
"Me ha llegado a suceder que, mientras estaba dando una charla, un niño se me ha puesto a llorar al ver fotos de ballenas y de tortugas atrapadas en redes. Es un tema que realmente les llega y les mueve", explica por teléfono Oihane Cabezas Basurko, investigadora especializada en la conservación del ecosistema marino. "No es como con el cambio climático, que tiene que venir Greta Thunberg a hablar de él para conectar con la gente". A los océanos no les hace falta una Greta: "Hablas con un crío de 5 años y entiende el problema de los residuos marinos porque los ha visto en la playa y porque, en algún momento, él mismo los ha generado". Visite el portal especializado elEconomista Inversión sosteinble y ESG.
Basurko recibió el 15 de noviembre, de manos de Josep Oliu, presidente del Sabadell, el Premio Sostenibilidad Marina de la Fundación Banco Sabadell. Este galardón reconoce el trabajo de científicos españoles en la explotación responsable de los recursos marinos y la regeneración del capital natural de los océanos.
Ella desarrolla su trabajo en Azti, una fundación privada radicada en el País Vasco que forma parte del conglomerado regional de centros tecnológicos Basque Research and Technology Alliance (Brta). El nombre de Azti procede de investigación marina, en euskera. Le puede interesar: La demanda de fondos de inversión en biodiversidad se disparará en 2023.
Esas redes que comenta Oihane, las que atrapan a las tortugas, tienen mucho que ver con su trabajo cotidiano. "Estudiamos la deriva de las basuras en el mar. De dónde vienen, a dónde van a parar. Es algo bastante estacional, ya que depende de las corrientes y de los patrones de viento y éstos varían en función de la estación del año", explica. Parte de esas basuras son, precisamente, viejas redes de pesca ya en desuso. "En el Golfo de Vizcaya, gran parte de los residuos que encontramos flotando procede del sector pesquero, con el que ya estamos trabajando para que las artes de pesca se puedan reciclar más fácilmente", señala esta experta.
Ha presentado en Bruselas un proyecto para reducir los microplásticos que dejan en el mar las redes de pesca
Las redes de pesca suelen contener paño, pero también varios polímeros (nylon, polipropileno...), que dificultan su reciclaje. Para reciclar grandes redes (porque, al pescar toneladas de atún, se deterioran rápido y deben ser reemplazadas cada pocos años) Azti ha creado una empresa, Saretu Recycling, dedicada a su recuperación y revalorización, que nació "para dar una solución a una industria atunera que no sabía qué hacer con ellas".
Proyecto para la UE
Acaban de presentar a la UE un proyecto dirigido a pesquerías que utilizan grandes redes de arrastre. Éstas, al barrer el fondo del mar, dejan en él muchos de esos polímeros. "Se trata de que esos microplásticos sean biodegradables, que estén el menor tiempo en el mar para que su impacto sea lo menor posible", detalla Basurko.
Pese a que Azti realiza sus investigaciones en la zona del Golfo de Vicaya, de sus prototipos han nacido productos que se utilizan en otras regiones. "Hemos desarrollado unas cámaras que monitorizan las basuras que pasan por una determinada sección de un río, y las contabilizan. ¿Por qué es esto importante? Porque si haces medidas, o si algún Ayuntamiento o autoridad realiza alguna actividad aguas arriba para reducir el aporte de basura que va de río a mar, estas cámaras te permiten saber si está siendo o no eficiente". Estas cámaras funcionan en el País Vasco, pero también en Marsella, y pronto las habrá en Casablanca, entre otros lugares, explica la investigadora.
También han llevado a cabo proyectos en eficiencia energética, desarrollando prototipos para controlar el consumo de combustible. "Tenemos toda la flota vasca monitorizada, tanto la pequeñita, la artesanal, como la atunera congeladora; sabemos qué consumen y cómo, y estamos planteando medidas para reducir ese consumo". Tienen proyectos similares en Galicia.
"Tengo esperanza en los jóvenes"
"Tengo esperanza en los jóvenes porque están muy concienciados, y creo que esta generación va a ser diferente", afirma esta licenciada en Ciencias Ambientales por la Universidad de Gerona, postgraduada en Sostenibilidad Marina por la Universidad británica de Newcastle. Dice que a la costa hay que acercarse cuando hay tempestad. "Vas a las playas y siempre están limpias. Es mejor ir un día de tormenta y ver lo que el mar te devuelve, que es muchísimo", reflexiona.
En el agua ha visto de todo. Juguetes, fotografías, bolas de papel de aluminio de las de envolver el bocadillo, incluso lavadoras. "Un residuo grande va generar heridas, o asfixias a la fauna marina. A medida que reduces el tamaño de los residuos, los impactos son distintos. También es más fácil que sean ingeridos. Pero, en general, si te quitas las basuras macro, también eliminas mucho de las micro".
Hace falta financiación. "Estamos trabajando para el Parlamento Europeo en temas de eficiencia energética. Pero el quid de la cuestión no es desarrollar soluciones, sino implantarlas. El problema es cómo convences a las autoridades locales y a las industrias para que las implanten, porque tienen un coste". Más aún cuando esas soluciones son auténticos trajes a medida: la que sirve a un barco arrastrero no es aplicable a uno artesanal.