Bolsa, mercados y cotizaciones

El precio al contado del gas natural colapsa y llega a pagarse en negativo el MWh

  • Los precios por debajo de cero han durado apenas dos horas
  • Los futuros del gas bajan de los 100 euros por primera vez desde junio
  • Todo apunta a que no hay capacidad de almacenamiento para tanto GNL
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Los operadores en el mercado de Países Bajos llegan a intercambiar gas natural en precios negativos. En concreto, el MWh se ha intercambiado a -15,78 euros sobre el mediodía para luego volver a positivo. Este comportamiento se vivió con el petróleo en plena pandemia. Los precios cotizaron en negativo al superarse la capacidad de almacenamiento.

¿Las materias primas pueden cotizar en negativo? La respuesta es sí. Los mercados financieros son tan flexibles que llegado el caso permite a los operadores de sus tenencias en circunstancias especiales. Pasó en 2020, en los primeros meses de la pandemia, con el petróleo, cuando los futuros colapsaron cotizando a -40 dólares. Sucedió en abril, cuando muchas potencias económicas pararon de golpe sus actividades comerciales. Sobraba petróleo por todo el mundo y no había suficiente almacenamiento disponible.

Y ahora el precio del gas natural al contado, al contado entre comillas, ha llegado a cotizar en negativo. En concreto, se ha pagado -15,78 euros el Mwh, sobre las doce y media del mediodía, para luego volver a positivo.

La evolución del contado provoca sorpresa y extrañeza teniendo en cuenta que los contratos de futuros a un mes de gas natural, de referencia en Europa, cotizan cerca de los cien euros el MWh. ¿Cómo es posible que el precio del gas natural llegue a negativo? Los futuros también están cayendo de forma importante y cotizan a un 70% por debajo de los máximos de agosto, cuando se rozó los 350 MWh. La razón a ambas caídas hay que buscarla en los altos niveles de gas natural licuado importado por los países europeos ante la amenaza del corte de suministro de gas ruso.

Esta circunstancia está provocando que no haya capacidad suficiente de almacenamiento de gas y muchos buques metaneros queden a la derivada, a la espera de descargar el GNL. Algo parecido pasó en abril de 2020 con el petróleo. Ante un confinamiento masivo, no había disponible infraestructura para almacenar toda la producción de crudo.

Ahora pasa algo parecido con el gas natural. El gas es todavía más complicado de almacenar y hay menos capacidad de reservas disponible, como regasificadoras. Europa está acostumbrada a consumir todo el gas que le llegaba, sin tener grandes infraestructuras de almacenaje. De hecho, los inventarios superan el 93% con una capacidad de 1.040,37 Twh, según AGSI.

Las razones que explican precios negativos

Tampoco ayuda la configuración del mercado del gas en Europa. El mercado de referencia en Europa está operado por la compañía estadounidense Intercontinental Exchange (ICE, por sus siglas en inglés), que está encargada de organizar y liquidar el gas natural que entra por Países Bajos, por Gas Transport Services, a través de futuros de MWh. El problema es que no es una unidad métrica, como puede ser el barril de petróleo, es una unidad de potencia limitada por tiempo, lo que hace difícil la entrega física de gas natural. Esta característica implica que el mercado al contado o spot, también gestionado por ICE, utiliza también contratos para la entrega física a través de la transferencia de derechos sobre el gas natural (TTF). Este extremo es importante. El mercado al contado de la mayoría de materias primas se negocia con cantidades físicas, pero el gas lo hace con derechos por su propia naturaleza.

Desde ICE, explican que las operaciones no se realizan con gas físico. La división ICE Clear Europe actúa como contraparte de todas las transacciones del mercado, garantizando la liquidez de los operadores hasta la entrega o liquidación de la operación. La diferencia con las materias primas físicas es importante y permite operar a precios negativos. En los mercados al contado, con cantidades físicas, sería difícil de observar precios negativos.

A pesar del desplome de precios al contado, los futuros siguen siendo unas tres veces más altos que el promedio de cinco años para esta época del año. "Europa está ahora en un lugar cómodo con respecto a los suministros", señala Graham Freedman, analista de la consultora Wood Mackenzie. "Los riesgos de apagones y racionamientos están retrocediendo ahora, pero la verdadera prueba será cuando tengamos clima frío", apunta el experto. Por ahora las temperaturas están siendo más cálidas de lo habitual, lo que está frenando la demanda de gas natural.

Las claves de la caída de precio

Los altos niveles de almacenamiento y de importaciones de GNL pueden ser suficientes para "navegar por un invierno normal", escribió en una nota Patricia Álvarez, analista de Bloomberg Intelligence. "Pero frenar la demanda sigue siendo clave para mitigar el impacto de más cortes de gas en Rusia", apunta la analista para tener bajo control los precios.

El suministro por oleoductos desde Moscú se han desplomado a casi un 20% de lo que solían ser antes de la guerra en Ucrania y las sanciones posteriores a Rusia. La pérdida de esos volúmenes dificultaría que Europa repusiera reservas cruciales al final del invierno, pero la llegada de GNL, principalmente de EEUU, puede salvar a la región de invierno frío.

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