Binance va a comprar lo que queda de la firma 'cripto' quebrada Voyager Digital por 1.022 millones de dólares, según han confirmado ambas en un comunicado. La adquisición por parte de la plataforma se produce en un momento en el que el sector asiste a una crisis de confianza, en la que también está inmersa la propia compañía de Changpeng Zhao.
Voyager Digital había obtenido varias ofertas de compra y, de hecho, fue FTX la que en un primer momento resultó seleccionada para completar la operación. Esta se canceló con la posterior bancarrota de la firma de Sam Bankman-Fried y es ahora Binance la que sale a su 'rescate'. Aunque las dos compañías que han cerrado el acuerdo han dicho que su objetivo es "maximizar el valor" en el proceso de quiebra para acreedores y clientes, la transacción es difícil de entender.
La adquisición se ha sellado en un momento de desconfianza en el sector, en el que las criptomonedas han perdido una buena parte de su valor y en el que muchos inversores están deshaciendo posiciones. Esas salidas están afectando a la propia Binance. Sus clientes han retirado en solo una semana 9.700 millones de dólares del exchange, según los datos recopilados en DefiLlama, lo que no le coloca ahora en una buena situación. Tampoco parece que sea el momento idóneo para invertir en otras compañías. Por eso, aunque la firma se va a hacer con los activos de Voyager Digital y con su cartera de clientes, a priori, no tiene sentido adquirir una empresa quebrada y con malas perspectivas a corto, medio plazo y largo plazo.
La complicada situación de Voyager Digital se refleja en el precio de sus títulos: 3 centavos de dólar. O, lo que es lo mismo, la compañía vale un 99,7% menos que cuando empezó el ejercicio. Además de eso, el mercado no muestra interés por esta compañía, ya que solo en tres de las últimas 15 sesiones bursátil, la jornada ha cerrado con una variación diferente al 0,0%. A lo que se suman bajos volúmenes de negociación.
"La oferta de Binance EEUU pretende devolver las criptomonedas a los clientes, según se pueda conforme a lo establecido por el tribunal de quiebras y en función de las capacidades de la plataforma", detalla el comunicado. Voyager Digital se acogió al capítulo 11 de bancarrota en julio, que es el que tiene como objetivo la reestructuración de la compañía y no su liquidación. Entre sus inversores estaba Alameda Research, también de Bankman-Fried, con un 9% de participación. En todo caso, la operación está pendiente de la aprobación de los reguladores.
La compra por parte de la plataforma de Changpeng Zhao podría tener como objetivo intentar demostrar la credibilidad de su propio negocio. De esta forma, lanzan el mensaje de que siguen adelante con la operación, como si nada hubiera ocurrido en las últimas semanas. Ahora, Binance está siendo el foco de incertidumbre del mercado 'cripto', lo que se está reflejando en las retiradas de fondos. En concreto, los inversores han sacado de forma significativa el token nativo de Binance (BNB) o USD Coin (USDC), tras lo cual la firma tuvo que establecer un corralito temporal para la stablecoin. Además, los institucionales también están deshaciendo sus posiciones en el mercado de futuros de Binance, el más importante del sector. Y, paralelamente, la Justicia de Estados Unidos está investigando a la compañía, según Reuters.
En este contexto, es difícil entender la razón por la que Binance adquiere Voyager Digital. Tras el escándalo y crisis de FTX, Changpeng Zhao dijo que quería crear un fondo de recuperación para las empresas 'cripto' afectadas por las quiebras, pero que tuvieran verdadero potencial. La iniciativa todavía no se ha llevado a cabo, pero CZ se ha postulado como el salvavidas del mercado, como también hizo en su día SBF. Quizás sea ese el motivo por el que compra una compañía quebrada, sin valor, ni perspectivas futuras.