro lado del Atlántico, el repunte de las materias primas derivada de la guerra en Ucrania y su posición como productores, las avanzadas políticas de sus bancos centrales (que se adelantaron a subir tipos mucho antes que en EEUU y Europa para hacer frente a la inflación) y el efecto divisa, que hace incrementar la rentabilidad en euros, ha jugado a favor de los inversores en Latinoamérica.
Así, Argentina se anota un 143,6%, Chile un 21% y Perú cerca de un 1%. También ha salvado los muebles Brasil –que por tamaño dobla a la siguiente mayor plaza del continente, México–, que con el ciclo de política monetaria más dura del mundo y a la espera de que Lula da Silva tome posesión este domingo, repunta un 5%. Sólo México y Colombia se desvinculan de la tónica general de sus vecinos y caen un 7% y un 10%, respectivamente.
Al margen de esta zona geográfica, un buen puñado de índices también logra revalorizaciones de doble dígito. Es el caso de Líbano, Bosnia-Herzegovina, Egipto, Chile, Laos, Jordania, Omán, Nigeria, Túnez y Botsuana. Pero para poner estas cifras en contexto, cabe recordad que la capitalización conjunta de estos países apenas alcanza la mitad de la bolsa turca (cuyo valor es de 231.000 millones de dólares).
Por otro lado, doce indicadores (India, Palestina, Emiratos Árabes, Indonesia, Singapur, Noruega, Grecia, Portugal, Tailandia, Panamá, Reino Unido y Serbia) obtienen repuntes de hasta un 5%. En Europa llama la atención el caso de los países periféricos, con Grecia repuntando un 3% y Portugal un 4%, aunque la suma de ambos mercados es ligeramente superior al de las bolsas de España o Italia.
Las que más ceden
Paradójicamente, frente a estas bolsas olvidadas que salvan el 2022, los considerados parqués más importantes a nivel mundial por tamaño han sido los más castigados. Para ellos, este 2022 ha sido, desde que comenzó el conflicto en Europa a finales de febrero, una sangría constante. Como si de un nuevo pulso se tratase, aunque esta vez por ser la peor, EEUU y China se han disputado el puesto de la bolsa más bajista, con permiso del parqué ruso, del que han huido los inversores a medida que Occidente imponía sanciones a Moscú, y cuyo índice en rublos cede un 38%.
Finalmente, este dudoso honor ha sido para la referencia china, cuyo índice principal, el CSI 300 se anota pérdidas por valor del 22% desde el primero del año. El gigante asiático ha vivido durante gran parte de este año la cara más cruda del coronavirus, con sus duras restricciones por la política Covid-cero que el Gobierno aplica desde hace ya algo más de dos años. Sin embargo, la progresiva relajación de esta medida ha servido de impulso para la renta variable china en los últimos compases del año. Así, desde los mínimos anuales del 31 de octubre, rebota sobre un 10%. Sin abandonar el continente asiático también sobresalen los retrocesos de Japón, que se deja un 8%.
En EEUU, la inflación llegó a colocarse en el 9,1% en junio, su nivel más alto desde 1981. El desorbitado y constante aumento de los precios, llevó a la Fed a una política monetaria agresiva no vista desde hace 40 años, en la que en 10 meses ha incrementado los tipos de interés en 425 puntos básicos. En Wall Street, el S&P 500 firma el cómputo anual en mercado bajista con pérdidas del 19% desde el 1 de enero. Un saldo que ya es el peor desde la crisis de Lehman Brothers, cuando en 2008 llegó a dejarse casi el 36% de su valor. Ahora, el temor cada vez más real a una recesión en el año que se avecina sella el mes de diciembre con un retroceso superior al 7%.
Dentro del parqué estadounidense cabe destacar también el mal comportamiento de la tecnología norteamericana. El Nasdaq 100 ha sido el selectivo más castigado del país durante este 2022, acumulando un desplome por valor del 33%.
En el Viejo Continente, el IPC llegó incluso a marcar récords a nivel continental al situarse en el 10,6%. Sin embargo, la actuación del Banco Central Europeo llegó más tarde y con más calma de lo que lo hizo la Reserva Federal de Estados Unidos. Pese a ello, los índices europeos han resistido mejor las presiones tanto geopolíticas como macroeconómicas que se han ido sucediendo durante el transcurso del ejercicio. Así, pese a registrar pérdidas en este cómputo anual, el comportamiento de los índices continentales supera al de los americanos en este convulso 2022.
Las castigadas de Europa
De vuelta a Europa, la herencia vikinga no ha bastado para que Suecia finalice el año como la bolsa más bajista del continente. Su desplome desde el primero de enero se acerca al 15%. De entre las más grandes por valor de mercado, la bolsa italiana y la alemana son, sin duda, las más castigadas del parqué europeo. Fráncfort cierra el 2022 con una depreciación del 11%, no muy alejado de la corrección que sufre Milán, con un desplome del 12%.
Por su parte, el índice que reúne a las 50 empresas de mayor capitalización de Europa, el EuroStoxx 50 se deja un 10,5% de su valor desde comienzos del año, abriendo una brecha de hasta 10 puntos con EEUU. Francia, España y Dinamarca cierran esta lista de las bolsas bajistas durante este ejercicio. La plaza gala acumula un desplome por valor del 8%. Por su parte, Dinamarca, es el parqué menos bajista y registra pérdidas del 0,9% en 2022.
El Ibex, entre los mejores de Europa
En un año de pérdidas generalizadas en las grandes plazas del Viejo Continente (excluyendo a Portugal y Grecia), el Ibex 35 despide el ejercicio como el mejor indicador de la zona euro, con un descenso del 4,5%, apoyado en el buen comportamiento del sector bancario y de Repsol. En concreto, el selectivo español aventaja en 6 puntos de rentabilidad al EuroStoxx 50, que se deja un 10,5% en el mismo periodo.