Bolsa, mercados y cotizaciones

Santander pierde el pulso frente a BBVA y es ya el banco más bajista

  • Su caída le distancia 9 puntos en cinco sesiones
  • Su ponderación en el Ibex cae a mínimos del Covid en niveles del 9%
Ana Botín, presidenta de Banco Santander. ARCHIVO

El devenir del Ibex 35, que está en manos de cinco valores grosso modo, cada vez está menos definido por lo que pueda llegar a hacer Banco Santander. Su ponderación dentro del índice está al borde de caer por debajo del 9%, lo que marca niveles mínimos no vistos desde 2020 a raíz del crash que provocó el Covid, aunque si se ignorara este episodio reciente, supondría la marca más baja de todo el siglo XXI.

Los inversores parecen haber rebalanceado sus posiciones entre los dos bancos más internacionales del país, y Banco Santander, que ha caído un 5% desde que presentara resultados el pasado 28 de julio, ha abierto una brecha de casi 9 puntos porcentuales respecto a BBVA, que suma un 6% en cinco sesiones. Suficiente para darle la vuelta a la situación previa y que Santander se haya convertido en el farolillo rojo del sector en el año, con pérdidas del 19% frente al 15% que se deja BBVA.

El sector financiero, hasta julio el de mayor ponderación del Ibex con un 26%, ha pasado a segundo plano ya que los inversores han querido volver a la búsqueda de refugio y esto implica, necesariamente, comprar utilities. Las eléctricas y gasistas nacionales, con Iberdrola a la cabeza, recuperan su posición de liderazgo este verano y vuelven a representar una cuarta parte de la ponderación del índice. Solo Iberdrola supone el 15,4% del total. La cota máxima la alcanzó en 2020, cuando rozó el 20%.

A priori las ventas que afectan a Banco Santander podrían justificarse por una rotación de carteras de los grandes inversores internacionales. Cinco de los diez mayores accionistas institucionales de la entidad presidida por Ana Botín han reducido su exposición al banco en el último mes. BlackRock decidió hacerlo el pasado viernes, aunque mantiene la primera posición de los institucionales, con un 4,15% del capital; ayer Bloomberg recogía la venta de Credit Agricole (con el 1,28%); y el día 19 de julio Capital Group se quedaba con el 0,76% del capital tras vender.

Los analistas ven, a pesar de la caída, un exceso de capital y crecimiento de los ingresos para 2023

La subida de tipos de interés que ya ha comenzado en la zona euro -con el último alza anunciado por el Banco Central Europeo de 50 puntos básicos hace dos semanas- es un clarísimo viento de cola para el sector. La cuestión es que, en los últimos meses, los inversores han decidido favorecer a las entidades con mayor exposición a España -como CaixaBank y Sabadell- en detrimento de las más expuestas a emergentes -Santander y BBVA-.

Esto ha llevado al banco santanderino a aumentar su potencial alcista hasta cerca del 70% a doce meses vista, teniendo en cuenta que su caída en bolsa no se ha visto acompañada por un deterioro de las estimaciones de los analistas, que sitúan su precio objetivo por encima de los 4 euros. La media de los bancos nacionales cuenta con un recorrido al alza del 50%. En el caso de BBVA es del 46%.

El banco presentó la semana pasada un beneficio de 4.894 millones de euros durante el primer semestre del año, un 33% superior al mismo periodo de 2021. Solo en el segundo trimestre los ingresos por "margen de intereses alcanzaron los 9.550 millones de euros, un 16% más", apunta JP Morgan que cree que "se seguirá incrementando en los próximos trimestres beneficiado por el alza de tipos y el aumento de los niveles de actividad".

"El momentum está a punto de llegar y creemos que es solo cuestión de tiempo. La paciencia en Brasil (primer mercado para el banco) que ofrece diversificación geográfica ha demostrado ser muy útil y miramos ya a 2023", afirman desde Credit Suisse.

Además, el paso a un lado que ha hecho Botín para abandonar la puja por Banamex (filial mexicana de Citi por la que realizó una oferta) abre la puerta, dicen desde Bloomberg Intellingence, a que "ese exceso de capital" repercuta en algún momento en los accionistas.

Impuesto a la banca

Santander deberá pagar cerca de 730 millones de euros en términos de intereses y comisiones a lo largo de los dos próximos años para cumplir con la nueva tasa anunciada por el Gobierno, que gravará un 4,8% de los ingresos de los bancos. En el caso de la entidad que preside Ana Botín, esta tasa supondrá un 2% del beneficio antes de impuestos, y 359 y 373 millones de euros por año, según cálculos de Bloomberg.

Es el menor porcentaje del sector sobre el beneficio del grupo, a pesar de que representa una cuarta parte de la recaudación a la que aspira el Estado. Solo le supera CaixaBank, en importe total, con cerca de 1.000 millones en el conjunto de los dos años, aunque en su caso representa el 12% del beneficio aproximadamente.

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