
Otro acontecimiento inesperado ha venido a dinamitar las previsiones de 2022, un año que estaba llamado a pasar a la historia como el de la recuperación económica tras la pandemia por Covid-19 y que, sin embargo, será recordado como el de la Guerra en Ucrania (al menos, por ahora) y que ha sido propiciada por enésima vez por el Kremlin en las últimas dos décadas.
A 17 días de que comenzaran los primeros bombardeos ya se han empezado a notar los efectos de todas las derivadas del conflicto sobre las estimaciones de beneficio de las compañías europeas cotizadas. No es solo una guerra. Los expertos están ya recogiendo en sus hojas de cálculo cómo impactará a las empresas la incertidumbre y el temor a las futuras intenciones de Putin, las sanciones a Moscú, la espantada de Rusia de grandes multinacionales, la subida de los precios del petróleo, del gas, del níquel, del aluminio y del resto de materias primas; o una inflación en máximos de 40 años en EEUU y de 35 en Europa.
Los bancos han pasado de descontar tres escenarios diferentes de subida de tipos en tres semanas
Considerando que no se producirá una Tercera Guerra Mundial -provocada porque Rusia invada algún país de la OTAN en la eurozona- hay dos consecuencias muy claras de la situación actual que mermarán el devenir de las ganancias empresariales: el menor poder adquisitivo del consumidor y el encarecimiento de los costes de producción dentro de la espiral inflacionista.
Lo que se ha visto en quince días en el mercado europeo se refleja también en la evolución de las estimaciones. Autos, banca y retail son los sectores más castigados en bolsa -con pérdidas que van del 20% al 11%-. Por el lado de las ganancias, el sector de recursos básicos y de energía son los únicos en positivo junto al sanitario. De hecho, en lo que va de año superan en ambos casos revalorizaciones del 11%.
Consumo
Aunque el mayor golpe bursátil se lo estén llevando, en conjunto, el sector de la automoción y los bancos debido a una mayor beta (o volatilidad) con respecto al mercado; el recorte de estimaciones de gigantes del consumo y el retail europeo es superior. De media, los analistas han recortado su previsión de beneficio para el sector consumo en un 6% en los últimos quince días; el mismo porcentaje que caen en el caso de los grandes retailers de alimentación y ropa. "El mercado europeo está poniendo en precio una abrupta ralentización tanto de los beneficios como de la economía europea", dicen desde Barclays, a pesar de que este viernes ha sido el primero de los últimos tres que la bolsa ha cerrado una semana al alza desde que comenzó la guerra.
Firmas como la embotelladora británica de Coca-Cola han visto caer su previsión de beneficios un 12% desde el estallido de la invasión; la italiana Campari un 6% o Danone un 4%, hasta los 2.054 millones de euros, y eso que la francesa es de las pocas compañías que no se va de Rusia. Otros gigantes online como Hellofresh o Zalando ya han reconocido que deberán sacrificar su margen por mantener el crecimiento, e Inditex y H&M están sufriendo las consecuencias, no solo de salir de Rusia sino del impacto que la inflación tendrá en el bolsillo del consumidor europeo, que no deja de ser su principal mercado. En dos semanas, la previsión de beneficio neto para 2022 se ha reducido en un 5% para H&M y un 4,4% para Inditex. Se espera que ganen 1.365 y 3.920 millones de euros a cierre de este ejercicio.
La firma que en dos semanas presidirá oficialmente Marta Ortega cuenta con un 8,5% de su ebit en Rusia, y casi el 8% de sus tiendas (más de 500). A pesar de que el impacto por el cierre temporal en el país se hará notar en sus cifras, según los expertos, lo que realmente influye en las estimaciones es la subida de la inflación y la "percepción de los consumidores sobre el aumento del coste de la vida", apuntan en JP Morgan. De media, los analistas han recortado sus previsiones de ebit en un 19%-20% para este ejercicio, sobre los 4.800 millones de euros. No obstante, con el 100% de las tiendas en régimen de alquiler JP Morgan descarta problemas de "capital circulante" en Rusia así como de suministro "ante la ágil cadena de distribución" tan característica de la marca.
Automóviles
Los fabricantes de componentes se están llevando la peor parte. La francesa Valeo ha visto cómo los analistas rebajaban un 30% la previsión de beneficio para 2022 (hasta los 350 millones de euros) en solo 15 días. También caen un 14% para Nokian Renkaat (hasta 220 millones). Se desploman un 56% y un 44% en bolsa en el año. Es sabido que los problemas de la cadena de suministro afectan, por encima de las automovilísticas, a sus proveedores. Los analistas de Bloomberg esperan que el crecimiento del sector se reduzca a la mitad -frente al 9% previsto antes- este año, y eso que cuentan con una limitada exposición a Rusia. Es del 2% de las ventas para BMW, Mercedes y Volkswagen. Renault es la peor posicionada, con el 12%. El gigante de los neumáticos Continental ha visto caer su previsión de resultado neto un 5% en las últimas dos semanas, a punto de descolgarse de los 1.600 millones de euros de cara a 2022.
Bancos
Las sanciones financieras a Rusia han girado desde el minuto cero entorno a la exclusión del Kremlin del sistema SWIFT, que tiene un claro efecto boomerang sobre la economía europea y eso es imposible obviarlo. Pero, además, el país que dirige Vladimir Putin presenta claramente altas probabilidades de impago, así como sus principales compañías. En Europa el banco austriaco Raiffeisen Bank es el más expuesto a la economía rusa. Según Bloomberg, la entidad cuenta con 11.644 millones de euros de préstamos en Rusia, el 11% del total. Los analistas han recortado un 9% sus previsiones de ganancias para Raiffeisen Bank desde el 24 de febrero, y ahora estiman que ganará menos de 1.200 millones de euros en 2022; seguido de dos aseguradoras: la británica Aviva y la suiza Swiss Re. Intesa San Paolo lidera también el recorte de las previsiones, que caen un 3%.
De momento, los expertos no han rebajado sus previsiones respecto a las entidades españolas con la sola excepción de Banco Sabadell, donde ceden un 3% en dos semanas -hasta un resultado neto de 528 millones de euros en 2022-. La entidad que preside Josep Oliú será la más beneficiada (porcentualmente hablando) cuando se produzca una subida de tipos de interés, de la que ahora mismo se duda en la eurozona. El mercado ha pasado en quince días de descontar dos alzas del precio del dinero este año; a retrasarlas hasta 2023; para ahora, volver a prever, al menos, una primera subida en octubre después del mensaje lanzado el jueves por el BCE, que decidió acelerar la retirada de las compras de deuda en la Unión.
Los disparatados precios de las 'commodities' favorecen a las mineras, pero pueden paralizar la demanda
Unicredit y Société Générale son, por detrás de Raiffesen, los dos bancos más expuestos a Rusia con 7.500 y 10.500 millones en préstamos, respectivamente. ING cuenta con 4.700 millones de su cartera de crédito. Se calcula que la exposición de la banca europea al país exsoviético es de 75.000 millones de euros para las entidades europeas, el 0,7% del total.
Petroleras
El barril de crudo llegó a tocar los 132 dólares el pasado martes, máximos no vistos desde la crisis financiera de 2014. Detrás, el veto al petróleo ruso que dejarán de comprar -o, al menos, es su intención inicial- EEUU, Reino Unido y la Unión Europea, si decide secundar esta medida (mientras trata de descolgarse de la dependencia absoluta al gas que tienen países como Alemania, donde supone el 66% de las importaciones). De media, las firmas petroleras han visto cómo los analistas mejoran hasta un 9% el beneficio esperado para este año. En el caso de la española Repsol esta cifra es del 8%, lo que eleva sus ganancias por encima de los 3.100 millones de euros.
La noruega Equinor es la más beneficiada, con una mejora del 18% en dos semanas, seguida de Eni, un 15% al alza en sus estimaciones de beneficio, y de Shell, con un 9%.
Un efecto, de sobra descontado por el mercado, es que la menor dependencia de Rusia provocará una mayor demanda de energías renovables. La danesa Orsted volvió a ver la luz al final del túnel, literalmente, el 24 de febrero cuando el mundo se despertó con las primeras bombas en el este de Ucrania. Sube un 30% desde entonces. La española Solaria sube un 60%, en máximos del último año tras superar los 20 euros de nuevo. Hay que buscar fuentes alternativas para suplir el 30% de la demanda de energía que ahora mismo se cubre con gas ruso.
Minería y acero
La fortaleza de Rusia como gran exportador de materias primas ha disparado los precios de las commodities, algo a priori beneficioso para quienes las obtienen y gestionan. Veremos si precios desorbitados no terminan por provocar una paralización total de la demanda. De momento, el efecto beneficioso se ha visto en las gigantes del sector, como Glencore, Anglo American, Polymetal y Rio Tinto, todas cotizadas en Reino Unido, con una mejora de sus previsiones del 10% para este año.