A escasas sesiones para que acabe el ejercicio, la bolsa china se mantiene como una de las más castigadas entre las grandes referencias mundiales. El Shanghai Shenzhen CSI 300, una de las grandes referencias en la región, acumula descensos cercanos al 20% desde enero, que son incluso superiores a ese porcentaje para el inversor europeo.
Sin embargo, desde finales de octubre se ha producido una reacción contraria a la tónica de caídas que ha sido habitual este año. Los alcistas están regresando al parqué oriental ante las perspectivas de una reapertura del país que, poco a poco, se va confirmando.
El final de la política conocida como Covid-Cero que han venido implantando las autoridades del Dragón Rojo en los últimos años para reducir al máximo la propagación de la enfermedad entre sus ciudadanos, se presenta como el catalizador perfecto para un mercado que ya ha reaccionado ante los rumores de una reapertura de su economía.
De hecho, desde los mínimos de octubre, el CSI 300 ha conseguido revalorizarse cerca de un 13% anticipando la noticia que finalmente se confirmó esta semana: El Gobierno del país ha dado un giro notable para aliviar su política anti-Covid y aplacar el descontento relajando los protocolos que se aplicaban para contener la pandemia.
En ese sentido, ha sido la bolsa de Hong Kong, la ciudad-estado más abierta al turismo y cuya economía estaba más expuesta en ese sentido, la que ha celebrado en las últimas semanas los rumores y conatos de reapertura. Desde final de octubre consigue anotarse ganancias cercanas al 30% y ya esta cerca de marcar, de nuevo, su nivel más alto desde septiembre. No hay que olvidar que se trata además de la bolsa más accesible para el inversor internacional y la menos sujeta a las regulaciones intervencionistas de la República Popular de China.
Con este movimiento, el Hang Seng ha logrado reducir las pérdidas anuales al 15% y para un inversor europeo, de hecho, los números rojos ya serían inferiores al 10% desde enero ante las menores restricciones para viajeros extranjeros al país y en una mayor flexibilidad para sus trabajadores, algo que, a la postre, debería traducirse en una mayor productividad por parte de las empresas que operan en el país. "Las políticas de Covid-Cero han perjudicado la economía china y una moderación ayudaría significativamente al crecimiento de la nación, que es la principal consumidora de materias primas", explican desde el equipo de análisis de WisdomTree.
"El proceso de deslocalizar de China las cadenas globales de valor no será rápido ni en el corto plazo"
Y es que China sigue siendo uno de los principales motores económicos del planeta. En ese sentido, los expertos reunidos por el Club de Exportadores e Inversores Españoles aseguraban hace un par de semanas que, "el proceso de deslocalizar de China las cadenas globales de valor no será rápido ni en el corto plazo".
El comportamiento del barril de petróleo en las últimas sesiones es el mejor ejemplo. El barril de Brent, referente en Europa cotiza en las últimas sesiones pendiente de las noticias que van saliendo de la región asiática, una de las principales consumidoras de esta materia prima. Y lo mismo ocurre con los metales y con el carbón. De hecho, China produce cerca de la mitad del carbón mundial, tal y como recogen en su informe semanal los expertos de BofA.
Por eso son tan importantes las medidas del Gobierno Oriental para frenar el avance de la pandemia, por su impacto en la cadena productiva global.
En ese sentido, Eugeni Bregolat, ex embajador de España en China durante tres periodos distintos y gran conocedor del país, aseguraba en uno de los últimos webinar de GVC Gaesco que en el XX Congreso del Partido Comunista Chino, ha quedado claro que "el desarrollo económico es vital para China y eso Xi Jinping lo entiende tan bien como lo entendía Deng Xiaoping y que va a mantener el desarrollo económico a toda costa". De hecho, según el experto, la normalización y el levantamiento de las prohibiciones y de las limitaciones se produce en pos de "conseguir un equilibrio entre los objetivos de control de la enfermedad y la economía".
En ese sentido, desde Nomura avanzan que "esperan que el Gobierno chino ponga en marcha medidas de flexibilización en pequeños pasos antes de finales de marzo de 2023". Desde la gestora aseguran que las medidas del Gobierno oriental pasan por "poner fin a la práctica de los cierres patronales en toda las ciudades al estilo de Shanghái, eliminar las pruebas PCR generales y reducir los requisitos de las pruebas PCR periódicas".
Ratios más atractivas
Pese a las fluctuaciones de final de año, las previsiones recogidas desde Bloomberg apuntan a una ratio de PER (veces que el beneficio está recogido en el precio de la acción) del Hang Seng superior a las 11 veces para el final de este año, es decir, por encima de los datos registrados en 2021, lo que indica una caída en las estimaciones de beneficio superior al que registra su bolsa en 2022 (cercana al 15%).
El índice que sí se ha abaratado es el Shanghai Shenzhen CSI 300, para el que se espera un abaratamiento desde las desorbitadas 18 veces en las que cotizaba en 2020 y 2021 a las 13,5.
Todo ello teniendo en cuenta que la media de analistas recogida desde Bloomberg apunta a que a ambos índices les queda aún un recorrido de cara a los siguientes doce meses superior al 20%. "Es probable que este cambio de política acelere el apetito por el riesgo en la región a corto y medio plazo, sobre todo porque las acciones chinas pueden comprarse a un precio mucho más barato tras la rebaja de este año", matiza en esa dirección Pierre Veyret, de ActivTrades.
Los ratios de apalancamiento (deuda neta/ebitda) también se espera que se vean reducidos a final de año dando continuidad a la tendencia iniciada en 2020 por el índice de Shangai. "Llevo cuarenta años oyendo que China y su economía se la van a pegar y que después de una subida como la que protagoniza su crecimiento económico viene una bajada, pero China ha superado los problemas una y otra vez. Eso no quiere decir que China no se pueda estrellar, pero para creérmelo tengo que verlo antes", explica Bregolat.
Desde el equipo de Pimco, Geraldine Sundstrom, señala que "una recuperación significativa de la actividad económica china hasta 2023 ayudaría a impulsar el panorama de crecimiento a nivel mundial, pero la cautela sigue estando a la orden del día".