
La inflación, la guerra de Ucrania y el endurecimiento de la política monetaria mundial han llevado a la moneda oficial de la India a registrar varios mínimos históricos en lo que va de año, así como a depreciarse casi un 6% frente al dólar. En un intento por defender la rupia, el Banco de la Reserva de la India (RBI, por sus siglas en inglés) ha echado mano de sus reservas de divisas.
En concreto, el RBI vendió 38.800 millones de dólares de sus reservas de divisas entre enero y julio de 2022. Solo en julio, esa suma ascendió a 19.000 millones de dólares netos. Aunque todavía no se han publicado los datos del mes de agosto, Reuters señala que mantuvo su intervención en el mercado al contado. Asimismo, el banco también ha reducido sus tenencias de dólares, pasando de 64.000 millones en abril a 22.000 millones de dólares.
En octubre de 2021, las reservas de divisas de la India alcanzaron un máximo histórico de 642.000 millones de dólares, resultado de casi una década de aumentos destinados a fortalecer la capacidad del RBI para hacer frente a la volatilidad y los choques globales. Dicha cantidad permitía a la entidad cubrir el pago de las importaciones durante unos 16 meses.
Un año después, sus reservas han caído hasta no superar los 550.000 millones de dólares. Además del actual escenario económico mundial, a este descenso también han contribuido la depreciación de valores denominados en dólares que posee la entidad y la debilidad relativa frente al dólar de otras divisas importantes, como el euro y el yen. Todo esto ha provocado que el Banco de la Reserva de la India sólo tenga capacidad para asumir el equivalente a 9 meses de compras.
Por el momento, la estrategia escogida por la entidad bancaria ha conseguido que la rupia se aprecie con respecto a sus pares comerciales. En el caso del yuan chino, la moneda oficial de la India se ha revalorizado en torno a un 5%, asegura Madhavi Arora, economista jefe de Emkay Global Financial Services. En términos reales ajustados a la inflación actual, esa cifra se sitúa en el 8%.
La próxima amenaza inflacionaria mundial
La presión sobre los precios de los alimentos podría incrementarse a raíz de la última decisión anunciada por el Gobierno de la India. El país -el mayor exportador de arroz del mundo- acaba de imponer un arancel del 20% a los envíos de arroz blanco y marrón. Asimismo, ha prohibido la venta de este bien en el extranjero.
El arroz es un alimento básico para cerca de la mitad de la población mundial, y Asia produce y consume cerca del 90% del suministro mundial. A diferencia de otros bienes de primera necesidad, éste se había mantenido a raya gracias a las amplias reservas, lo que , a su vez, ha contribuido a evitar una crisis alimentaria aún mayor.
No es la primera medida de este estilo que implanta el Gobierno de Narendra Modi. Desde que estalló la guerra de Ucrania, el país asiático también ha frenado las exportaciones de trigo y azúcar.