Las bolsas de Europa comenzaron la semana con buen tono, intentando las alzas tras el toque de campana inicial. Pero los ánimos tardaron poco en transformarse en temores ante la creciente tensión geopolítica en la frontera de Ucrania. Y aún sin la referencia de Wall Street (cerrado por festivo en EEUU), las ventas se han impuesto este lunes en la renta variable del Viejo Continente. Las pérdidas han rondado el 2% en Europa y el 10% en Rusia. En España, el Ibex 35 ha caído un 1,18% y cierra en los 8.488 puntos, bajo el soporte de los 8.500, algo que no sucedía desde finales de enero.
Con los retrocesos de esta sesión, el EuroStoxx 50, tomado habitualmente como referencia, ha perdido los 4.000 puntos, un nivel clave, según Ecotrader. ¿Por qué? Su pérdida dará paso a pérdidas adicionales en el corto plazo del 10%, hasta la zona de los 3.600 puntos, según Joan Cabrero, asesor del portal.
En el Ibex 35 español la cota a vigilar estaba en las 8.500 unidades. Esa es su "línea divisoria" entre "un contexto potencialmente alcista de uno correctivo", siempre según Cabrero. La caída firmada hoy abre la puerta a descensos adicionales en el corto plazo del 5,9%, hasta los 8.000 puntos, y "en el peor de los casos" hasta los 7.700.
Naturgy protagoniza las ventas en el Ibex al dejarse un 4,8%. ArcelorMittal y CIE se dejan igualmente en torno a un 3%. Mientras tanto, Almirall (+7,6%) se mantiene en la parte alta de la tabla desde primera hora tras haber dado a conocer sus resultados de 2021 y las previsiones para este año.
¿Se reunirán Biden y Putin?
Las ventas son generalizadas en las bolsas y se han avivado después de una tensa reunión del Consejo de Seguridad de Rusia emitida por las televisiones del país. En ella, los altos cargos del país, aterrorizados ante la actitud intimidatoria del presidente ruso, Vladímir Putin, han aprobado dar luz verde a la declaración de independencia de los territorios ucranianos ocupados por fuerzas prorrusas desde 2014, indicando que se reservan el derecho de intentar conquistar el resto de territorio de las provincias en cuestión que sigue bajo control ucraniano. En otras palabras, una práctica declaración de guerra, aunque dejando en el aire la cuestión de si se limitarán a anexionarse el territorio ucraniano bajo control ruso desde 2014 o si cruzarán la frontera de facto y declararán la guerra abierta a Ucrania por el resto de las provincias.
La semana comenzaba de hecho con el anuncio por parte del Gobierno francés de que el presidente norteamericano, Joe Biden, y su homólogo ruso, Putin, habían aceptado la propuesta del jefe del Estado galo, Emmanuel Macron, de celebrar una cumbre sobre Ucrania en la que se hablará también de "seguridad y estabilidad estratégica en Europa".
En una nota publicada este domingo, el Elíseo señala que tanto Putin como Biden han aceptado dicha cumbre que "solo podrá celebrarse a condición de que Rusia no invada Ucrania". Además, el texto, recogido por Europa Press, indica que el contenido de la cita entre Biden y Putin "deberá ser preparado por el secretario de Estado norteamericano, Antony Blinken y su homólogo ruso, Sergei Lavrov, durante su próxima reunión el jueves 24 de febrero".
Sin embargo, desde el Kremlin han tardado poco en rebajar las expectativas de un final feliz. El secretario de prensa, Dmitry Peskov, ha declarado este mismo lunes ante periodistas que "es prematuro hablar de planes específicos para organizar cualquier tipo de cumbre". En este sentido, según recoge The Times of India, ha añadido que aún no se han puesto en marcha "planes concretos" para una reunión entre los mandatarios de Rusia y EEUU.
El potencial encuentro de Biden y Putin "reabre algo la puerta a una salida no militar dura, aunque en realidad esta ya se encuentra técnicamente en marcha", comentan los analistas de Bankinter. "Esta semana y la próxima son teóricamente las últimas en las que es viable una invasión terrestre de Ucrania antes de que llegue el 'Mariscal Barro' con el deshielo", añaden. El Gobierno ucraniano estima que el número de militares rusos desplegados en la frontera ha ascendido a 147.000, de los cuales 127.000 son efectivos terrestres.
Alemania, al borde de otra recesión
De esta forma, la crisis en Ucrania eclipsa una vez más la agenda macroeconómica. Este lunes se han conocido los primeros datos sobre la actividad empresarial en la eurozona este mes, los cuales han sido "sólidos", destacan los analistas de Bankinter. No obstante, los PMI también han apuntando a una futura mayor inflación.
Por otro lado, el banco central de Alemania (Bundesbank) ha publicado su boletín mensual, en el que apunta que la mayor economía de la zona euro parece destinada a recaer en recesión en el arranque de 2022. Además, antes de la apertura de las bolsas se ha conocido que la inflación mayorista en el país germano se encuentra en su nivel más alto desde 1949.