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En 2023 habrá una desaceleración económica pero no una recesión, según los expertos de Amchor

Dreamstime.

Pese a que las noticias que han protagonizado el ejercicio en curso no se han caracterizado, precisamente, por positivas, las expectativas para el próximo año sí que atisban algo más de luz. Así lo piensan los expertos de Amchor Investment Strategies, que descartan la posibilidad de recesión para 2023 aunque sí que creen que habrá una desaceleración en el crecimiento económico.

El "escenario de aterrizaje suave" que señala Álvaro Sanmartín, socio y economista jefe de Amchor Investment Strategies se basa, principalmente, en que lo peor no está por llegar, sino que ya ha pasado. Aunque son conscientes de los riesgos macroeconómicos a los que se enfrenta la economía global, Sanmartín señala que "los datos actuales ya permiten tener más esperanza".

La guerra en Ucrania, el endurecimiento de la política monetaria y la política Cero Covid de China son la piedra angular del devenir económico según el experto. En cuanto al conflicto bélico, el hecho de que "Putin esté cada vez más aislado" indica que, aunque la guerra se alargue en el tiempo y "humanitariamente sea horrible", no tenga importantes implicaciones económicas de cara al futuro. Respecto a China, el avance de la crisis inmobiliaria y la relajación de la política Covid Cero son una antesala positiva que refleja que, para comienzos de la primera -pronostíca-, el país asiático podría dejar de lado las estrictas medidas para combatir el coronavirus.

Las políticas monetarias en Estados Unicos y Europa, sin embargo, sí que constituyen un reto para el decrecimiento económico, pero los expertos confían en que las condiciones financieras actuales ayuden a enfrentar con mayor fortaleza este entorno, a diferencia de lo que ocurrió en la crisis de 2008. "Se podrá controlar la inflación sin recesión. Por una parte, las expectativas de inflación están ancladas. Por otra, la economía real es diferente. En 2008, las familias y empresas estaban altamente endeudadas y había un sistema bancario con muy poco capital. Ahora, los balances están mucho mejor que entonces y el sistema financiero más fuerte", explica Sanmartín.

Así las cosas, las crecientes señales de moderación de demanda y de precios podría hacer posible que la Fed acabe antes de lo previsto con el proceso de subidas de tipos de interés, que según los expertos de Amchor podría ver el techo en el 4,5-4,75% en Estados Unidos.

En Europa, por su parte, el tensionamiento de las condiciones financieras es más reciente, pero se ha terminado por producir "y eso genera un contexto más favorable para moderar la demanda y, con ello, las presiones inflacionistas", explica el experto. En este caso, sitúan el terminal rate alrededor del 2,5-2,75% para la tasa de depósito.

Las expectativas de inflación y las políticas fiscales son las dos palancas que deberán regularse correctamente para que la economía no sufra una contracción. Así, para que el escenario de aterrizaje suave con finalización temprana del proceso de endurecimiento monetario que señalan los expertos de Amchor pueda materializarse, "es esencial que las expectativas de inflación permanezcan ancladas y que eso conducta a un comportamiento suficientemente moderado de los salarios".

Además, en Europa "es esencial que las políticas fiscales dejen de ser pronto expansivas, señalan. "Primero, para ayudar a moderar la demanda agregada y facilitar con ello la labor del BCE. Segundo, en países como Italia y España, para garantizar una trayectoria sostenible de la deuda pública y evitar sustos futuros en forma de subidas desordenadas de la primera de riesgo", finalizan.

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