
Uno de los ganadores colaterales de la guerra de Ucrania, la industria petrolera estadounidense, ha vuelto a encontrarse con un empujón inesperado: unos fuertes recortes de la OPEP. Septiembre llegaba como un mes muy bajista para el petróleo, con una recesión económica en el horizonte, el precio del barril Brent comenzó a caer y ya se situaba en mínimos de enero. Entonces el cártel petrolero apareció y comenzó a lanzar recortes agresivos de su producción para mantener a flote el precio del barril. Una medida que los inversores han celebrado con euforia el último mes, provocando rebotes de doble dígito entre las petroleras estadounidenses.
Exxon ha subido un 17% desde sus mínimos de septiembre, mientras que Chevron ha hecho lo propio un 12%. Por su parte Occidental y ConocoPhillips han vivido alzas similares en ese espacio de tiempo del 13% y del 17% respectivamente. Sin embargo otras grandes del sector como Devon Energy y Marathon oil han vivido un rally frenético del 26% en el caso del primero y del 30% en el segundo. El índice que recoge a todo el sector, el S&P Energy marca alzas del 19% desde sus mínimos del 26 de septiembre.
Greg Sharenow, gestor de carteras de materias primas y activos reales, y John Devir, gestor de carteras y jefe de investigación crediticia para las Américas, en PIMCO, afirman que la OPEP está dando un empujón definitivo a un ya excelso sector energético de EEUU en bolsa. "El anuncio de la OPEP+ probablemente proporcionará a los productores estadounidenses una mayor confianza para aumentar las inversiones en gastos de capital durante los próximos años".
Además, advierte de que se podrían vivir más subidas del precio del crudo que el mercado está infravalorando por "el posible descenso de la producción rusa a medida que aumenten las sanciones de la Unión Europea". Y de hecho, creen que pueden seguir subiendo incluso en un entorno de retroceso económico porque , aunque este provocase un shock de la demanda, "los balances del sector energético están mejor posicionados para soportar una desaceleración económica que en ciclos anteriores".
El cinco de octubre, la OPEP anunció un recorte de producción histórico de 2 millones de barriles diarios, casi el doble de las estimaciones de los analistas. A esto hay que sumarle el recorte de 100.000 barriles que ya se efectuó en septiembre. Se trata de la mayor ofensiva del cártel desde que en 2020 el coronavirus parase el mundo y, en consecuencia, el precio del crudo se desplomase por la nula actividad derivada de los confinamientos. Desde entonces el barril, que estaba en los 82 dólares, coqueteando con los mínimos de enero (78 dólares) vivió un repunte muy fuerte que llevó su cotización hasta los actuales 92 dólares y incluso estuvo en su punto álgido en los 97.
La guerra de Ucrania y un 2022 'dorado'
La guerra de Ucrania se ha convertido en un gran negocio para la industria energética estadounidense. La Unión Europea había convertido a la Rusia de Vladimir Putin en el principal suministrador de gas de sus países. Sin embargo, la guerra lo ha cambiado todo y Europa lleva todo el año intentando suplir las materias primas del invasor para 'independizarse energéticamente' y poder atacar con todo el peso de las sanciones. Para lograr este objetivo los barcos cargados de GNL estadounidense han sido una de las 'soluciones' más comunes y las exportaciones se han disparado. Durante los primeros cuatro meses de 2022, EEUU suministró el 74% del gas natural licuado que llegaba a Europa cuando en 2021 apenas llegaba al 34%.
En lo que va de año, las empresas energéticas de EEUU han vivido un sueño bursátil. Marathon oil se ha disparado nada menos que un 62%, ConocoPhillips un 59%, Exxon un 56% y Occidental un 112%. Chevron ha vivido subidas menos aceleradas de un 34%. El índice sectorial S&P Energy acumula subidas del 48% en el cómputo general del año.
Queda por ver cómo afronta Europa un invierno que será clave tanto para su porvenir, como para la guerra en Ucrania, como para la industria petrolera estadounidense. A lo largo de toda Europa se suceden los planes de contingencia para que sea el Estado el que ayude a pagar una factura del gas disparada. Los ministros de la UE están en estos momentos tratando de buscar un plan para limitar la subida y estudian un plan de compras conjuntas y un tope de precios.