Bolsa, mercados y cotizaciones

China llega con problemas al gran momento político de Xi

  • Las caídas desde los máximos de 2021 para el CSI 300 ya son del 34,5%
  • Es el peor ejercicio para el yuan desde que empezaron los registros en 1999
Xi Jinping, presidente de China

Llegó la hora de ratificar a Xi Jinping para un nuevo mandato al frente de la segunda mayor economía del planeta, y las señales que mandan los inversores no son buenas: Pekín tiene serios problemas que resolver y la situación de los mercados lo dejan en evidencia

El 16 de octubre arranca el XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China, durante el que se espera que Xi Jinping sea reelegido para un tercer mandato sin precedentes en un entorno marcado por la recuperación postpandemia, las tensiones geopolíticas y las economías occidentales a las puertas de una recesión. Una cita que se celebra cada cinco años para fijar los objetivos políticos y que a diferencia del congreso anterior, en el que actual presidente expuso sus mayores logros a los mandos del país, en esta ocasión Xi se ha centrado en frenar los riesgos y proyectar estabilidad.

Así, los expertos no esperan cambios radicales pero sí que se despejen incertidumbres para los mercados. Esencialmente, el fin de las estrictas políticas de Covid-19 y la intensificación de los problemas inmobiliarios.

"La atención se centrará en la composición cambiante del comité permanente del politburó de siete miembros, con espacio para una orientación económica modesta orientada al crecimiento", afirma Ben Laidler, estratega de la plataforma eToro.

Para Richard Tang, analista de investigación de renta variable de Julius Baer, "es probable que la relajación monetaria y fiscal continúe con una magnitud similar, las regulaciones de las plataformas de Internet ya están en una posición neutral y, por lo tanto, es poco probable que se aflojen más, y las medidas políticas dirigidas al mercado inmobiliario probablemente se relajarán sólo modestamente". "Dicho esto", continúa, "los inversores siguen pendientes de si se afina la estrategia de Covid, ya que la mayoría de los economistas esperan una cierta relajación de las medidas restrictivas, ya sea después del Congreso del Partido, dentro de dos semanas, o del Congreso Nacional del Pueblo, potencialmente el próximo mes de marzo".

Tras el peor resultado trimestral de crecimiento económico desde el segundo trimestre de 2020 (el PIB del gigante asiático se contrajo un 2,6% en el segundo trimestre), "China ha aumentado el apoyo de la política fiscal y monetaria en un esfuerzo por alcanzar su objetivo de crecimiento anual, si bien reconoció recientemente que sería una tarea difícil para este año", recuerda Diogo Gomes, senior CRM de UBS AM Iberia. En este contexto, las proyecciones de Bloomberg apuntan a que la economía china crezca un 3% este año –frente al 8% de 2021– y se mantenga en torno al 5% de cara 2023 y 2024.

La situación del mercado chino

En este contexto de frenazo económico, en el que el país parece que no va a ser capaz de alcanzar sus objetivos de crecimiento del PIB, al menos hasta el año que viene (el Gobierno tiene marcado el 5,5% como el nivel a alcanzar), la bolsa china es una de las más bajistas del año con pérdidas del 23% y brinda un potencial alcista del 39% de cara a los próximos doce meses. Las caídas desde los máximos de 2021 para el índice chino CSI 300 ya son del 34,5%, y el selectivo ha retrocedido hasta el entorno de los 3.780 puntos, a sólo un 6% de distancia de los mínimos que se tocaron en el peor momento de la crisis del Covid-19, en 2020.

Y no sólo la bolsa está sufriendo la delicada situación macro y el impacto de las medidas de confinamiento contra el Covid: el yuan, uno de los termómetros de la salud financiera de China, está viéndose seriamente castigado este año. Es el peor ejercicio de su historia desde que empezaron los registros en 1999, con una caída del 10,7% que ha llevado a la divisa china hasta mínimos no vistos desde 2008 frente al dólar estadounidense. En concreto, los 1X5 yuanes por dólar, a media sesión de Wall Street este pasado viernes.

El bono del país también está atravesando un mal año, con pérdidas del 13,6% por precio

A pesar de las caídas, hay quien considera que el yuan ha retrocedido ya hasta un punto en el que está infravalorado. "El yuan ha caído hasta los mínimos de la Gran Crisis Financiera frente al dólar estadounidense. Si bien hay factores fundamentales como la divergencia de políticas monetarias entre el Banco Popular de China y otros grandes bancos centrales, una recuperación económica todavía frágil, y bastante incertidumbre en torno a las perspectivas económicas, además de una balanza comercial que no apoya lo que debería al yuan, las caídas recientes de la divisas parecen ser demasiado fuertes, movidas, sobre todo, por un nerviosismo general de los mercados y un sentimiento de aversión al riesgo en vez de centrarse en los fundamentales", explica Sophie Altermatt, economista de Julius Baer.

El bono del país también está atravesando un mal año, con pérdidas del 13,6% por precio, pasando del 1,56% de rentabilidad en el que empezó el ejercicio, hasta el 4,3% actual, en el caso del título que cotiza en dólares y con vencimiento a 10 años. "En el mercado nacional de bonos, los mayores inversores son los bancos nacionales, con un 60%-70% del mercado, y siguen reinvirtiendo los excesos de inversión en la compra de bonos. Desde el punto de vista monetario, creemos que este contexto macroeconómico extremadamente débil hace que el Banco Popular de China tenga más probabilidades de recortar los tipos que de subirlos, con pocas posibilidades de revertir la política monetaria hasta quizás finales de 2023", explica Diogo Gomes, senior CRM de UBS AM Iberia. "Esto contrasta fuertemente con la mayoría de las demás economías, donde están subiendo y revirtiendo las excesivas medidas de flexibilización cuantitativa para luchar contra la elevada inflación", explica Gomes.

Con un banco central inmerso en el proceso de bajada de tipos, los inversores suelen ver con buenos ojos estas políticas de cara a invertir en la renta fija del país, ya que, con tipos más bajos, los bonos suelen adaptarse y recibir compras por parte de los inversores, un efecto que se retroalimenta. A pesar de esto, los analistas esperan que el título de deuda china se mantenga relativamente estable en los próximos años, en el entorno del 2,7% en el que cotiza en la actualidad, ya que, según el consenso que recoge Bloomberg, el bono chino a 10 años se moverá en el entorno del 2,6% de rentabilidad a mediados del año 2024.

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