El precio oro depende principalmente de su demanda como inversión, como cobertura contra la disminución del valor del dólar, la alta inflación y las incertidumbres económicas. Además, su demanda como inversión es sensible al coste de oportunidad que implica mantener en cartera este activo, que no genera ingresos.
Pero actualmente la posición de la Reserva Federal es particularmente agresiva, lo que apoya al dólar. A ello se añade el alto coste de oportunidad del interés real de la deuda de Estados Unidos a diez años. De manera que, a pesar de la alta inflación, es poco probable que su demanda de inversión sea favorable. En caso de máximo en inflación y signos más claros de deterioro de las perspectivas económicas en Estados Unidos la Reserva Federal puede suavizar su posición monetaria.
Tal entorno resultaría menos favorable para el dólar, aunque mejoraría el apetito global por el riesgo. Ahora bien, las tensiones geopolíticas de la guerra entre Ucrania y Rusia pueden durar, manteniendo el atractivo del oro como protección frente a las grandes incertidumbres globales.
El oro, bajo presión
El caso es que, de momento, los datos de empleo e inflación de Estados Unidos no favorecen una suavización de la Reserva Federal. Más aún, las expectativas apuntan incluso a mayores alzas de tipos de interés en sus próximas reuniones. Ello mantendrá el precio del oro bajo presión. Eso sí, nuestro escenario central es que la Reserva Federal puede volverse más cautelosa en septiembre, coincidiendo con el aumento estacional de la demanda de joyas del cuarto trimestre, un escenario más favorable para el oro.
Mientras, en las próximas semanas, el metal amarillo puede seguir particularmente vulnerable, pues el sentimiento según su mercado de futuros se ha deteriorado significativamente. Así que hemos rebajado la previsión de su precio en tres meses a 1.750 dólares por onza, con umbral técnico clave en los 1.680 dólares. A seis y doce meses estimamos se cambie a 1.820 y 1.860 dólares la onza.
Estas preocupaciones también están presentes en la plata, de manera mucho más visible. Hay que tener en cuenta que los mercados descuentan cada vez más una recesión en Estados Unidos los próximos doce meses y es poco probable que la demanda industrial brinde mucha ayuda.
La debilidad del precio del cobre, también muy utilizado en equipos eléctricos, lo confirma. Por otra parte, el cambio hacia la energía verde y uso en baterías eléctricas y paneles solares es probable que impulse la demanda industrial de la plata, que en comparación histórica con el oro parece barata, con margen para revalorizarse respecto al oro a largo plazo. Mientras, en tres meses puede cambiarse a 19 dólares la onza y en seis y doce a 20,5 y 22,5.
Incertidumbre por el suministro ruso
En cuanto al paladio, las altas incertidumbres sobre el suministro ruso, que representa aproximadamente 40% del total, pueden mantenerlo volátil, pues sus actividades mineras pueden verse afectadas por las sanciones económicas. En cuanto a la demanda, está vinculada principalmente al automóvil y favorecida por la reapertura de China.
De todas formas es probable un deterioro del mercado laboral a medida que la actividad económica se desacelera, afectando a la demanda industrial. También hay que tener en cuenta el mayor coste del paladio en relación al platino. Así que a tres y seis meses prevemos que el paladio se cambie a 1.900 dólares la onza y a doce meses a 1.800.
Pero el platino, al igual que el paladio, además de que puede beneficiarse de la mejora de la demanda en el sector del automóvil, está menos expuesto a la necesidad de aumentar la cuota de mercado de los vehículos eléctricos, pues cuenta con una demanda en joyería que ronda aproximadamente el 25% de la misma. A ello se añade que la mayor parte de su producción proviene de Sudáfrica, aunque allí las negociaciones salariales en un entorno de inflación creciente pueden llevar a huelgas la segunda mitad del año, con impacto temporal del suministro.
De todas formas, el platino puede desempeñar un papel importante en la transición verde, parte de la tecnología de pilas de combustible. En conjunto la revalorización del platino puede superar significativamente al paladio los próximos años. Pero su precio está correlacionado con el oro y a corto plazo hemos revisado a la baja las previsiones. A tres meses prevemos que se cambie a 850 dólares la onza y seis meses y doce meses a 950 y 1.050 dólares.